sábado, 21 de diciembre de 2013

Oligopolios o algo parecido

  De nuevo la ciudadanía asiste estupefacta al espectáculo teatral en que se ha convertido el despropósito político de los últimos años, si es que ya no es un absurdo, algo que, de vivir en el tiempo presente, podría dar pie a que escribiera, no una, sino varias Comedias Bárbaras, el insigne gallego y paisano del presidente Rajoy, don Ramón María del Valle-Inclán. Porque, a pesar de esperarlo con temor desde unos días atrás, anteayer nos lo anunciaban con la crudeza propia de este tiempo casi invernal: que la luz subiría a partir de enero por encima del 10%. Ha sido tal el revuelo montado en torno al hachazo a la economía doméstica que, el Gobierno ha reaccionado al fin y la CNMC tardó pocas horas en salir a la palestra para dejar sin efectos la subasta energética. Lo cual viene a demostrar a las claras que si hay voluntad política, todavía no es tarde para embridar al oligopolio eléctrico antes de desbocarse por el carril de la desregularización o no intervencionismo (cuando así lo aconseje el sentido común y la Constitución en el art. 128). La duda que ahora se plantea (en algunos medios se ha deslizado la hipótesis), es si el Gobierno y las empresas del gremio (yo no lo creo), se han puesto de acuerdo para que a aquél no le quedara otra salida que la de tomar cartas en el asunto, y así, ante la opinión patria, emerger como garante de los derechos ciudadanos, obligando a una subida, digamos asumible; pues, no se puede abrigar la mínima esperanza de que el precio de la luz no se encarezca, si bien será menor al del anunciado casi 11%. Si los indicios que baraja la CNMC son efectivamente los de un pacto secreto para elevar el precio del recibo tarifario, concurrencia de circunstancias atípicas dice el organismo eufemísticamente, yo, que soy lego en asunto de tanta enjundia, me atrevo a decir que las eléctricas se merecen un correctivo, Si ciertamente van por ahí los tiros, el ejecutivo del señor Rajoy debiera de promover una investigación profunda en torno a lo sucedido en la última y en precedentes subastas; y si el resultado fuera el del apaño, no puede temblarle el pulso para imponer una sanción ejemplar, además de exigir responsabilidades penales a los ejecutores de los consejos de administración de las distintas compañías. Este escándalo infumable deja dos cosas bien claras. La primera es la ineptitud del ministro Soria, que no satisfecho con poner todas las trabas posibles para hacer inviable al sector del carbón; hace tres meses afirmaba haber solucionado definitivamente el asunto del coste energético, y con ello asegurar la tranquilidad de los ciudadanos ante futuras subidas del recibo merced a su sucedáneo de reforma. La segunda, el poderío del oligopolio formado por unas pocas compañías del ramo, que al socaire del neoliberalismo dirigido desde la UE -en 1997 sacó una directiva para liberalizar-privatizar las eléctricas-, campan a sus anchas sin importarle para nada las estrecheces de muchos de sus clientes-rehenes.

  Todo el asunto es de envergadura y tiene su miga, sin embargo, al ser dependientes de esta lacra denominada neoliberalismo, la noticia de un día antes ha pasado completamente desapercibida para la mayoría de españoles por la espiral de otras, como la anunciada nueva Ley del Aborto, o la permanencia de la UDEF durante 14 horas en la sede central del PP y posterior auto del juez Ruz, etc. De manera que los medios de comunicación se han olvidado de ella. La reseña era tan reveladora como desconcertante, y es que el FROB vendía Novacaixagalicia por el módico precio de 1.003 millones de euros a Banesco, la entidad financiera más importante de Venezuela. La caja de referencia en Galicia, que había sido rescatada por 9.000 millones de euros pagados con dinero público, es vendida al mejor postor por 8.000 millones menos de lo invertido. Se puede calificar como nos venga en gana; no obstante, yo lo considero una malversación de caudales públicos. La pregunta que subyace es: ¿Pudieron ponerse de acuerdo los bancos concursantes para que ninguno desembolsara más allá de los 1.003 mill. €? Yo no me lo creo, aunque tampoco pondría la mano en el fuego vistos los antecedentes. En el tiempo presente es habitual nacionalizar la deuda del sector privado generada por la calamitosa gestión de los ejecutivos financieros y millonarios, y una vez saneado o reparado el desfase de la entidad crediticia con el dinero de los españoles, reintegrarlo al mencionado sector por muchos menos euros de lo invertido. Otra pregunta que trasciende tras el ruinoso negocio no debería ser otra que: ¿no se podía mantener nacionalizada la entidad hasta obtener una cantidad más razonable una vez escampe la crisis, o es que la UE obliga a España a regalar la entidad una vez hecho el trabajo sucio (capitalización) que ésta por si misma ha sido incapaz de hacer? Claro que a la Comisión Europea se la debe de traer floja, pues sus miembros sí que van a exigir a España que devuelva todo el dinero del rescato bancario.

  En fin, doctores tiene la Iglesia, y a lo que se ve, también los tiene el Gobierno ¡y Europa!

jueves, 19 de diciembre de 2013

El paisano Luis del Olmo dice adiós a la radio

  El pasado día 13, a través del micrófono de RNE, la cadena de radio en la que más tiempo ha permanecido, el gran Luis del Olmo anunciaba su retiro. Con 76 años de edad y 40 de su programa estrella Protagonistas (el más longevo de las ondas españolas), era el momento oportuno de decir adiós. Es indudable que 76 años no es ninguna broma, y menos para alguien como el ponferradino, que lleva bregando desde los veinte y poco, así que es comprensible ese deseo de silenciarse para siempre. Sin embargo, a pesar de su derecho a hacer cuanto le plazca, faltaría más, la Radio con mayúsculas se apresta o debería aprestarse a la tristeza, porque uno de sus más ilustres conductores, sino el principal, ha enmudecido definitivamente, cansado, digo yo, de soportar el peso enorme de su incontestable credibilidad a lo largo de cinco décadas. Porque la Verdad, la pura y cruda Verdad, atosiga al prolongarse a lo largo de los años, y más en tiempos como los actuales, cuando la norma habitual no es siempre la veracidad de las informaciones, por culpa del tentador posicionamiento en una trinchera ideológica u otra. Por el contrario, don Luis del Olmo Marote sí fue consciente desde los inicios en Radio Juventud de Ponferrada, de que por encima de otras consideraciones, uno ha de ser consecuente, auténtico y medido a la hora de informar entreteniendo. Por tanto, no ha de sorprendernos tanta unanimidad a la hora de ensalzar su inusitada y constante honestidad profesional. Y si no fuera suficiente argumento de peso para presumir la tristeza del mundo radiofónico, éste pierde a la voz más peculiar y sugestiva que se haya dirigido a los radioyentes a través del micrófono, al menos en los dos últimos decenios.

  Espero que a pesar de la retirada sigas haciendo patria del Bierzo allá donde estés, sin renunciar, claro está, a la promoción del botillo, como has hecho toda tu vida.

  ¡Buena jubilación, maestro!

viernes, 13 de diciembre de 2013

El juego embarrado del señor Montoro

  "Vamos a ganar las próximas elecciones porque los mercados no son gilipollas". Así de contundente se despachaba el señor Montoro el viernes pasado día 6 ante las insistentes preguntas por parte de la prensa en referencia a presuntas injerencias de su ministerio en la Agencia Tributaria. No obstante, antes de entrar en la materia concerniente al baile de ceses y dimisiones de las últimas semanas en la Agencia, debo admitir cierto regocijo por la inusual franqueza de su afirmación, algo que, tanto él como el resto del gabinete, procuran solapar bajo el manto de un lenguaje trufado de eufemismos  y alejado de la comprensión de los gobernados. Al admitir que las elecciones venideras las ganarán  por la inteligencia de los mercados y no de los potenciales votantes, el Ministro se retrata por mor del subconsciente, reconociendo la hegemonía de los mercados (de facto son quienes detentan el poder gracias a la teórica "neoliberal" imperante en casi todo el mundo occidental) en detrimento de quienes ciertamente somos los depositarios de la soberanía nacional según reza en la Constitución: los ciudadanos.

  Dicho lo cual me ciño al paño. Y el paño tiene cada vez un color más terroso. Porque en vez de aclararse el tráfico desmedido de personal de un tiempo a esta parte en la Agencia Tributaria, cada vez tiene más visos de parecerse a una componenda entre el poderío económico de una multinacional cementera y el mando político, sometido hace años a las directrices imperantes del mercado. Como hacen los malos defensas futboleros, que prefieren las triquiñuelas a escondidas del árbitro y el terreno de juego enfangado para entorpecer las maniobras del contrario, el señor Montoro se dedicó a embarrar la sede parlamentaria cuando intentaba tirar balones fuera. A las interpelaciones de la oposición, que reclamaba claridad en las explicaciones por los últimos escándalos de la Agencia, y con particularidad en lo concerniente a la destitución fulminante de una inspectora que pretendía incoar un expediente de sanción de 450 millones de euros para la multinacional Cemex, el ministro de Hacienda se limitó a embadurnar el terreno de juego del Congreso insinuando con la apreciación tendenciosa de si los medios de comunicación le presionaban a través de informaciones enojosas por tener serios problemas de deuda con el Fisco. Como hiciera antes con otros grupos como el de los cineastas o los deportistas de élite, señala ahora al de la prensa, tratando de culpabilizarlo de todo el escándalo, inédito hasta ahora en una institución tan temida como respetada por la mayoría de españoles. Digo yo: ¿Sacando el barro para malear a su interés a quienes le denuncian, acaso no está intimidando y tratando de frenar las denuncias del llamado cuarto poder?

  Lo que sí empieza a oler a cuerno quemado es que una propuesta de sanción de 450 millones de euros vaya a quedar en otra más irrisoria de 15. Y mientras eso ocurre, el gobierno neoliberal del señor Rajoy  se apresta a otra vuelta de tuerca para subir impuestos a los paganos de siempre via IVA, sin olvidarnos de otro subidón en las tarifas eléctricas, otro de los problemas que se iba a solucionar en cuanto los populares alcanzaran el poder. Al parecer, el problema con el añadido  del ininteligible déficit tarifario pasará a convertirse en insoluble. ¡Ver para creer! 

viernes, 6 de diciembre de 2013

El preso 466/64

  Hubo una vez un hombre que con su singular proceder removió los cimientos de una gran nación, perdida en los confines de África. Es hasta probable que de no haber existido este gigante -también en talla- de mirada perspicaz y rostro sereno, esa gran nación llamada Sudáfrica, se debatiera aún en la espantosa y burda ignominia de lucha racial que durante años ha supuesto el apartheid. Ayer, ese hombre llamado Nelson Mandela, moría a los 95 años de edad.

  Sin duda creo que el apelativo corredor de fondo, encaja como un guante de seda en su acusada personalidad, mucho mejor que en la de cualquier otra figura actual. Hemos presenciado el devenir dilatado de un resistente. Resistente ante la barbarie impuesta por la minoría blanca al resto de habitantes que se podían considerar súbditos en su condición de negros. Resistente a pesar de las duras condiciones de vida siendo recluso a lo largo de 27 años. Resistente contra la tentación inevitable del rencor y la fácil revancha una vez alcanzado el poder, y eso a pesar de algún intento fallido por matarlo cuando permanecía encarcelado.

  Madiba -como también era conocido en su país- ha sido un ejemplo inusual y conspicuo de la reconciliación con mayúsculas, a pesar de lo difícil que puede ser el perdón incondicional. Y es, por encima de todo, un modelo a seguir en estos tiempos de estulticia y mediocridad de muchos de nuestros políticos, que sólo alcanzan a ver los remedios insinuados por quien detenta el mando, a fin de blindar al capital. Nelson Mandela tenía un telescopio en la cabeza que le permitía ver mucho más allá de las miserias humanas y de los ímpetus de represalia de una sociedad vapuleada durante décadas.

  Como método para refrescarnos la vida y milagros de quien fuera Premio Nobel de la Paz, me parece recomendable e incluso apasionante, releer alguno de los libros escritos en torno a su figura, y muy particularmente, la autobiografía titulada El largo camino hacia la libertad.

martes, 3 de diciembre de 2013

Neoliberalismo de casino

  El inefable señor Montoro, mandamás de Hacienda y Administraciones Públicas, y que compite con el señor Wert a fin de convertirse en el ministro más ocurrente del Ejecutivo, vuelve a estar en el ojo del huracán de la actualidad informativa. Hace pocos días, los medios de prensa se hacían eco de la destitución de una inspectora de Hacienda, apuntando a presiones desde el ministerio que dirige el señor Montoro, para que aceptara un recurso de la multinacional mexicana Cemex, que está siendo investigada y a la cual podrían reclamarle 450 millones de euros. En solidaridad con la destituida y considerando injusto el proceder, la Jefa de la Unidad de Grandes Contribuyentes dimitió de su cargo. Si hay que hacer caso de algunos inspectores de Hacienda, las presiones para paralizar la sanción a la cementera, sí han existido. Todo lo desmiente el ministro del ramo y asegura que "los relevos en la Administración Fiscal han sido modificados en puestos de libre designación derivados del cambio de dirección de AEAT de hace cuatro meses".

  Por si esto no fuera suficiente, también en los últimos tiempos ha trascendido el novísimo proceder implantado en la Agencia para la valoración real o ficticia de algunas facturas que conciernen a doña Cristina de Borbón, incluyendo el enrevesado sistema de cuantificación. Del montante total, más o menos de 120.000€, va a depender si el <<negocio>> se convierte en delito fiscal o simplemente se queda en sanción administrativa.

  Yo no sé si en lo concerniente a esto último debe de dar explicaciones el Ministro Montoro, pero, en cuanto a lo primero, no tengo la menor duda de que está tardando una eternidad para acudir al Congreso y aclarar el asunto, si lo puede hacer. No obstante, de verificarse las afirmaciones esgrimidas por la destituida, la dimisionaria y el grupo de inspectores, el jienense extrovertido debiera de ser cesadao, pues, en la hipótesis de que a la multinacional cementera le asistiera el derecho al recurso, no es el Ministro quien debe forzar a sus subordinados de la Agencia, que son quienes saben de la materia. Si la multinacional de marras considera injustificado el rechazo al recurso, puede acudir a la justicia y litigar sin temor a las costas procesales si llegara el momento, pues a la tercera compañía mundial en venta de cemento se le supones poderío económico para eso y mucho más.

  La idea del título encaja como un guante a la hora de valorar los últimos acontecimientos y algunos más, como por ejemplo la venta de 3000 viviendas de protección oficial por parte de la Comunidad de Madrid a un fondo de inversión para que especule y haga negocio sin traba alguna, o que de aquí a unos años, el magnate y controvertido Mr. Sheldon Adelson -investigado por turbios asuntos, entre ellos el de la explotación de trabajadores chinos- erija el denominado proyecto Eurovegas, y a tal efecto el Gobierno de España fabrique una legislación a la medida del americano para que suelte los cuartos. Los españoles asistimos resignados a la ejecución por parte del pensamiento único, que yo denomino liberalismo a todo trapo para el poder económico (reformas tendentes al bienestar y libre albedrío del capital, y desregularización absoluta para que las empresas del Ibex-35 y 35 subsiguientes, puedan campar a sus anchas y defraudar más si pueden a través de empresas pantallas ubicadas en paraísos fiscales, o asociándose con otras crear las SICAV, etc.), y a la contrarreforma sin piedad de la sociedad civil, a fin de tenerla bajo control en cualquier momento (reforma laboral, Ley de Seguridad Ciudadana, las concertinas de Melilla, pronto una contrarreforma de la Ley de Huelga, etc.); y a todo esto, sin tener noticias de la otrora influyente Socialdemocracia. ¿Qué ha sido de ella? ¿Dónde está?

  La Socialdemocracia europea se ha ido diluyendo como un azucarillo a la velocidad que ha ido abrazando sin disimulo el absoluto del libre mercado, ese que no acepta ninguna ingerencia para que el capital económico esté subordinado siempre al capital humano y no al revés. Sin término medio -es quizá un poco hiperbólica la apreciación, aunque con cierta lógica-, hemos pasado de la dictadura del Proletariado a la tiranía del Capitalismo. Pese a la exageración, en estos últimos treinta años, por mor de la globalización absurda -globalización del poder económico-, la regulación se ha hecho jirones con la libertad para el movimiento de capitales -antes se cobraba por las transacciones de capital-, o la proliferación y no al contrario de paraisos fiscales, alguno como Luxemburgo, integrado en la Unión Monetaria. Las veleidades del ministro Solchaga de hace casi treinta años pronosticando el chollo patrio, pues España era país propicio para hacerse rico en poco tiempo, con el añadido de la emergente Beautiful People, preludiaban lo que vendría pocos años más tarde, algo que ya venían haciendo Ronald Reagan en USA y Margaret Thatcher en UK.

  Con la brusca irrupción de la crisis económica mundial, en un arrebato de sinceridad que le precia, el entonces presidente de Francia admitía la necesidad de refundar el Capitalismo, pues tal y como lo conocíamos estaba agotado. Con el transcurso de los meses la idea se fue arrinconando hasta dormir el sueño de los justos. ¿Y por qué?, pues porque se ha llegado tan lejos, se ha condescendido de tal manera hasta el extremo de la sumisión ante el capital mudado ahora en capitalismo salvaje, que los políticos son incapaces de encauzar el rumbo. Hoy, quienes de verdad gobiernan son los lobbies, los fondos de inversión, las grandes multinacionales o empresas punteras, las agencias de calificación, las entidades financieras, etc. Don Mariano Rajoy como antes don José Luis Rodríguez Zapatero, se han convertido en correas necesarias de transmisión de la Troika. Apenas les ha diferenciado el pequeño matiz en la redistribución de la riqueza. Sin embargo, ambos navegan en el mismo barco. Aunque no debiera de extrañarnos sabiendo que el viejo continente es ahora la Europa de los mercaderes en contraposición a la de los ciudadanos. Nuestro país, para fortuna o desgracia es uno más de sus miembros.

  Mientras la Socialdemocracia europea no reniegue de esta inmoralidad en que se ha convertido el liberalismo de nuevo cuño -si es posible y la dejan-, jamás recuperará la credibilidad de antaño. Al menos el papa Francisco y algunas personalidades de la comunidad católica comienzan a advertir de este mal endémico que hasta hace bien poco  parecía no ser prioritario entre sus denuncias. El Pontífice ha dicho que el sistema actual mata. Sobra cualquier comentario al respecto.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Salvados

  Se trata de un programa de información y reportajes de actualidad que se distancia de los demás por la táctica incisiva con guante de seda del entrevistador Jordi Évole. El programa tiene una duración aproximada de 50 minutos y se emite los domingos a partir de las 21:30 horas de la noche en el canal de La Sexta. Bajo mi particular punto de vista, creo que asistimos al advenimiento de una nueva forma de hacer televisión, esencialmente realista. El programa  no tiene parangón  con otros de características, supuestamente análogas. ¿Qué lo hace único? Sin duda el rigor informativo que deja de lado la más mínima inclinación al sesgo. El joven periodista catalán disecciona con precisión de cirujano cada asunto candente de la actualidad, abarcando a través de entrevistas todos y cada uno de los puntos de vista del asunto, de manera que ningún condicionante se quede sin tratar. A este hallazgo de inusual ecuanimidad informativa, se ha de añadir la innata habilidad de Évole para interrogar a los personajes de manera que ante preguntas enojosas, los interpelados casi nunca se sientan presionados, o evasivos para escurrir el bulto, si éste se tercia. Y es que el conductor conoce el medio como muy pocos. Yo me atrevo a decir que también tiene un profundo conocimiento del ser humano, lo cual facilita su capacidad de penetración con naturalidad, sin apenas apercibirse el interlocutor de turno de estar cayendo en celada.

  Sería injusto ignorar al grupo de guionistas que están detrás de la magnífica arquitectura de Salvados. Santi González, Meritxell Aranda y Sergio Castro, son quienes hacen posible en mucha medida la atracción y autenticidad de las noches del domingo. En mi modesta opinión se trata de un programa muy recomendable para ver, incluso por aquellos televidentes descreídos tras tanto amaño por parte de las trincheras informativas  de los distintos bandos, empeñados en disputarse a cada españolito para llevarlo a su redil.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Dimitir no se conjuga

  Hasta hace bien poco sólo existían asomos de dinero despilfarrado, por no utilizar el término malversación, por parte del sindicato UGT en Andalucía. A la luz de los últimos datos aportados por el diario El Mundo, ese ovillo con supuestas insidias se empieza a convertir en otro de fundadas sospechas de, cuando menos, inaceptables anomalías en el uso del dinero público, algo que a día de hoy no se ha explicado con claridad. Y es que la federación del sindicato en Andalucía, además de mostrarse casi muda ante la información de la prensa, la investigación judicial, y por otra parte la demanda de la Junta para que retorne el dinero (hasta el momento ronda los dos millones de euros pero podría llegar a reclamar unos siete), anuncia que no habrá ningún movimiento antes del próximo día 9 de enero.

  El supuesto modus operandi de la UGT andaluza consistía en engordar montantes, a veces en emitir facturas falsas, y endosarlas para su cobro al gobierno de la Junta. Lo más sangrante de todo es que, a tenor de las pistas esclarecedoras de los últimos tiempos, mucho del dinero obtenido a través de subvenciones para impartir cursos o talleres a desocupados, se lo quedara los mandos del Sindicato en aquella comunidad. Así que en la última semana nos hemos desayunado con novedades tan burdas como la del presunto gasto, indecente a todas luces, de alrededor de 80.000€ para la compra de 700 bolsos de imitación y variados obsequios a repartir entre los sindicalistas asistentes a algún acto, dinero que debería ir destinado a la formación de parados.

  El secretario general del Sindicato, el señor Cándido Méndez, a pesar de pedir explicaciones a sus subordinados del Sur, no deja de alegar que se trata de una campaña ruidosa y bien orquestada para tapar el escándalo Bárcenas, y a lo mejor, matizando la afirmación, ésta tenga su lógica (no obstante esa campaña se circunscribiría a mi modo de entender a dos periódicos de Madrid que seguramente todos conocemos), pero el asunto no debiera ser óbice para que se depuren responsabilidades, y reclame, por la autoridad que le confiere ser el máximo mandatario, las dimisiones pertinentes si no se aclara el escándalo con premura. Dilatar en el tiempo la toma de resoluciones jugará en contra de la credibilidad y menoscabo del sindicato centenario. Por tanto, el señor Cándido Méndez no se puede escudar en la independencia de cada federación autonómica, y mucho menos tras comunicar la andaluza, que hasta pasadas las Navidades, no habrá novedad alguna. Es una tomadura de pelo en toda regla.

  A los sindicatos (que son esas asociaciones encargadas de velar por los derechos laborales de los trabajadores), como a los partidos políticos o a la Patronal, se les debe exigir una conducta intachable y coherencia, pero si me apuran, a los primeros más que a nadie, pues siendo como son el único apoyo del que dispone la clase trabajadora, ante conductas tan poco edificantes como la que me ocupa, se irá distanciando poco a poco hasta hacer que el movimiento sindical se extinga por inapetencia y descreimiento de compromiso.

  Con toda seguridad, si todo esto es cierto, en cualquier otro país de nuestro entorno, los responsables del desaguisado ya hubieran dimitido, pero esto es España, y el verbo dimitir ignora al verbo conjugar.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El héroe discreto

  La primera novela de Mario Vargas Llosa tras la obtención del Premio Nobel en 2010, supone, en cierta manera, una grata sorpresa para quienes nos consideramos seguidores suyos. Lo racional hubiera sido una novela sin más tras la conquista del supremo galardón, teniendo en cuenta que el libro se vendería sin ningún esfuerzo, pero el Autor no ha querido defraudar la espera impaciente de sus lectores y se ha esmerado.

  Lejos quedan sus primeras obras, como La ciudad y los perros o La casa verde, donde la ambición estilística del autor peruano se hace patente, hasta el punto de convertirse en pocos años en un renovador preclaro de la novela contemporánea y con ello en uno de los escritores que contribuyan decisoriamente al apogeo de la literatura sudamericana; si bien el merecimiento no se sustenta en el realismo mágico imperante, sino a partir de un tratamiento narrativo tan novedoso como peculiar, sin apenas precedentes. Consagrado al fin como impulsor de las nuevas vías narrativas, Vargas Llosa deja de modo definitivo el recorrido intrínseco en el procedimiento de redactar y, a partir de Pantaleón y las visitadoras se asienta en una composición menos elaborada y por tanto directa, sin por ello renunciar a su extraordinaria capacidad para desarrollar historias a veces de dudoso recorrido que, en manos menos sabias podrían desembocar en fracaso. La novela El héroe discreto pudiera acogerse a esa categoría, aunque seguramente me esté excediendo.

  La Novela consta de dos historias paralelas que un poco antes del final convergerán, si bien de modo liviano. A través de las páginas del libro se desgrana la vida y milagros de dos empresarios peruanos ya mayores, hechos así mismo. Uno de ellos, de nombre Felícito Yanaqué, sufre extorsión para que pague dinero a la mafia local a cambio de protección. El otro, Ismael Carrera, es viudo octogenario y está a punto de contraer matrimonio con su empleada de hogar, que tiene la mitad de años. Lo que comienza teniendo un fondo tirando a predecible y trasfondo de tintes graves en ambos casos, ira trocando por momentos en algo así como un melodrama, si bien esos cambios puedan parecer imperceptibles y hasta naturales según se avanza en la lectura. Ese es uno de los grandes logros de la Novela. El otro, sin duda, es la sapiencia del autor para saber dónde debe de poner punto y final a cada capítulo. Ese dominio de carpintería, además de unos diálogos ágiles y creíbles, hace que el retorno del autor de Arequipa se haya convertido en feliz acontecimiento, como también lo será la conclusión de la historia para quien la lea. Por poner un pequeño pero, yo me atrevo a decir que, posiblemente, la resolución del "embrollo" en que va evolucionando esa historia paralela (despachada en pocas páginas), sea un poco facilona tras tantas vicisitudes, cuando menos, fastidiosas, pero no deja de ser una apreciación personal.

  La lectura de la Novela es muy recomendable no obstante, lo que confirma la plenitud y vigencia del autor. Y especialmente recomentable en estos tiempos de inusual frío. Mucho mejor que perder el tiempo mirando y remirando el iPhone de turno. Pero bueno, esta es otra opinión personal.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Sicum dixit don Luis de Guindos...

... España abordará una segunda ronda de la reforma laboral para cuadrar las cuentas del año próximo, a pesar de haber dicho una y otra vez que los presupuestos estaban cerrados. Ante la Comisión y el Eurogrupo, nuestro país se ha comprometido a un nuevo recorte de 2.500 millones de euros, y por lo dicho, lo harán repercutir hasta profundizar un poco más en la mencionada reforma del año pasado. Si una vuelta de tuerca sobre la ley supone una reducción en el gasto de esa elevada cantidad, entonces no cabe la menor duda de que quien va a pagar el pato es el asalariado medio. Ahora se debe de hacer todo cuanto sea necesario para complacer a las autoridades europeas que sólo vislumbran un único sendero para dejar la crisis atrás: neoliberalismo a todo trapo para el poder financiero y constreñimiento sin disimulos al capital humano.

  Me llama poderosamente la atención que quien fuera hasta el 2004 Secretario de Estado de Economía con el señor Rodrigo Rato como su superior, haya sido desde el 2011 el ideólogo y principal impulsor de la política económica del gobierno popular junto al ínclito señor Montoro. No debiera de extrañarnos sus convicciones estrictamente liberales en lo que atañe a su parcela, sino más bien en la paradoja que ello mismo conlleva. Verán.

  Cuando el PP perdió las elecciones del 2004, don Luis de Guindos encontró acomodo como un miembro más del banco de inversión Lehman Brothers, esa entidad crediticia que todo el mundo especializado en materia califica como el germen mismo de la crisis financiera que posteriormente degeneraría en  otra más profunda de carácter político y económico. Al igual que otros bancos, Lehman Brothers fundamentaba la razón de su existir en una financiación claramente especulativa y virtual, al socaire de la brutal desregularización del sector financiero (una de las máximas de los gobiernos USA, y en particular del de George Bush y sus neocom a partir del 11-S), para así obtener suculentos y rápidos beneficios, aun a costa de poner en muy serio riesgo el equilibrio y músculo de todo el sector financiero. Así que, como aquí y en Europa, sin supervisión alguna, el banco americano daba créditos hipotecarios a diestro y siniestro, además de comerciar con las subprime o hipotecas basura de clientes con dudosa capacidad crematística, y todo al albur de los bajísimos tipos de interés. A todo esto, en el 2006, don Luis de Guindos era ya el director de una de las filiales de Lehman Brothers en España y Portugal.

  Con todo este razonamiento vengo a caer en la cuenta de que el ahora ministro de Economía y Competitividad, es un decir, debía de tener un perfecto conocimiento de todo cuanto se venía cocinando en la matriz americana. Si antes no dijo nada al respecto para advertir a los hombres fuertes del otro lado del Atlántico con respecto a los condimentos inapropiados para el plato, es que estaba completamente de acuerdo con el proceder de riesgo extremo; y si no era consciente de ello, a mí me parece que nunca debió de aceptar el puesto. Aunque yo me inclino por la primera hipotesis.

  El reverenciado desde Bruselas señor de Guindos, siendo parte integrante del ministerio dirigido por el señor Rato, en el otoño de 2003 decía en ABC lo siguiente: "No hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se van a ir moderando con más viviendas de alquiler y más transparencia en los procedimientos urbanísticos". ¿A que es para reírse? Lo más llamativo de todo este drama con final incierto, es que quienes han tenido una mayor responsabilidad en la crisis actual (las personas que dirigían las entidades crediticias), sean muchas de ellas las que tienen encomendada ahora mismo la imposición del sacrificio a las capas medias y bajas. O sea, que un número importante de personal bancario que apostaba entonces con los ojos cerrados por la expansión ilimitada, es ahora el ejecutor de los recortes y el empobrecimiento del ciudadano medio de a pie, a fin de preservar la supremacía del sector financiero.

  No sé en qué va a consistir esta segunda fase de la reforma laboral, pero intuyo alguna nueva barrabasada para quebrantar otro poquito más nuestra maltrecha Constitución en lo concerniente al artículado que recoge los derechos de los trabajadores.

  Para terminar, justo hace un año, el reputado diario inglés The Financial Times, valoraba a nuestro ministro como el peor de los responsables de economía en la zona euro, acreditando casi como único merito su soltura al hablar inglés. No me sorprende un ápice que las autoridades de la eurozona y muy en particular las germanas, no quepan de gozo ante la docilidad de nuestro gobierno para implementar las políticas económicas trazadas desde Bruselas. Por el contrario, si me pasma el contrasentido de que los bancos alemanes prestaran dinero a los países del Sur de Europa, y nadie allí, por lo visto, mantuviera un control exhaustivo en lo que atañe a lo razonable de tamaño dispendio, y si esos países prestatarios serían solventes o se convertirían en morosos ante el mínimo contratiempo. Ahora sí: a toda costa Alemania pretende que el dinero se les retorne a los bancos, esos organismos que legítimamente reclaman lo que es suyo, pero que en su momento tampoco supieron o quisieron ver el riesgo a tenor del descontrol generalizado. Ver para creer. 

  

jueves, 21 de noviembre de 2013

Una heroína

  Una niña que había puesto todo su afán en acudir a la escuela para sentirse más a gusto consigo misma y realizarse como ser humano, veía comprometida su integridad física por la intransigencia ideológica de una horda de hombres desalmados, la cual nunca admitió ni admitirá el derecho de las mujeres a la educación. A pesar de las amenazas y de saberse en el punto de mira si seguía asistiendo a la escuela, la joven no renunció jamás a su derecho a saber un poco más cada día. Estaba convencida de que la justicia estaba de su parte; y por tanto, si no transigía ante la intolerancia e integrismo, estaría colaborando con un pequeño granito a que otras niñas siguieran su camino.

  Un malhadado día del pasado año, mientras viajaba en el autobús escolar junto a otros niños, la joven fue tiroteada por un miliciano del TTP vinculado a los talibanes, poniendo en riesgo su vida por algo tan necesario como la educación universal. Esa joven que ahora cuenta dieciséis años no es otra que Malala Yousafcai.

  Ese acto de coraje por parte de la pakistaní sirvió para despertar las conciencias de muchos ciudadanos. Muy pocos hasta entonces nos habíamos dado cuenta de las penalidades de muchas mujeres que viviendo en países con fuertes raíces islámicas, no tienen los mismos derechos que los hombres. Malala es hoy, sin dudarlo, una referencia y un ejemplo a seguir por quienes aún creemos en los principios de equidad.

  La joven pakistaní ya atesora varios premios en reconocimiento a sus méritos personales. El último, el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2013. Ante la Eurocámara arranco los primeros aplausos con su intervención al citar la célebre frase de Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo". Desde luego no es nada descabellado conjeturar dentro de unos años con que Malala sea galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

  No quiero acabar sin antes reconocer el valioso ejemplo de Malala para los docentes de nuestro país. Se me ocurre que con estudiantes como ella, la labor de los maestros y profesores sería mucho más sencilla y gratificante. El sacrificio de Malala hace que el común de los mortales pueda al fin congraciarse con el mundo, pues la educación como necesidad ineludible es la que nos convierte en personas. Y si de verdad hemos adquirido una educación profunda, ésta nos llevará a desear la cultura.

  Felicidades Malala, te lo mereces.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Los desaparecidos en el limbo

En los últimos días, una resolución de la ONU (que apenas ha trascendido entre la opinión pública, tal vez por la actualidad de la huelga de limpieza en Madrid, o porque apenas preocupe en los mentideros patrios), insta al gobierno de España a tomar medidas correctoras en el plazo de un año para subsanar la pasividad y desdén en cuanto a los desaparecidos.

  Los pasados días 5 y 6, España era examinada por el Comité contra la Desaparición Forzada perteneciente a la ONU. Tras recabar información, escuchar a expertos y testigos, y analizar la famosa Ley de Amnistía del Gobierno Suárez, dicho comité ha resuelto que antes del 15 de noviembre del próximo año, nuestro país debe informar en cuanto a:

  - Si ha tomado decisiones para dejar sin efecto la Ley de Amnistía del año 1977, y para investigar las desapariciones forzosas cometidas durante todo el periodo franquista.

  - Si va a eliminar de la futura reforma de enjuiciamiento criminal la detención incomunicada.

  - Si va a dotar de recursos económicos, técnicos y de personal para la tarea de búsqueda de los desaparecidos.

  A día de hoy, creo que nadie ha escuchado una sola palabra de algún representante gubernativo en torno al asunto. Y eso que España es uno más de los 40 países que en su momento firmó a favor de la Convención Internacional contra Desapariciones Forzosas. En algún punto del articulado, el Comité indica que "el delito por desaparición no prescribe hasta cesar la desaparición forzada, es decir, que la persona aparezca con vida, se encuentren sus restos, o se restituya su identidad". Algún experto del Comité va mas lejos y dice: "La ley de amnistía española fue una legislación "pacificadora", pero más de 30 años después no puede constituir un obstáculo para la justicia. La justicia está vinculada necesariamente a la verdad, y la verdad es hija del tiempo".

  La Ley de Memoria Histórica del año 2007 vino a ser más bien un acto de buena voluntad que la solución al reclamo de tantísimos familiares de víctimas que desde mucho tiempo atrás pedían la intervención del Estado, pues contrariamente a las exigencias de ahora por parte del Comité, sólo venía a reconocer el dolor de las víctimas y al derecho de éstas a sacar a sus muertos de las cunetas o fosas comunes y a enterrarlos debidamente, pero con sus propios medios.

  Sinceramente, la resolución del organismo con sede en Ginebra, puede dar pie a discusiones acaloradas en cuanto a la conveniencia o no de hacer tabla rasa de la famosa ley de amnistía (imprescindible entonces para que la transición despegara), sin duda; no obstante, en lo concerniente a poner los medios económicos, técnicos y humanos para rescatar los cuerpos sepultados anómalamente, y que son reclamados por sus familias, creo que es un acto de justicia social. Ningún país democrático de nuestro entorno mantiene desaparecidos tras un conflicto (150.000 en nuestra querida España, según algunos estudiosos del conflicto bélico).

  Para terminar digo tajantemente que una guerra debe ser una de las cosas más estúpidas y horrorosas que puedan ocurrir. La nuestra, la Guerra Civil, fue el resultado del odio atroz entre dos bando enconados, irreconciliables. Por entonces, como en Europa, no había término medio: o azul o rojo, o estabas con la extrema derecha o con la extrema izquierda, no existía el espacio para la mesura. En cierta manera, nuestra contienda supuso el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial, y nuestro espacio geográfico pasó a convertirse en un terreno abonado para la probatura de nuevo armamento y tácticas militares por parte de las potencias que participarían poco después en la lucha por unas ideologías inadmisibles hoy día.


  Apostilla: ¿Quieren saber que hará España? Probablemente nada, aunque yo abrigo una pequeñita esperanza de que el Sr. Rajoy tome cartas en el asunto. Nuestro presidente, con casi toda seguridad, sólo asumirá la responsabilidad con la Historia cuando esa misma resolución se la imponga la UE a través de algún organismo jurídico, como el ahora famoso Tribunal de Estrasburgo; entonces sí, ese día correrá para celebrar un consejo de ministros extraordinario en el cual ordene una dotación presupuestaria extra, además de conminar al ministro o ministros implicados para que remuevan los anquilosados resortes del Estado, y así restituir la honorabilidad de las víctimas y hasta su reconocimiento, como sí han tenido los asesinados en el bando llamado nacional; todo cuanto haga falta con tal de contentar a las autoridades europeas que son quienes deciden si comeremos más o menos. ¡Bendito dinero!

viernes, 15 de noviembre de 2013

¿Presión o buena praxis?

  El caso Nóos parece tener muchas ramas que hasta más adelante no sabremos si se quedan deshojadas o se volverán perennes. Una de estas, y no la menor, teniendo en cuenta la singularidad de la interfecta, es la que alcanza a Doña Cristina de Borbón. Por un lado está el juez José Castro que lleva la invertigación, y por el otro el fiscal anticorrupción Pedro Horrach. Este último, a tenor del escrito presentado a aquél, pide la no imputación de la Infanta por no existir pruebas o cuando menos indicios racionales de delito, a pesar de que el Juez aún deba recibir una exposición concluyente de Hacienda en lo que respecta al modo de proceder de la aludida, y así redactar el informe pertinente. Parece que el Fiscal Anticorrupción de Baleares le ha enviado lo que se viene en llamar escrito preventivo, algo infrecuente entre las  instancias judiciales.

  La pregunta que nos hacemos una mayoría de españoles, es si el Fiscal hubiera sido tan diligente llamándose la protagonista, es un decir, Ana Fernández. ¿Se trata pues de una afrenta hacia quien debe decidir, o por el contrario es la profunda convicción del Fiscal en la inocencia de la Infanta?

  Se admiten cábalas. Por ejemplo: ¿Hay presiones desde la Fiscalía General del Estado para aminorar la maniobrabilidad del juez Castro? ¿Hay indicaciones desde las esferas más altas del porder político -vía titular de aquélla- para presionar al Juez de Palma, por el temor a que una imputación de Doña Cristina pueda convertir a la institución de la Corona -con un descrédito apreciable en los últimos tiempos-, en una entidad impostada de la cual termine renegando un buen número de españoles?

  Vamos a suponer que esos no sean los propósitos y efectivamente no haya motivos que justifiquen la imputación. Siendo así, no obstante, el señor Pedro Horrach, me temo esté haciendo un flaco favor a la Corona, pues con su modo de proceder tan insólito, no hace otra cosa que alimentar las suspicacias del común de los mortales. Aunque, efectivamente, deba prevalecer la presunción de inocencia.

jueves, 14 de noviembre de 2013

La última indicación de la CEOE

  La CEOE ha indicado hace unos días la importancia de que los asalariados paguen una cuota mayor a la S.S., aligerando así el esfuerzo de las empresas. La Patronal argumenta a tal fin la seguridad de dinamizar la economía española si los empresarios pagasen un porcentaje menor (hoy en torno al 80% frente al 20% restante que recae en los trabajadores), de esa manera dispondrían de más dinero para competir en igualdad de condiciones con sus colegas de la zona euro. Y pienso yo, siendo lego en asunto de tanta enjundia como el económico, si en la sede, además de sesudos, esforzados y muy bien remunerados patronos, no habrá economistas a los cuales consultar de vez en cuando en lo referente a la trascendencia o no de las propuestas mercantiles.

  Veamos. Hay en torno a 6 millones de parados, una merma generalizada de los sueldos (pero sólo de la clase obrera, porque la de los grandes ejecutivos no parece haber sufrido un quebranto parecido), ERES con indemnizaciones ridículas, pensionistas en constante aumento, inmigrantes probando suerte como en los años sesenta. Si además tenemos la constatación de que el consumo interno (viene a suponer del 60 al 65 por ciento del PIB), ha caído en picado desde el inicio de la crisis, yo no sé a ciencia cierta quién va a gastar los euros en otras cosas que no sean la vivienda, los alimentos y resto de primeras necesidades, si se da otra vuelta de tuerca hasta reducir un poco más el poder adquisitivo del ciudadano.
  
  A estos señores que teóricamente deben de representar a todo el tejio empresarial y no sólo al más encumbrado, los economistas que de verdad saben por donde pisan, deberían advertirles que de la crisis se saldrá cuando se recupere el consumo interno, cuando la clase media en vías de ser un ente residual, vuelva a consumir; si así fuera, las empresas venderían más y eso debiera propiciar la creación de nuevos puestos de trabajo. Arriesgar la recuperación únicamente a las exportaciones y al buen comportamiento del turismo es una temeridad, por no decir el suicidio.

  Que no traten de engañarnos con las mil y una reformas. El gran drama de España, aunque los políticos no se atrevan a decirlo con claridad, es el modelo productivo. El milagro económico español de la pasada década se sostenía sobre la insostenible economía del ladrillo. Una vez esfumado el monstruoso boom financiero-inmobiliario (llegamos a ser en torno a 20 millones de afiliados a la S.S., frente a los poco más de 16 de la actualidad), sin alternativa viable para vertebrar otro tipo de actividades sostenibles, cuando de verdad dejemos atrás la crisis, no hay más alternativa que la de estimular la demanda interna y no al contrario.

  Muchas veces me he preguntado adónde deben ir las ganancias de las grandes empresas (Ibex-35, y otras que no lo integran). Cuando escucho que tal sociedad acaba de obtener un beneficio de 3.000 millones de euros en los últimos meses, termino por hacer cábalas: Una parte pequeña para los accionistas, otra para pagar al Consejo de Administración, altos cargos, ejecutivos y asesores. ¿Y el resto? La mayor parte a especular, de manera que la empresa X  se hace con el 10% de las acciones de la empresa Y, y ésta con el 8% de la denominada Z. O a crear SICAVs en compañía de otros especuladores y que les supone pagar un irrisorio 1% de los poco más de dos millones de euros para tal fin. Naturalmente provisionan, creo que en torno al 10% en concepto del Impuesto de Sociedades, un porcentaje, en muchas ocasiones, inferior al que se les retiene a los trabajadores a través del IRPF.

  Y digo yo, ¿por qué no se les obliga a reinvertir una parte sustancial de la plusvalía en crear puestos de trabajo, en I+D+i, en la modernización de maquinaria e instalaciones, en formación de trabajadores, en prevención y seguridad del trabajo, etc.? No todo debiera ser estirar hasta el infinito el margen de beneficios; sin embargo, este es el sino de los tiempos, fruto de la desregularización sin cortapisas. Libre Mercado, sí, pero dentro de unos límites. La crisis actual, en mi opinión, es fruto del neoliberalismo devastador exportado con éxito desde los países anglosajones y abrazado sin disimulo por la UE.

  Si la CEOE cree que el camino a seguir para dejar atrás la crisis es devaluar, empobrecer un poco más a la clase media trabajadora, se equivoca de cabo a rabo, porque, una nación sin una clase media robusta, está abocada al más absoluto de los fracasos, por mucho que a quienes llevan las riendas del país se les llene la boca con la manida marca España.

lunes, 11 de noviembre de 2013

CANAL 9: AVISO PARA NAVEGANTES

 Estos últimos días se ha hablado largo y tendido de la desparición del canal autonómico. Es la primera vez que algo así ocurre en el territorio español. El Consell argumenta esencialmente la incapacidad económica para hacer frente a la readmisión de casi mil trabajadores despedidos a través de un ERE planteado en 2012 que, a tenor de la sentencia de la Sala de lo Social del TSJCV, obliga a readmitir a los damnificados al anularlo por, manifiesta, vulnerar la igualdad entre todos los empleados del Ente.

  ¿Cómo se ha llegado en 18 años de mayorías absolutas populares a generar una deuda de casi 1.200 millones de euros, con cuotas de pantalla ínfimas que rondaban últimamente el 5%? Las conclusiones pueden ser varias y probablemente estén interrelacionadas.

  El canal valenciano, creo que no es ningún secreto a voces, ha sido el paradigma de las televisiones intervenidas, donde se ha manipulado sin disimulo alguno, y donde el rigor ha sido una palabra maldita. Hace algunos años, sin la existencia de las redes sociales, la televisión jugaba un papel fundamental en el seguimiento de la actualidad; hoy día, la gente prefiere la ponderación y honradez, de ahí el auge exponencial de Internet. La moraleja es muy simple: si los políticos de turno -unos más que otros, obviamente- siguen empeñados en controlar los canales de televisión, la impostura y el descrédito terminarán aflorando como sus señas de identidad.

  Todo esto lo digo porque, no sería descabellado pensar en canales, tal vez con menor intromisión de la clase política, pero intromision al fin y al cabo, que siguiesen los pasos del canal levantino: léase particularmente Telemadrid y TV3, con deudas galopantes. Y por último, tampoco estaría de más que la Corporación RTVE tomara nota, pues, si bien por el momento no peligra la supervivencia, entre los asiduos de informativos empiezan a crecer las suspicacias en cuanto al manejo de las noticias. Esta es una apreciación personal sustentada en la caída de audiencia de sus informativos. Si bien es cierto que la televisión pública es líder en audiencia sumando todos los noticiarios y los del fin de semana, no es menos cierto que su supremacía en los de la tarde y noche hasta hace dos años, se ha visto superada por los emitidos en los canales privados Telecinco y Antena 3. Un ejemplo sintomático de por dónde van los tiros lo tenemos en un informativo de tanto predicamento y calidad como Informe Semanal. El programa nocturno de los sábados mantenía aún a principios de año una audiencia media que rondaba a veces los dos millones de televidentes, en septiembre no alcanzaba el millón, y ahora, lo relegan al baúl del olvido, emitiéndolo a medianoche. Muchos de los operarios que hacen posible cada semana el programa decano, se han quejado con amargura por el tratamiento que se le está dando, incluso han hablado de cierta injerencia, o indicaciones. Si ese es el camino a seguir a partir de ahora, será complicado que los noticiarios de TV vuelvan a tener los reconocimientos y premios que hasta hace no mucho, tres o cuatro años, tuvo en tiempos del director de informativos Fran Llorente.

  Para acabar y a modo de reflexión. Hasta hace dos años el Presidente de RTVE era elegido por dos tercios de los parlamentarios; hoy, si no se ha alcanzado ese techo en primera votación, con una mayoría absoluta en la segunda es suficiente. A buen entendedor pocas palabras. Digo yo. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La última del Señor Wert

  Cada vez que se toma alguna decisión de calado en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, asisto anonadado y sorprendido ante la capacidad de su titular para hacer la pirueta un poco más complicada cada día. Ahora, no satisfecho con tener soliviantada a una mayoría apreciable de españoles (padres, alumnos, educadores y ciudadanos de a pie), al tapadillo hace publicar en el BOE, el cambio de condiciones para acceder a las becas Erasmus, de manera que muchos de los alumnos con el curso comenzado en el Extranjero, se quedarían sin la ayuda del Estado. El Ministro, amparado o creyéndose a cubierto por la mayoría aplastante del partido gobernante, sin la necesidad del enojoso debate político con las otras fuerzas en minoría, pretendía convertir la modificación de condiciones en algo intrascendente, que pasara completamente desapercibido para la opinión pública y el resto de españoles. Gracias a un alumno Erasmus se destapó el pastel, armando un cisco de no te menees (también entre las propias filas populares).
  ¿En qué cabeza puede caber que con el curso iniciado se alteren las circunstancias según la pecunia de los becarios? Si esa era la pretensión del Ministerio, se hace y anuncia en verano. ¿No tienen unos presupuestos cerrados para este año? Pues si es como digo, se supone que el dinero para las ayudas sólo debería llegar hasta la finalización del curso pasado, no hasta octubre o primeros de noviembre. Vamos, digo yo.
  Lo que todavía me deja más en fuera de juego es la extrema osadía del Sr. Ministro, e incluso del gobierno que lo sustenta. ¿Es posible que el Sr. Wert hubiera actuado por su cuenta y riesgo sin haber consultado antes con alguno de los asesores jurídicos? No concibo que entre los casi 600 de que dispone el Ejecutivo -83 el Sr. Rajoy-, no hubiera alguno ducho en cuestiones judiciales, dispuesto a hacerle entrar en razón y advertirle que si el asunto trascendía al ámbito jurídico, sin la menor duda, el organismo facultado para dictar sentencia, revocaría por unanimidad "su apaño" atendiendo a una inseguridad jurídica de libro, si nos remitimos a las reconvenciones de los expertos en jurisprudencia.
  Ha tenido que ser el Presidente quien desautorizara a su subordinado visto el enésimo incendio de éste, al colegir el malestar de casi todo el mundo, incluida la Comisión Europea. Y es que cuando los organismos comunitarios muestran su enfado, el Sr. Rajoy sí comienza a recular y cuanto haga falta con tal de apaciguar sus ánimos.
  Yo aguardo expectante a la próxima ocurrencia del Sr. Wert; la cual, vistos los antecedentes, creo que no se hará de rogar.  

miércoles, 30 de octubre de 2013

ESPIONAJE ¿AHORA O SIEMPRE?



En estos últimos días asistimos como unos meros espectadores al espectáculo del espionaje masivo perpetrado, dicen, por el gendarme de Occidente, es decir: Estados Unidos.Yo, créanme, asisto estupefacto a esta especie de comedia de vodevil con final previsible. ¿A estas alturas de la película, alguien con dos dedos de frente puede ignorar que todos, de manera residual o intensa, somos espiados diariamente por los resortes del poder a través de sus centros de investigación?

  El "bompazo" ha estallado al tenerse conocimiento público de que a la todopoderosa canciller alemana le habían interceptado multitud de llamadas de su móvil, ¿y a quién no? Repentinamente parece como si a los moradores de este país se nos hubiera olvidado que también al Rey se le ha espiado y no hace tantos años de eso. Tal vez en este mismo momento los agentes husmeen entre las llamadas telefónicas del Monarca, del Presidente del Gobierno, de los ministros o de los líderes de la oposición; y con un mínimo de incertidumbre, podemos estar seguros que si eso es como digo, a una mayoría de ellos no les importará, pues es uno de los precios que han de pagar en su condición de personas encumbradas, al fin y al cabo a los agentes de inteligencia se les reviste de un poder ilimitado que pueden utilizar a su antojo.

  Otra cosa es cómo puedan mostrarse de enfadados ante la opinión pública, porque, probablemente, si este escándalo de carácter ético no se hubiera destapado a través de los medios de comunicación -mil gracias a todos ellos-, las autoridades en el poder mirarían para otro lado; pero, está claro, hay que mostrar indignación ante la presión mediática y los súbditos del reino.

  No nos llevemos a engaño: los países de nuestro entorno -digamos también cuantos se engloban en una democracia consolidada-, intercambian información reservada las 24 horas del día; y si los USA han espiado a lo largo de su historia, también lo hacen otros, incluida España. El barrido indiscriminado de conversaciones telefónicas puede llevar a esto y a mucho más, como llegar al extremo de conculcar una vez más la Constitución, invadiendo nuestro derecho al honor y a la intimidad en pro de la seguridad nacional.

  ¡Ay si los muros del CNI hablasen! Nos llevaríamos más de una sorpresa.

martes, 29 de octubre de 2013

A vueltas con la LOMCE

  En esta España nuestra que anda revuelta y enredada en medio de una crisis sin precedentes, parece que la LOMCE ha concitado entre sus habitantes la casi unánime animadversión de su articulado y del ideólogo, el ministro Wert. No es algo nuevo que la implantación de una ley tenga incondicionales y detractores, pero lo que llama poderosamente la atención de esta reforma educativa es que, incluso los colectivos que por afinidad ideológica debieran apoyar sin ambages el proyecto del Ministro, no sólo no lo hagan, sino que sin disimulos, a veces, se posicionen junto a esos otros que en buena lógica se sienten más confortados en la ley vigente, por el momento.

  Creo que la inmensa mayoría de españoles estamos de acuerdo en la necesidad de mejorar el sistema educativo a tenor de los constantes varapalos de los informes Pisa o de las estadísticas claramente desfavorables de la OCDE con respecto a países de nuestro entorno. Si bien deberíamos de echar una mirada atrás y ver de dónde venimos, pues apenas cincuenta años atrás, en 1964, los jóvenes que accedían a secundaría suponían el 45% y ahora el 81%; y a estudios superiores el 13%, siendo ahora el 37%. Por descontado, el gasto en educación era infinitamente menor que el actual, y no todos los jóvenes podían acceder libremente a los estudios, resultando de ahí un índice muy elevado de analfabetismo entre la población más desfavorecida.

  ¿Y en qué condiciones se debe reformar el sistema educativo? E ahí el quid de la cuestión. Yo, lo admito, no soy versado en materia, pero como cualquier hijo de vecino tengo una opinión formada que me voy a reservar para no ser tildado de adoctrinador. No obstante, sí me atrevería a decirle al Ministro que escuchase a los entendidos y se parara a reflexionar antes de dar por válida su Ley. Y a los que han firmado -casi todo el resto de partidos en la oposición- un pacto para derogar la LOMCE en cuanto el PP salga del gobierno, que dejen de meter sus narices de políticos apoltronados en sus despachos y que dejen a las autoridades educativas, pedagogos, filósofos y humanistas de reconocido prestigio, que sean quienes consensuen una nueva ley para presentar al gobierno de turno, siendo éste y la mayoría de la cámara quienes refrenden una ley que al menos pueda mantenerse veinte años sin ser modificada, y por supuesto, que no vulnere nuestra maltrecha Constitución.

  Para acabar, me asombra que alguien como el señor Wert, con el prestigio del cual viene precedido y con un currículo espléndido en el terreno de la sociología política y de comunicación, sea incapaz de analizar su rechazo generalizado y su valoración como peor ministro del actual gobierno, lo cual me lleva a pensar que, o bien es un ortodoxo sectario escasamente capaz de flexibilizar su pensamiento, o bien sus estudios y amplia experiencia en la rama, no le han servido para conocer en profundidad al ciudadano medio español.

jueves, 12 de septiembre de 2013

TRAS LOS VISILLOS

  Novela escrita en 2001, publicada en 2002 y reeditada ahora en formato digital.

  ¿Quién no ha ejercido de mirón en alguna etapa de su vida o a lo largo de toda ella? Nuestra condición humana nos incita a espiar al vecino o al más ajeno de los seres, como un forastero al que jamás hubiéramos visto. Desde la más remota antigüedad , los hombres, mujeres y niños, hemos sentido la necesidad de descubrir, de desvelar el misterio que se encierra en cada uno de nosotros. Una fuerza superior al raciocinio nos impulsa a abrazar la curiosidad oculta, el morbo de lo inesperado; en resumidas cuentas, a esclarecer el misterio más deseado.
  Bien es cierto que no existe un único camino hacia la curiosidad malsana, y por tanto la actividad indagatoria puede estar perfectamente organizada a través de un estado, ejército, empresa, grupo policial, medio de prensa; como también puede ser una mera iniciativa individual clandestina, de la cual no va a dar cuenta a nadie, como no sea a él mismo. El tipo de espionaje variará en función de las características e intereses de la colectividad o individuo empeñado en la materia. Así el espionaje puede ser de variados tipos, y uno de ellos bien pudiera ser el del estímulo sensual. ¿Quién no ha mirado sin prevención y hasta con descaro a una/un semejante por parecerle placentero/a la vista?
  En el terreno del voyeurismo con fines meramente estimulantes, se sitúa esta novela corta de final impredecible, donde la trama evoluciona a lo largo de unas pocas horas vividas con intensidad por Mencía Adiosgracia, pero donde se traen a colación todos sus años de vida que han girado alrededor del espionaje libidinoso, emboscados sus ojos tras unos visillos eternos.
  A través de sus páginas y por encima del desenlace, he tratado de profundizar en la compleja personalidad de la anciana, una mujer que ha tratado de sobrevivir de la mejor manera posible al duro golpe de una infidelidad cuando estaba a punto de contraer matrimonio.

sábado, 13 de julio de 2013

 En próximas fechas Tras los visillos, obra ganadora en 2002 del Premio Hontanar de Narrativa Breve, verá la luz en formato digital en la editorial Ebooks Bierzo.