viernes, 30 de mayo de 2014

Aún es posible


  Hace mes y medio, concretamente el 14 de abril pasado, más de doscientas niñas eran secuestradas en Nigeria por el grupo islamista Boko Haram. Las niñas se examinaban cuando un grupo de terroristas armado irrumpía en la escuela secundaria de la aldea de Chibok, llevándolas consigo a bordo de camiones. La noticia que resulta estremecedora, parece que fuera de las fronteras africanas no trascendió como cabría suponer en los primeros días, debiendo de pasar unos cuantos más antes de que la comunidad internacional mostrara una cierta reacción, tímida por otra parte ante semejante barbarie. Incluso en el propio país, las autoridades tampoco mostraron inicialmente una consternación acorde al hecho, admitiendo su presidente Goodluck Jonathan con resignación, desconocer el paradero de las desdichadas; esa sensación de penar que ahora sí se tiene después de que padres, intelectuales y ciudadanos en general, hayan exigido una respuesta más contundente por parte del Gobierno.

  Por su parte, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, un día dice que liberará a las muchachas por medio de un intercambio de prisioneros, otro que las venderá como esclavas o serán obligadas a contraer matrimonio por la fuerza, y entre semanas, como un genocida integral, de una tacada se carga a más de 400 personas. Mientras continúa el cautiverio, se difunden rumores cuando no testimonios de niñas que han podido huir, en forma de violaciones sobra las más jóvenes en grupo, o entregas para convertirlas en esposas de sus propios captores. Y todo porque las niñas no deben recibir educación, o al menos la que ellos entienden como maléfica, no en vano Boko Haram significa en su lengua nativa "la educación no islámica es pecado". Este brazo ejecutor pretende ser la prolongación en el corazón africano de Al Qaeda, siendo su cometido imponer la  sharía o ley islámica en Nigeria, un país con más de 160 millones de habitantes, en donde la mayoría musulmana se asienta sobre el norte y la mayoría cristiana predomina en el Sur.

  Como ocurre casi siempre con sucesos que no interfieren en la sacrosanta economía o acontecidos en naciones con escasa influencia, las autoridades mundiales miran para otro lado, y sólo cuando la opinión pública, pero sobre todo la sociedad -siempre muy por delante de sus representantes en lo que concierne a derechos humanos- se escandaliza y pide que se pongan los medios necesarios a fin de subsanar semejante ignominia, es cuando se afanan en la obra sin exceso de entusiasmo. Así EE.UU., ha movilizado a 80 militares que se añaden a una treintena de expertos en materia enviados días antes para ayudar al gobierno nigeriano en el rescate. A tenor de las escasísimas novedades en cuanto a la hipotética liberación, todo hace suponer que las jóvenes todavía habrán de sufrir muchos días de cautiverio y humillaciones, no siendo descabellado visualizar nuevas imágenes propagandistas como la de la farsa del abrazo fraternal, esa donde se las ve ataviadas con el velo musulmán al tiempo de orar sentadas sobre el suelo y admitir haberse convertido al islamismo por obra y gracia de Shekau. Por cierto, repugna pensar que un individuo como éste disfrutara paseando algún día por las calles de cualquier ciudad española sin que se le pudiera tocar un pelo gracias a la reforma de la Justicia Universal.

  Por encima de otras miserias ensalzar la gran movilización actual, generada gracias a la plataforma BringBackOurGirls, con fuerte impacto mediático en USA. Un abogado, Ibrahim M. Abdullahi fue el primero en lanzar un tweet con la mencionada etiqueta "Al principio no fue una campaña coordinada. Fueron un número de individuos que usaron Twitter para concienciar a la comunidad internacional y para llamar la atención de cuanto estaba pasando", le dijo Abdullahi a la BBC en una entrevista. A día de hoy, más de 3,2 millones de usuarios en dicha red, han mencionado el hashtag o etiqueta que en castellano sería DevuelvanANuestrasNiñas. Sin reservas quiero dar mi más profundo apoyo moral a quienes han tomado tan loable iniciativa y a las personas que sobre el terreno tratan de descubrir la guarida de esa banda sanguinaria que desde el año 2009 ha asesinado a más de 5000 seres humanos. Aunque no va a ser fácil y tal vez acabe con un derramamiento de sangre, aún es posible liberar a estas niñas del infierno y fanatismo de una ortodoxia deshumanizada.

viernes, 23 de mayo de 2014

Un coladero

  Desde el pasado 15 de marzo está en vigor la reforma de la Justicia Universal tras el voto único y mayoritario del Partido Popular en el Congreso. Con la nueva propuesta se pretende frenar la investigación en torno a delitos que no se hayan cometido dentro de nuestras fronteras. Desde entonces y a día de hoy han sido puestos en libertad 43 narcotraficantes, un número que irá en aumento con el transcurrir de las semanas si alguien no le pone remedio, añadiendo a la lista a torturadores, genocidas, violadores, etc. 

  La Justicia debe de ser presta, ecuánime, reparadora que no vengativa, y de carácter universal, huyendo de cualquier localismo cuando el delito sea flagrante, osease, producido en La Habana, Sebastopol o en mitad del océano. Siendo de pura lógica, advirtiendo la mayoría de jueces y magistrados de tamaña chapuza a quien rige y debe reformar el músculo de la judicatura desde el ámbito político, es un desatino que él, el sr. Ruiz Gallardón, jurista para más señas, con amplios conocimientos en la materia, además de hombre cultivado y probablemente con la cabeza mejor amueblada de cuantas reflexionan cada viernes en torno al Presidente para hacer más "llevadera" la vida de los españoles, haya optado, a indicaciones de éste y de poderes más alejados por ahuecar el ala y mirar para otro lado por si las moscas. Y mientras tanto, supongo que un buen número de ciudadanos asistimos estupefactos a la procesión de criminales excarcelados, por no llamarlos armas de destrucción masiva, pues no dejan de ser individuos sin entrañas que no les importa lo más mínimo la degradación de miles y miles de personas cuando no el destrozo de familias enteras con tal de obtener pingües beneficios a cuenta del tráfico de drogas. Y mientras eso ocurre, una amplia mayoría de los medios que tienen por misión la de informar, pasan de puntillas sobre el tema cuando se produce una nueva suelta de prisioneros, algunos de ellos sin haber pasado siquiera el año entre rejas. De verdad que es para que a uno se le caiga la cara de vergüenza, y más si hacemos la comparación -odiosa, cierto, pero no se debe ignorar- de aquellos días no tan lejanos, cuando la facción informativa más radical condenaba con rotundidad cada puesta en libertad de algún etarra tras haber cumplido condena de varios años con sus correspondientes beneficios penitenciarios a los que tiene derecho todo recluso. No puedo admitir el opuesto proceder como no sea a partir de una vertiente ideológica interesada, pues si no es así yo no entiendo nada. La prensa en general debiera denunciar sin cortapisas este escándalo, de lo contrario se puede pensar en la complicidad de quienes la dirigen, algo por otra parte nada descabellado teniendo en cuenta que los propietarios de casi toda ella pertenecen en su mayoría a empresas del Ibex 35.

  Y desde luego aún entiendo menos la escasa repercusión que está teniendo entre los políticos que aspiran a hacerse con un sillón en el parlamento europeo, ese goteo incesante de criminales puestos en la calle. En mi modesta opinión, ésta sí que sería inestimable "munición" para utilizar contra los actuales gobernantes, por otra parte favoritos para hacerse con la victoria, aunque esta vez sin mayoría absoluta. Me parece a mí tema de capital importancia y que Europa debería debatir a fin de influir en el gobierno español para enmendar su garrafal error. No obstante, que apenas surja en el debate de las ideas la Justicia Universal como la conocimos hasta anteayer, evidencia el pobre nivel de la actual clase política española, salvando honrosas y contadísimas excepciones.

  Por su parte el sr. Ruiz Gallardón se está cubriendo de gloria con la dejación de funciones en asunto de tal relevancia, un desaguisado más a añadir a la subida de tasas que deja con escasas opciones de litigar a los menos pudientes, o a la nueva ley de seguridad ciudadana que restringe la capacidad de movimiento de las personas, o a la pretendida privatización del Registro Civil en favor de los registradores de la propiedad, amén, como sí ha ocurrido con otros de sus predecesores, de firmar múltiples indultos sin rigor. Para mí sin dudarlo, y lo digo con pesar, es una de las grandes, sino la mayor decepción del Gobierno. Para este viaje de persona tan instruida sobraban alforjas; mejor otra en su lugar sin tantos conocimientos pero con algo tan básico como el sentido común y la justicia, valga la redundancia.

domingo, 18 de mayo de 2014

¿Y después qué?

  Pues probablemente nada. Lo más razonable es pensar que tras los próximos comicios del 25-M en la UE todo seguirá como hasta ahora, sin cambios. Ganen unos u otros, populares o socialdemócratas del Viejo Continente, es lógico pensar en el inmovilismo, no vaya a ser que alguien se mueva y no salga en la foto. La Derecha Democrática tiene asumido su rol que es el consignado por el poder fáctico transmitido a través de la sra. Merkel, es decir, máxima deferencia hacia la macroeconomía y desatención indisimulada por la ciudadanía, particularmente aquella con más impedimentos para sobrevivir. Por lo que respecta a la Socialdemocracia, de un tiempo a esta parte parece haber, sino abjurado de sus postulados más reconocibles, si sentirse confortada con el dogma del reinventado liberalismo exportado desde los países anglosajones, aunque con matices, por aquello de preservar una mínima autonomía del compromiso social con respecto al predominio popular de índole más individual o privado. Es cierto que la Izquierda Democrática alardea de una conciencia social y a la mínima oportunidad la saca a pasear, pero, ¿alguien en sus cabales cree que de vencer por mayoría suficiente aplicaría sus proclamas de solidaridad? Francamente es difícil de creer, pues hoy los políticos, sean del signo que sean, están sojuzgados por los gerifaltes que detentan los mecanismos y palancas del ramo financiero/económico, tal es el dominio conseguido por éstos al albur de las políticas desregulatorias o liberalismo a ultranza sin control desde los años ochenta, incrementadas sustancialmente tras la tragedia del 11-S.

  Hace ya años que Europa se ha traicionado a sí misma. A la UE se le quiso dar una carta de naturaleza con prioridad por los derechos y libertades de los europeos antes que sobre el resto de vertientes incluida la económica; incluso en algunos países como España se llegó a aprobar una constitución europea. Hoy toda aquella efervescencia se ha quedado en agua de borrajas, algo evidenciado con total virulencia al estallar esta crisis infame. Lejos de corregirse o regularse las anomalías existentes que contribuyen a lastrar al conjunto de la ciudadanía, lejos de modularse la autoridad omnímoda del presente capitalismo que galopa desbocado cual caballo de Atila, las autoridades políticas son condescendientes con aquélla y disimulan, cuando no cohabitan con desconcertante naturalidad; un auténtico escarnio para el común de los mortales. Así nos encontramos con naciones como Luxemburgo que es paraíso fiscal, o Irlanda, donde una empresa puede establecer su sede social y apenas pagar impuestos. Pero digo yo, ¿no se trataba de hacer una convergencia fiscal para que nadie tuviera ventaja sobre el vecino? Y ahí está esa vergüenza llamada Sicav creada con un mínimo de 100.000€ y que paga una cantidad irrisoria comparada con un empleado de nómina que debe apechugar con el IRPF. No digamos de la dejación de los últimos años en lo referente a la política migratoria, problemática agudizada con la dejación de la ayuda económica a la cooperación internacional. Sin embargo la clase política, la española al menos, si parece preocuparse por coartar al máximo los movimientos atrevidos de sus súbditos, promoviendo una legislación coercitiva en pos de la preservación absoluta del negocio financiero/económico. Ese es el contradictorio proceder de quienes se denominan liberales, y obviamente lo son, pero con los más poderosos.

  Y hablando de España. El jueves pasado charlábamos un grupo de amigos sobre el tema de las elecciones a cuenta del debate televisivo entre el sr. Arias Cañete y la sra. Valenciano. Mi amigo Santi, con vocación de político sin ejercicio, decía que hacía muchos años que no había visto en pintura un programa político, <<¿y existen; pero de verdad se imprimen o es todo una pura invención?, Ahora no se reparten como antes>>, decía consternado. Añado yo: ¿nos molestamos en leer al menos un resumen programático aunque sólo sea el del partido al que vamos a votar? ¿Nos molestamos en comprobar si las propuestas de nuestra elección colisionan con la Constitución? ¿Conocemos grosso modo el articulado de nuestra Carta Magna? ¿Nos limitamos a votar con fe ciega al partido con más afinidad sin tener en cuenta otras variables? ¿Condescendemos siempre con el partido predilecto haga lo que haga, o tratamos de ser críticos y llegado el momento nos atrevemos a castigarlo sin el voto? A pesar de los pesares y de la imperfección del actual sistema democrático, yo pienso que se debe de participar, aunque finalmente se opte por el voto en blanco o nulo.

  El amigo Santi, con vocación real de político, que eso dice él, admitía que el debate televisado le pareció infumable, por no decir algo peor. <<Entre la dichosa apostilla de la herencia recibida -me inmiscuyo para decir que para otra ocasión habría que hablar de las herencias aún no recibidas, como las comunidades de Valencia o Murcia, o la ciudad de Madrid-  y la retahíla de buenas intenciones que suenan a postizas, quedé hasta la coronilla. Si el futuro comisario es el hasta hace bien poco ministro mejor valorado del actual gobierno, apaga y vámonos>>. Yo añado que el sr. Arias Cañete no parecía él, sino un autómata teledirigido, gobernado por un sinnúmero de asesores que tratan de ayudar y lo único que consiguen es atolondrar al protagonista de marras. Pero eso es algo que merece una reflexión aparte, si bien es cierto que a los populares de la calle Génova le sobran asesores a manta. Por otra parte, a la sra. Valenciano se la pusieron como a Felipe II, así que rascó donde más podía aprovecharle, proponiendo acciones genéricas que ni siquiera fueron rebatidas por su manso rival, pues a lo que parece, el sr. Arias Cañete es muy respetuoso con las féminas, y si hubiera sido el mismo, que se conoce, entraría a matar. Ciertamente desafortunadas las declaraciones del día después justificando su perfil bajo en el debate. Vamos, que terminó de afianzarse en el revolcón.

  Para finalizar y hablando de infortunios, justo antes del debate patrio, en Europa se hacía otro a cinco y más ágil. Triste es pensar que pueda ser el luxemburgués y popular Jean Claude Juncker, muchos años primer ministro del paraíso fiscal en aquel país, quien vaya a llevar las riendas de la Comisión Europea, una de las tres patas que conforman la Troika. Escucharle en boca del intérprete de turno es mirar al prototipo de tecnócrata con la única preocupación por los grandes números, un hombre que parecía levitar pues le resultaba enojoso pisar en tierra firme. Claro que tampoco parece ofrecer mayores expectativas el socialdemócrata Martin Schulz. En resumidas cuentas y como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual. A mí no me importaría que se quedara Durao Barroso, ¿total?

domingo, 11 de mayo de 2014

Villafranca, turismo


  Sobre Villafranca y su destino se han vertido opiniones en infinidad de artículos en los medios escritos, se ha conversado en la radio y hasta en la televisión, pero somos fundamentalmente los villafranquinos quienes hablamos, confrontamos y discutimos desde hace decenios tratando de buscar la mejor solución de futuro, el remedio a su abatimiento ancestral, sin que por el momento nos hayamos topado con el bálsamo de Fierabrás, o para ser más exacto, con la fórmula perfecta. La Tierra, esa minúscula canica donde vivimos, no ha dejado de dar vueltas en torno a su eje y alrededor del Sol a lo largo de millones de años, algo por otra parte tan absurdo y simple que hace factible la vida de los terrícolas; sin embargo, la Villa ha dejado de pulsar en el reloj del tiempo desde hace casi un siglo hasta pararse. Ya en su incompleto Viaje al Bierzo Bajo de 1967, Ramón González Alegre titula uno de sus apartados Un pueblo bellísimo en moribundia, lo que venía a confirmar entonces el incipiente ocaso que luego se ha venido agudizando con el transcurso del tiempo. Todos los villafranquinos nos hemos sentido apenados e incluso -es una apreciación personal- acomplejados por el ingrato rumbo que tomaba la Historia vengándose de la nuestra, tan brillante, aseada y ejemplar hasta anteayer como quien dice. Nos fastidia que Ponferrada, la eterna rival, sea ahora la localidad pujante, la de referencia, cuando ni siquiera había llegado a ser capital de provincia en tiempos de la Pepa, aunque estuviera compitiendo para serlo hasta el último instante. Pero Villafranca tenía entonces peso y poder de influencia como para seguir liderando al Bierzo, al menos desde las instancias políticas, y cuando menos rivalizando con aquélla por la primacía comercial de la Comarca.

  A día de hoy Villafranca ha desatendido la poca industria con la que contaba, el comercio continúa declinando, y por supuesto ha perdido servicios tan dispares y básicos como el Juzgado de Primera Instancia, la estación de tren, el cine-teatro con proyecciones o representaciones regulares, o el colegio de enseñanza de los PP.PP., etc. Lo único de lo que sí puede presumir es de su considerable patrimonio histórico y artístico, amén de un entorno de belleza incomparable. Si esto es como creo que es, los villafranquinos deberíamos unirnos y volcar el esfuerzo común en algo tan de moda hoy como es el turismo, en este caso turismo de interior. Las posibilidades son inmensas y el resultado final puede ser gratificante, haciendo que el beneficio aún por llegar redunde en una nueva y desconocida prosperidad; aunque para ello y como premisa esencial, todos, absolutamente todos, debemos de creer a pies juntillos en las enormes posibilidades sin tantear que ofrece nuestra Villa. Creo no exagerar diciendo que si Villafranca del Bierzo se ubicara en una comunidad como Navarra, Rioja, País Vasco o Cataluña, cualquiera de ellas con mucho más empuje y altura de miras que la nuestra, sería enclave de obligada visita para turistas ávidos de cultura, paisajes y por qué no, costumbres. Al impulso de los habitantes en aquellos lares, se uniría el apoyo económico y de otra índole de los respectivos dirigentes políticos que bajo ningún concepto dejarían apagarse un lugar tan singular. Yo he visitado algunos pueblos y ciudades con menos credenciales, y no obstante se han promocionado como el no va más, pese a que sus virtudes se circunscribieran a una promoción exagerada, a estupendas carreteras de acceso, con sus calles, plazas, rincones y edificios/monumentos limpios y cuidados, con señalización clara y precisa de los espacios pintorescos; en resumidas cuentas, dando la sensación de armonía en su conjunto.

  Los villafranquinos debiéramos de olvidar las protestas cuando se cuece el guirigay, y agradecer que los visitantes abarroten nuestras calles, sea en fiesta patronal o a golpe de Fiestizaje. Es nuestra obligación luchar hasta extenuarnos para involucrar a las diferentes instituciones y en particular a la Junta a fin de asegurar la preservación del abundante patrimonio monumental con que contamos, reivindicar hasta el desespero la obligación de dotar a nuestra Semana Santa con el marchamo del interés regional y demandar la mejora, promoción y divulgación de algo tan básico para el Bierzo como es el Camino de Santiago. Pero a su vez, nosotros tenemos la ineludible obligación de apostar antes por la unidad de acción, por valorar cualquier idea novedosa que pudiera ir en beneficio de la Villa aunque a primera vista nos parezca peregrina. Y yo a título personal, apostaría sin rodeos por seguir fortaleciendo la oferta cultural como valor añadido para cuando lleguen los días venturosos del turismo de masas. Mas todo esto es fácil de decir cuando uno está fuera, ¿verdad? Entonces lo mejor una buena imagen y saberla vender.


  Hablando de ideas. El otro día leía en el semanario Bierzo 7 una propuesta más que interesante expuesta en un artículo de Víctor Martínez. Al rebufo del próximo mundial de ciclismo a celebrar en cuatro meses, el autor plantea la oportunidad de hacer una "Clásica del Bierzo" como hay otras muchas que dan prestigio a los lugares donde se desarrolla, tal es la Milán-San Remo sin ir más lejos. Víctor Martínez sugiere una carrera con inicio y final en Ponferrada después de un recorrido de 190 km. y tras circular por las localidades más importantes, entre ellas Villafranca. El autor considera que el próximo mundial puede servir como vehículo promocional del Bierzo a lo grande, por tanto no habría que dejar de lado posteriormente la alternativa anual de una clásica, pues advierte del favorable impacto visual que las imágenes difundidas en septiembre a multitud de países puede infundir en el ánimo de los televidentes, atrayendo así su necesidad de conocer el terreno in situ, por aquello de que "una imagen vale más que mil palabras". Si finalmente prospera la interesante idea que él presupuesta muy por debajo del coste mundialista, en torno a 600.000€, creo que Villafranca tendría que volcarse en ella y colaborar dentro de sus posibilidades pecuniarias.

  Es fundamental el trabajo en equipo, unidos; y si inesperadamente surge una iniciativa, en este caso de carácter comarcal, apoyarla sin ambages hasta las últimas consecuencias, porque el bien del Bierzo redundará en el beneficio de Villafranca. Pero antes del atrevimiento, de arriesgarnos, hay que creer ciegamente en cuanto se haga, pues la fe mueve montañas.

sábado, 3 de mayo de 2014

¡Que vuelva Sarkozy!

  Definitivamente la Socialdemocracia podría ir pensando en un epitafio para dejar escrito junto a su legado que se marchita precipitadamente. El presidente francés puede ser el perfecto oficiante del sepelio con la decisión de nombrar a Valls Primer Ministro de la República. La ilusión desmedida por la victoria de Hollande, el cual parecía encarnar el revival o una especie de oasis de la izquierda en medio del dominio apabullante de los conservadores en prácticamente el resto de Europa, ha trocado en un desencanto generalizado de los ciudadanos inconformistas que con su nombramiento aspiraban a un golpe de timón en la gobernanza europea. Al final ha renunciado a los principios sociales para hacer seguidismo de las directrices emanadas desde el Norte del Continente, y para ello nada mejor que nombrar al barcelonés de nacencia como ejecutor de los recortes de la "única" receta posible para blindar el euro, salvaguardar el capitalismo y a las élites minoritarias que son quienes lo sustentan. Valls es miembro socialista francés, cierto, mas podría estar afiliado a la UMP o incluso ser integrante de las huestes de Marine Le Pen; por cierto, un hecho este del travestismo político que empieza a ser más frecuente de lo deseable en España y en muchos otros países, haciendo un daño irreparable a los votantes de izquierda que aún piensan en la política como algo indispensable para transformar el mundo y con ello alcanzar el mayor bienestar posible de la sociedad, sin que ésta deba de estar sometida a los intereses espurios del poder económico y financiero. Si quienes todavía integran la izquierda moderada europea no clarifican su pensamiento frente al único imperante de los recortes y el ahondamiento en las desigualdades, si no se alían y acuerdan una voz única y contundente frente al dominio conservador y a favor de los ciudadanos de a pie, y lo que es más importante, no piensan en la posibilidad, aunque sea pequeña, de mejorar la vida de la sociedad a partir, eso sí, de un libre mercado pero regulado a través del poder político, lo mejor que podrían hacer es irse a casa o cambiar de bando. La gente no es tonta, y para hacer esa política de martillear una y otra vez en el clavo más vulnerable de unos años para acá, si no hay otra alternativa posible, mejor que el martillo esté en manos de los mismos; al fin y a la postre son quienes mejor conocen el percal. Visto el panorama, con el socialismo obnubilado, fagocitado por el poder abrumador de una derecha unidireccional, la derrota en los próximos comicios de mayo puede ser dolorosa, pues quienes algún día confiaron en aquella máxima de equidad social pueden hoy buscar algo más extremo, optando por políticos más radicales.

  El caso es que a Nicolás y a Ángela, pareja de hecho, se les estropeó un día la furgoneta con la que transportaban a las tiendas y supermercados las mercancías. Siendo su medio de vida no les quedó otra que el arreglo. En el taller les advirtieron de la conveniencia de una nueva que valía sus buenos cuartos, y si no, pues apañarse con la misma, pero sin superar jamás los 50 a la hora. Como nadie les daba crédito y tampoco eran muy aventurados, optaron por ir tirando con el viejo vehículo hasta que llegaran días más propicios. Mientras, otro chófer de la competencia que atendía por el nombre de Barak, y otro más que era conocido por David, viendo que la ocasión la pintaban calva y que los supermercados y tiendas anhelaban más puntualidad en la entrega para hacer caja desde primeras horas de la mañana, a pesar de la deuda que tenían, especialmente Barak, optaron por pedir crédito y comprarse unas nuevas que les permitía alcanzar los 100 a la hora. Así las cosas, ambos chóferes fueron reclamados por casi todos los establecimientos ante la prontitud de las entregas, de manera que la pareja formada por Nicolás y Ángela, a pesar de no tener casi deuda, comenzaron a sufrir las estrecheces al no generar beneficios porque todos se los llevaban sus competidores; y éstos, particularmente Barak, aunque deben mucho dinero, empiezan a devolverlo, pues el negocio va viento en popa.

  ¡Que vuelva Sarkozy! ¿Que regrese junto a Merkel! A pesar de sus múltiples problemas con la justicia, como ese del caso Bettencourt por la financiación irregular de su campaña electoral -¡mira que me suena!-, mejor Sarkozy que Hollande para reequilibrar las cuentas públicas. En un arrebato de sinceridad, decía el Expresidente estrenada la crisis financiera con el desplome de Lehman Brothers, que había la ineludible obligación de refundar el capitalismo porque tal y como lo entendíamos estaba agotado. Aquello no dejó de ser un brindis al sol, pues un conservador como él jamás podría llevar a término algo así, y tampoco sus correligionarios se lo iban a permitir. Pero, mejor Sarkozy, ¡que vuelva ya! Aunque esta Europa, más que nunca de los mercaderes, discurra al ralentí en contraposición a USA, UK, Canadá y otros países, incluidos los emergentes, que no padecen el yugo de la moneda única.