martes, 23 de diciembre de 2014

Feliz Navidad

  El año está a punto de concluir y como cada diciembre casi todos nos proponemos ser un poco más buenos, ser mejores personas, también cuidarnos algo más. El propósito de enmienda es sincero, acorde a fechas tan señaladas; pero en cuanto se retiran belenes, árboles y las luces que adornan las calles más comerciales de nuestros pueblos y ciudades, una vez los Reyes han tomado el camino de regreso a Oriente, esa especie de acuerdo tácito se diluye vertiginoso como lo haría un azucarillo en el café de la sobremesa. Así que no voy a ser original y me limitaré a desearos a todas y a todos paz, salud, trabajo y prosperidad en el nuevo año a punto de comenzar, además de que disfrutéis de una fiesta tan entrañable y familiar como es la Nochebuena. (Para leer el relato entrar en la palabra coloreada).

sábado, 20 de diciembre de 2014

El lago de Carucedo

  La había leído hacía la eternidad y ya no retenía con claridad la historia narrada. El título me evocaba la cercanía de la tierra, una novela sombría y a un tiempo mágica; pero, nada en cuanto a la desdichada existencia de María y Salvador, ni al más tenue recuerdo de un trasfondo religioso, sólo la rotundidad postrera del agua conformando un nuevo lago.

  A mí me parece una novela que trasciende más allá del fin último que es el de complacer al lector. Y si bien pudieran llevar razón aquellos que la consideran obra menor y hasta un mero ejercicio de adiestramiento literario previo a la redacción de El señor de Bembibre, su obra cumbre, a través de sus casi 60 páginas subyace el combate interno entre la espiritualidad y la pasión, entre el deber de fidelidad a un hábito y el enamoramiento de una mujer.

  Quienes firman algunas de las lecturas críticas que acompañan a la obra dicen que le falta unidad narrativa. Es posible, pero, ¿cómo se habría podido subsanar el teórico defecto? Me parece a mí que esta novela breve perdería parte de su encanto si el villafranquino hubiera optado por otro planteamiento o esquema. Ciertamente la parte II. La flor sin hojas, puede considerarse como una historia contada al margen del meollo, que es la relación entre Salvador y María, una aparente digresión; mas, ¿alguien se atrevería a plantear una alternativa diferente? En beneficio del autor está su corta edad de 25 años cuando escribió la novela.

  Por lo demás, Gil se muestra de nuevo como maestro insuperable para las descripciones paisajísticas, se reivindica  en claro exponente del romanticismo (El lago de Carucedo lo rezuma a borbotones) y por supuesto es un extraordinario fabulador, sin olvidar que esta novela es precursora de las leyendas que popularizaría Bécquer poco tiempo después.

  La Novela, en una muy buena y cuidada edición, integra lo que se ha venido en llamar Biblioteca Gil y Carrasco, colección de 11 libros que abarca la obra completa del escritor, y que viene a conmemorar el bicentenario de su nacimiento para 2015. El lago de Carucedo es una obra verdaderamente recomendable, en especial para quienes hemos nacido en el Bierzo.

  Mi más sincera enhorabuena a quienes han colaborado en la ardua tarea de poner en valor toda la obra del escritor villafranquino, y especialmente a Valentín Carrera, alma máter de tan ambicioso proyecto. 

viernes, 12 de diciembre de 2014

Magical girl

  Ciertamente no es de esas películas comerciales al uso. Incluso, a lo largo de los primeros 20 ó 25 minutos cuesta entrar en la historia, sin saber muy bien si te han embaucado o es que uno empieza a estar muy mayor para según qué tipo de narrativa cinematográfica se plantee. Pero tras el momento de desconcierto todo comienza a tener sentido, a pesar de que se fuerce la credibilidad a partir de que un hombre en paro deba de conseguir 7.000 € que no tiene, para comprarle un vestido a su hija Alicia, enferma de leucemia. Si uno acepta el sacrificio por el capricho de su hija, entonces puede ocurrir cualquier cosa, y así se plasma a lo largo de dos horas de metraje. Fotograma a fotograma, en una sucesión de golpes de efecto contenidos, se evidencia el gran trabajo tras la cámara de su director Carlos Vermut. Antológica es en mi opinión una de las escenas finales, cuando Damián (José Sacristán) entra en la casa de Luis (Luis Bermejo), al que acaba de matar en un bar vecino, y al encender la luz por la noche se encuentra con Alicia (Lucía Pollán), la hija de Luis, con el vestido de Magical girl puesto para dar la sorpresa a su padre cuando llegara a casa, y no en la cama. Tras un intercambio de miradas y sin que Damián logre que la niña se vuelva de espaldas, termina pegándole un tiro, no se sabe muy bien si por compasión o para evitar testigos.

  Las caracterizaciones sobrias de todo el elenco en general, medidas hasta el desespero, determinan una puesta en escena fría, pero conveniente al hilo argumental. Destacar por encima de todas la de José Sacristán, que vuelve a darnos una lección interpretativa de nivel. Y también la de Bárbara Lennie, huyendo de histrionismos propios de alguien que interpreta el papel de una mujer con trastornos mentales, no dejando en momento alguno de hipnotizar al espectador.

  Este 2014 a punto de acabar, ha puesto de manifiesto que el cine español sigue haciendo algunas buenas películas -a pesar del escaso apoyo público y de la desproporcionada subida del IVA hasta el 21%, creo recordar que el mas alto impuesto cultural en Europa. En Francia es del 5%, y el apoyo institucional es 20 veces mayor que aquí, lo cual se traduce en la industria cinematográfica más floreciente de todos los países de la UE, posiblemente sea la de mayor calidad en el Viejo Continente y su cuota de pantalla está muy por encima del 30%, superando algunos años a la todopoderosa norteamericana-, y sin dudarlo entre ellas está Magical girl, una buena razón para acercarse al cine.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Adagio 123 en librerías

  Si alguien me pregunta al respecto suelo decir lo mismo: no sé de un único camino para escribir una novela, como tampoco en ocasiones atino a explicar de dónde surge la necesidad de acometer la tarea. Yo creo en la utilidad de las variadas vías para encauzar una historia, como también de los diversos impulsos para ponerme manos a la obra. El caso concreto de mi novela Adagio 123 nace a partir de una curiosidad malsana, también del convencimiento de servirme en la narración de un camino más directo.

  Desde hacía muchos años barajaba la oportunidad de escribir sobre un detective privado, aunque desligado del estereotipo de Sherlock Holmes o Hércules Poirot. En todo caso quería plasmar las idas y venidas de alguien que fuera un perdedor pretendiendo jugar el papel de héroe. Desde siempre me fascinó la relación tan estrecha que los detectives particulares (al menos los del cine negro al estilo de Mike Hammer, Sam Spade o Philip Marlowe) mantenían con la noche, las mujeres fatales, capos encumbrados y en algunos casos la droga. Antihéroes de una pieza, pesimistas por naturaleza, no les importaba jugarse el tipo teniendo en cuenta el desapego por su propia vida; por encima de todo estaba la determinación y el arrojo de llegar hasta el final a cualquier precio. Algo así le ocurre a Feli, el protagonista, si bien las similitudes se quedan ahí, pues ni el escenario de Madrid y alrededores guarda semejanza con las calles neoyorquinas o chicanas, ni los medios y actuaciones puestos en marcha para investigar el delito, mantienen paralelismo alguno con los detectives americanos por lo peculiar de la historia.

   

Para facilitar la narración elegí el camino del monólogo o soliloquio. En todo caso se trata de una confidencia descarnada que el ayudante de Feli, el detective, hace a su antigua novia de juventud, la hija de aquél. Como Carmen Sotillo expone en Cinco horas con Mario, si bien sin ninguna carga delictiva, por contra como un reproche generalizado de índole conyugal; o como el maestro Vázquez Montalbán plantea a lo largo de su novela corta Cuarteto para desovillar el enredo del asesinato de una de las mujeres, el gregario y narrador de la aventura o crónica de Adagio 123, trata de justificar el comportamiento amoral e injustificable de su padre y el suyo propio a lo largo de los últimos meses. Poco a poco va desgranando los siniestros entresijos de una organización criminal que tiene como uno de sus vértices al comisario Arnáiz, eje fundamental de toda la novela.

    

Un amor imposible que acaba en desamor, un antiguo policía metido a detective privado, dos hermanas siamesas de bandera, una trama policial corrupta de compleja erradicación, el recurrente tablero de Ouija y un desenlace insospechado, aunque no carente de cierta lógica, transitan a lo largo de este libro. Como territorio incomparable, Madrid y sus cercanías, si bien convertido ahora en espacio gris, suculento de tentaciones; un universo propicio para el comercio de la droga, del sexo, del poder, y en resumidas cuentas, para la alienación del individuo. Inevitablemente hay un hotel en medio de la Capital donde la depravación se vende a precio de oro a los pudientes.

  En esta novela negra a contracorriente, el autor aborda a través de sus páginas una serie de sucesos concatenados y hasta absurdos que, terminan por convertir a un detective privado jugando a ser héroe, y a su ayudante, el narrador de la historia, en individuos amorales, sin escrúpulos, atrapados en una red criminal tejida por no se sabe muy bien quién y que dirige el comisario de policía Arnáiz.

                                                (Sinopsis de la obra que aparece impresa en la contraportada)

martes, 18 de noviembre de 2014

PARAISO FISCAL


  El pasado día 5 los medios de prensa, radio y televisión de todo el mundo, se hacían eco de la noticia referida a que 340 empresas, multinacionales en su mayoría, se habrían beneficiado fiscalmente. Los medios de comunicación explicaban que entre los años 2002 y 2010, el Gran Ducado de Luxemburgo habría facilitado a todas ellas un trato de favor en el momento de tributar los impuestos. Justo una semana después, el pasado día 12, el sr. Jean Claude Juncker comparecía en la Eurocámara para dar las explicaciones pertinentes en su condición de ex primer ministro luxemburgués. El actual presidente de la Comisión Europea debió ser muy convincente en sus explicaciones a tenor del respaldo unánime de populares y socialistas tras media hora ante los medios y las respuestas a los parlamentarios. ¿Muy convincente o sólo se trató de un paripé para calmar a la opinión pública?

  No ha transcurrido el mes y de aquella información con tanta polvareda apenas ya se habla, encargándose entre todos de bajar el suflé a la mínima expresión. De todo el escándalo apenas queda el propósito de investigar su veracidad o no. Lo más razonable es pensar que nada va a ocurrir, y lo mismo que las escuchas a políticos y líderes mundiales pronto pasaron a segundo plano, con lo de la fiscalidad luxemburguesa ocurrirá algo parecido: una asunción de responsabilidades, al menos para mí, sería una sorpresa inenarrable. ¿Y por qué esta inacción? Porque todos los líderes políticos lo sabían. Luxemburgo es un paraíso fiscal encubierto desde hace muchos años, además de miembro fundador del antiguo Mercado Común Europeo, germen de la actual UE. Estando integrado en la zona euro (un despropósito a todas luces), comparte con países como Holanda e Irlanda idéntica moneda, además de una fiscalidad peculiar que le permite, como a los otros dos países del Norte, ciertas ventajas con respecto al resto de naciones de la Eurozona al procurarse resortes sui generis y bastante opacidad, algo así como facilitar su competencia desleal.

  En el caso del Gran Ducado, la práctica legal denominada tax ruling, confidencial por otra parte, permite a las empresas interesadas solicitar por adelantado a la Administración conocer qué tratamiento fiscal se les va a aplicar individualmente, obteniendo por otra parte las garantías jurídicas indispensables. Multinacionales como AIG, Ikea, Deutsche Bank, Heinz o Pepsi se han beneficiado de una fiscalidad irrisoria, en torno al 5% de media sobre los beneficios declarados. Estas sociedades de dimensiones colosales se pueden permitir así el gasto en los mejores asesores fiscales, hacer negocio en multitud de países y finalmente tributar escasamente al mejor postor -¡bendita globalización!-, mientras a mileuristas con trabajo todo el año se les retiene más dinero a través del IRPF. Supongo que cuando en un arrebato de sinceridad el sr. Sarkozy adujo la necesidad de refundar el Capitalismo se debía referir a la desaparición de los paraísos fiscales entre otras anomalías. Por lo visto hasta ahora parece improbable algo así, muy al contrario se sigue desregulando -¡que viva el neoliberalismo imperante!- para complacer a los grupos de presión, lobbies y de más fauna especuladora.

  Yo siempre digo lo mismo: hemos pasado de la Dictadura del Proletariado a la Tiranía del Capitalismo sin término medio y, añado: o los políticos se ponen manos a la obra para encauzar esta economía de mercado distorsionada que avanza desbocada y amenaza con engullirlo todo, o es muy razonable pensar que sus representados, los ciudadanos, tomen cartas en el asunto, y ya se verá como acaba. Es indecente, incomprensible, absurdo, inadmisible, que durante el último año el número de españoles millonarios haya crecido en 47.000, un 13% más hasta alcanzar los 402.000, siendo el 8º país del mundo con más acaudalados; mientras, España es ahora mismo el 3º europeo con más pobreza laboral sólo superado por Rumanía y Grecia. El 12,3% de empleados está ahora mismo por debajo del umbral de la pobreza, siendo España la 2ª nación de Europa en desigualdad sólo superada por Letonia. Y ojo que se avecina otra buena para el año próximo si finalmente prospera y se firma el TTIP (Área de Libre Comercio Trasatlántico) entre USA y la UE. Muchos entendidos tienen dudas razonables en cuanto a su benignidad/malignidad. El tiempo lo dirá.

viernes, 7 de noviembre de 2014

La crisis: tres fechas cruciales

  Las crisis, y muy particularmente las económicas, no surgen porque sí. Como ocurre con infinidad de acontecimientos de relevancia histórica, tienen unos antecedentes que hilvanados pueden conducir a un feliz o fatal desenlace. Naturalmente existe más de un condicionante que nos aboca a la dificultad extrema cuando se habla de economía. La actual, no se debe olvidar, es de dimensión mundial con origen en USA, siendo al comienzo de carácter financiero y que llega a su momento álgido con la caída de Lehman Brothers (desregulación del sector, mala praxis, créditos subprime y con ello el aumento de los activos tóxicos, etc.), más tarde pasa a ser económica, obviamente, para concluir en la actual de acusado carácter político y sin que la anterior se haya resuelto. España, como el resto de países de nuestro entorno, no es ajena al statu quo de la globalización, así que la deflagración financiera de 2008 la acusamos entre otras cosas porque aquí se estaban repitiendo los mismos errores que en la otra orilla del Atlántico.

  Pero si la crisis iniciada hace 6 años penalizó a casi todos los países con economías de mercado, no es menos cierto que a algunos les ha afectado mucho más, como es nuestro caso. ¿Por qué ha ocurrido? Si echáramos la vista atrás veríamos que todas las crisis con orígenes ajenos, como la del petróleo de 1973 o la financiera de 1993, nos han terminado aquejando en mayor medida que a otras naciones, siendo el paro un termómetro perfecto que casi siempre ha marcado el doble de la media de la UE, lo cual evidencia un grave problema de nuestra economía que es estructural y endémico, y en mi opinión nadie ha valorado como se merece. El mayor inconveniente de nuestra economía es el MODELO PRODUCTIVO, incapaz de generar puestos de trabajo para toda la población en edad de trabajar, o cuando menos de la mayor parte. Por muchas reformas, leyes y desregulaciones que se acometan, si antes no se evalúa un diagnóstico serio y exhaustivo de la actividad económica española dándole una solución en consonancia, ambiciosa en otras palabras, este país está abocado a soportar tasas inaceptables de desocupación, al sufrimiento de millones de compatriotas, a la emigración, al empobrecimiento general y con ello al envejecimiento acelerado de la población ante la incertidumbre futura, derivando en la dificultad extrema de crear familias. El modelo productivo español se sustenta en una alta temporalidad, de ahí la oscilación de bajadas y subidas del paro en sectores como el turístico, agrícola o el de la construcción. Por su parte, actividades tan fundamentales como la industrial, hoy sólo supone el 6% del PIB -en el País Vasco está por encima del 20% y la construcción en su máximo apogeo no llegó a sobrepasar el 10%, a lo cual debe añadirse, es cierto, el concierto vasco impositivo, con lo cual se explica su tasa de paro actual en torno del 15%, tasa sensiblemente inferior al resto de la española-, el gasto en I+D+i es irrisorio y se ha reducido drásticamente en estos últimos 3 años, y sectores que podrían ser un filón como el de las energías renovables se han dejado de lado. A las pruebas me remito cuando los patronos de las grandes empresas patrias estiman en un 18% el paro estructural, lo cual viene a advertirnos de que en el mejor de los casos no va a bajar de ese porcentaje, más allá de que la economía sumergida y la evasión fiscal lo desvirtúan. Lo que no admitirán jamás sin utilizar eufemismos es que el MODELO PRODUCTIVO es deficiente.

  No obstante, a pesar de todas las carencias de nuestra economía, en España se habrían podido atenuar los estragos de esta terrible crisis si los mandatarios de turno hubieran adoptado otras políticas diferentes o simplemente no se hubieran acometido. En mi modesta opinión hay tres fechas que ayudan de manera determinante al infortunio.

  1ª En 1996 el sr. Aznar gana las elecciones, no tanto por la crisis económica -desde finales de 1995 se venía creando empleo y las previsiones "macro" eran positivas- como por los escándalos de corrupción que asolaban al gobierno del sr. González (¡cómo me suena la cantinela!) Para 1998 y como España no procuraba los suficientes puestos de trabajo que el nuevo presidente había prometido en campaña, en connivencia con el sr. Rato acomete una reforma más ambiciosa con la Ley del Suelo. Simplificando su contenido, la Ley 6/1998 permite a los particulares edificar en cualquier terreno salvo el protegido. El Gobierno aducía la necesidad de liberalizar el suelo y con ello abaratarlo; muy al contrario permitió la entrada de especuladores y bancos, como venía ocurriendo al otro lado del Océano merced a las desregulaciones promovidas por el gobierno afín del sr. Bush, y con ello a la subida incontrolada del precio. La semilla para el desastre de 10 años después estaba plantada. Las entidades crediticias que antes miraban con lupa los posibles préstamos y a sus beneficiarios, particulares y/o sociedades, se embarcan desde entonces en una vorágine donde el dinero circula con escaso control y el Banco de España, haciendo caso al nuevo orden imperante que apela a la máxima de que el Estado cuanto menos intervenga mejor, se muestra más laxo con los mecanismos de control y deja hacer. La política del sr. Aznar incentiva la compra de nueva vivienda promoviendo exencioes fiscales o ayudas, resultando más rentable aventurarse en la adquisición de vivienda que en el ahorro familiar. La gente, con y sin solvencia económica, se embarca en la adquisición de una vivienda propia al ser mucho más fácil obtener crédito. Las constructoras comienzan a mover sus tentáculos para edificar. Con ello se reactivan sectores como el de la fabricación de cemento, ladrillo, tejas, azulejos, pintura, electrodomésticos, etc. También oficios como carpintería, fontanería, pintura, electricidad, cristalería, decoración, y profesiones como la de arquitecto, aparejador, delineante, notario, así como la profusión de agencias inmobiliarias constatan la frenética actividad de entonces. Es el tiempo del slogan España va bien, pues al apostar por la construcción -algo insostenible en el largo plazo-, todas las actividades relacionadas toman impulso y facilitan puestos de trabajo extra, incluso termina por atraer a gentes de otros países que ayudan al enriquecimiento nacional; y también, por qué no decirlo, comienza a poner los cimientos para que las corrupciones especulativas en torno a la construcción pública, ahora en candelero -más de un 80% de los delitos están relacionados directa o indirectamente con el ladrillo- hagan su agosto durante los años del boom.

  2ª En enero de 2002 el euro entra en circulación física en España, si bien desde enero de 1999 ya se venía utilizando como moneda de cambio. Muchos expertos se refieren al hecho como un error de bulto teniendo en cuenta que no había unidad monetaria, fiscal y bancaria; es decir, que la nueva moneda debería ser la consecuencia de la convergencia de aquellas tres palancas y no la piedra angular, algo así como no empezar la edificación por el tejado. 12 años después (hace sólo unos días) se acaba de realizar la unión bancaria, quedando por concluir la fiscal y si me apuran la monetaria. Los dirigentes de entonces se extasiaron ante la realidad de poder competir por medio de la nueva moneda con el reverenciado dólar. Para los países del Sur con monedas de cambio raquítico, como Italia, Portugal, Grecia y la propia España, a la larga ha supuesto una rémora difícilmente cuantificable. En el particular caso de España, según algunos economistas, de 1998 a 2007 el euro infló la burbuja inmobiliaria hasta incrementar el precio de la vivienda un 177%. Yo me atrevo a enmendarles la plana y digo que he visto vender un piso que en 1997 valía 12.000.000 de pesetas (al cambio 72.121 €) por 240.000 € en 2006, o el apartamento de un amigo que le había valido 48.000 €, venderlo medio año más tarde por 54.000€. Al entrar en el euro, los bancos españoles tuvieron muchas más facilidades para acceder al préstamo (muy particularmente al de los bancos alemanes) debido a los bajísimos tipos de interés en comparación con los propios en la etapa de la peseta. La liberalización y no intervencionismo era la norma, pues si aquí se empezaba a hacer la vista gorda por parte del Banco de España, en el Deutsche Bundesbank alemán debía de ocurrir otro tanto, ya que jamás se preocupó de comprobar si ese exceso de crédito tenía solidez y era susceptible de reponerse en el futuro si un día llegaba el apalancamiento del dinero. Muy al contrario, la entrada en el euro supuso para las clases baja y media un esfuerzo titánico a fin de competir con nuestros vecinos de más allá de los Pirineos, con sueldos medios superiores. Recordemos aquellos primeros días de enero del 2002 con los redondeos que no eran tales sino subidas encubiertas de casi todos los productos. A pesar de la frenética actividad económica de esos primeros años del euro, los salarios no crecían con la misma celeridad que el metro cuadrado de suelo. Pero ahí estaban las entidades crediticias españolas dispuestas a reparar el desequilibrio con tal de sacar la tajada a costa de los intereses de millones de préstamos en la creencia de que la inversión en vivienda era un valor seguro, pues siempre subía y subía su precio. Y el gobierno del sr. Aznar estaba satisfecho porque los impuestos que llegaban al Estado iban en aumento y la población ocupada también. Hago aquí un inciso -perdón por la osadía- para decir que en 2001, antes de acuñarse la nueva  moneda físicamente, yo ya vaticinaba el descalabro, tarde o temprano, y no por todo cuanto estoy diciendo, que también, sino por la sencilla razón de que no se pueden edificar indefinidamente en torno a 800.000 viviendas por año porque llegará un momento en que estén cubiertas las necesidades de toda la población, incluida aquella que precisa de 2, 3 y hasta 4 para vivir. Y creo que cualquiera con sentido común lo veía, otra cosa es que no se quisiera matar a la gallina de los huevos de oro en el temor de desbaratarse el castillo de naipes en que se sustentaba la economía española.

  3ª En 2004 el sr. Zapatero gana las elecciones. El momento económico es idílico. Hay una tasa de desempleo relativamente baja (en 2007 se alcanza la mínima histórica en torno al 8%), el déficit anual es 0 (en 2006 se alcanzan cifras de superávit próximas al 3%) y la población activa crece hasta cotas históricas (en 2007 roza los 20.000.000 de ocupados). Con este panorama tan brillante ¿era el momento de pinchar la burbuja? Sin duda. El gran error del sr. Zapatero, por encima de reconocer tardíamente la Crisis, fue no haber pinchado el globo cuando aún había tiempo, posiblemente nos hubiéramos evitado algunas de las penalidades. El PP no podía pincharlo por la sencilla razón de que así admitía su tremenda equivocación al hincharlo hasta un límite insospechado. El PSOE lo pudo hacer -el sr. Zapatero se lamenta ahora amargamente de no haberlo hecho-, pero acababa de llegar al Gobierno y se dejó arrastrar por la inercia, pensando que el tiempo de vino y rosas se prolongaría muchos más años; y por descontado, haber pinchado la burbuja del ladrillo cuando España iba como un cohete, le hubiera supuesto su derrota en las elecciones del 2008.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Villafranca del Bierzo día a día

  El verde de los márgenes y la imagen central con el nenúfar evidencian una clara intencionalidad de crecimiento y armonía, de fertilidad y frescura, de estabilidad y resistencia, en resumidas cuentas, el augurio positivo, exitoso. Me refiero a Villafranca del Bierzo día a día, el blog de Santiago Castelao nacido al inicio del mes pasado y que está teniendo muy buena acogida. La temática órbita en torno a la Villa y cuantas noticias pueda generar, como es últimamente la obra de acondicionamiento llevada a cabo en el viaducto. Pero Santiago no se limita al esbozo de la reseña con su curso informativo, sino que, en su condición de amante de la historia, etnógrafo, dibujante de viñetas u observador aventajado del acontecer diario, nos acerca a través de sus escritos, aspectos que a muchos de nosotros -al menos a mí-, se nos pasan inadvertidos por ese defecto tan frecuente de no ver más allá de nuestras narices cuando se convive a diario con la prodigalidad. Y así he visto una historiografía cincelada sobre la piedra heráldica que el escribidor nos describe con celo y amenidad. Y la no menos atractiva variedad de relojes de sol campando en edificios religiosos y civiles -y yo, ignorante de mí, desconociendo la existencia de alguno- que mucho tiempo antes y durante infinidad de años dibujaron en sombras las horas a los vecinos. O esa mole, prodigio de la naturaleza berciana denominado "el Campano", hoy considerado castaño singular por su antigüedad, tamaño y por haber sobrevivido a los fuegos -lo de la singularidad vinculada a las llamas lo digo yo- intencionados o no.

  Castelao, hombre polifacético como los del renacimiento: pintor de lienzos, dibujante, caricaturista, escritor, historiador a ratos y amante de las costumbres populares, se lanza ahora a la nueva aventura de crear un blog que está hecho por y para Villafranca, y al cual presagio éxitos venideros y brillante porvenir. Por cierto Santiago, ya que la vía de poner en valor lo antiguo -que es presente pero nos parece pasado- es una de tus prioridades, te planteo un reto, el de escribir en un próximo artículo, o crónica si lo prefieres, de las muchas y variadas fuentes que jalonan los distintos rincones de la Villa. Y ya puesto, aunque ello si es pasado, te propongo un análisis pormenorizado de la antigua estación de tren.

  Un abrazo amigo Santiago.

jueves, 23 de octubre de 2014

LA GRAN BELLEZA

  ¿Alguien había dicho que el cine europeo languidecía ante la pujanza y capacidad de medios del americano? Me parece que la cinta italiana deja en entredicho tal afirmación. La ganadora del último Oscar a la película extranjera, pone de manifiesto que aquí aún se realizan obras trascendentes. La gran belleza pone de relieve la capacidad creativa, sugeridora y envolvente del director Paolo Sorrentino. Desde el inicio del filme, con esa vorágine de fiesta de cumpleaños del protagonista, una fiesta por otra parte barroca, descocada, garrafal, el napolitano pretende a toda costa hipnotizar a los espectadores, atraparlos en un mundo inadecuado y por otra parte no muy alejado del tiempo presente, al menos en lo que atañe a una parte significativa de la alta sociedad del siglo XXI.

  Toni Servillo interpreta con verosimilitud y atino el papel de Jep Gambardella, un hombre maduro de 65 años, periodista y escritor de novelas con el único bagaje de un libro escrito hacía la eternidad, si bien de éxito fulminante. Vivir vive del éxito antiguo o del aire, no se sabe a ciencia cierta, pero vive como un rajá, en un ático de lujo frente al Coliseo de Roma. Jep es un imán con atracción insuperable para codearse con las celebridades, pero también un escéptico, o mejor un displicente; cínico, frívolo, mujeriego, aunque también elegante.

  El argumento, pero ¿qué argumento? La gran belleza carece de un argumento convencional, como no sea la sucesión de imágenes mostrando la vida vacía y estúpida de los pudientes; y no obstante ¡qué belleza! Uno no puede dejar de mirar la gran pantalla con delectación, a pesar de saberse cómplice de una fauna jactanciosa que vive a todo trapo en el marco incomparable de la eterna Roma.

  Es inevitable la comparación con el maestro Fellini. En este metraje de más de dos horas se hace palpable La dolce vita, ya que su protagonista, el entonces joven Marcello Mastroianni, se dedica también a escribir en los periódicos y ansía el contacto directo con las celebridades, particularmente mujeres. Pero yo diría que es la inclasificable película Roma, de 1972, la que emerge con toda rotundidad en la esencia de esta descomunal belleza; ese surrealismo desbordante de Fellini, marca de la casa, de, sin duda, uno de los 4 ó 5 directores indispensables del cine europeo.

  La gran belleza -galardonada además como mejor película europea de 2013, Globo de Oro, etc.- me parece un largometraje muy recomendable, con una vigencia atronadora teniendo en cuenta el tiempo presente.

  La gran belleza se emite hoy por la 2 de TVE a partir de las 22:00 horas. Ciertamente este film no es lo mismo que verlo a través de una gran pantalla, pero no por ello va a perder su esencia.

jueves, 16 de octubre de 2014

Morir de éxito

 De unas semanas para acá el contagio del Ébola por parte de una enfermera que atendió al último misionero fallecido, acapara la mayor parte de la información en los medios. Se han vertido ríos de tinta y se han mostrado imágenes de la afectada, algunas poco edificantes. Hemos asistido a una sobredosis comunicativa que en algunos casos muy concretos ha degenerado en el chascarrillo fácil y chabacano. la prensa escrita y medios audiovisuales serios han cargado contra políticos-as muy concretos (sin faltarles razón), ahondando en su desfachatez y-o incompetencia, y hasta han sacado a colación comparaciones con otros casos u otros países que por lo general terminan siendo odiosas. Ha sido tal el aluvión en torno al maldito virus que, por sí solo, ha sido capaz de eclipsar otras noticias de alcance -salvo las tarjetas de Caja Madrid-, como la probabilidad de la enésima recesión en Europa, la caída brutal de la Bolsa, la escalada inesperada de la prima de riesgo, y otras de alcance doméstico no por ello menos sustanciales, como la aprobación en solitario -qué raro- por el PP de la Ley de Seguridad Ciudadana, o el controvertido nombramiento de José Antonio Sánchez como director de RTVE, el ex de Telemadrid con un currículo sin desperdicio, contra el cual se han posicionado con su firma no menos de 1.500 profesionales encargados de informativos.

  Que el contagio podía y puede ocurrir en cualquier rincón del mundo y en circunstancias dispares es evidente, que le puede sobrevenir al político más avezado no se puede discutir, y que además el affaire pueda funcionar durante días para aumentar las audiencias o para vender más periódicos es innegable. No obstante, a lo largo de esta semana horríbilis, yo he echado en falta por parte de los medios más altura de miras para ir al meollo de la cuestión a fin de buscar claridad en cuanto a la forma de erradicar, o cuando menos minimizar, los embates de este virus letal a corto plazo; si no nos vamos a quedar con el anecdotario de un periodo concreto con muchas posibilidades de reproducirse.

  Hemos leído y escuchado hasta la saciedad que vivimos en un mundo globalizado. Yo añadiría que la Tierra es una canica que no para de dar vueltas y más vueltas, en la que vivimos más de 7.000 millones de seres humanos. Si tuviéramos en cuenta que compartimos una casa común, es factible creer que el planteamiento sería más altruista y responsable. Siendo una realidad irrefutable, ¿como puede ser que nuestra querida Europa a día de hoy no se dé por enterada de que ese virus mortífero puede arramblar con miles y miles de personas si no se ponen los medios suficientes para combatirlo? ¿Cómo es que nadie en el Continente planteó la necesidad de hacer algo antes de surgir en él el primer contagio? El problema hay que atajarlo sobre el terreno. Está muy bien y es imprescindible el adiestramiento de los profesionales, el acondicionamiento de centros u hospitales, y la inversión en EPIS o equipos de protección individual, pero eso ha de ir acompañado del desplazamiento de los medios humanos y materiales hacia la zona afectada. Digo yo que debe ser, salvando las distancias, algo así como afrontar el remiendo de una gotera. Al principio uno se sirve de un cubo para contener el agua; sin embargo, el problema del tejado con desperfectos persiste y se acrecienta con la lluvia, por tanto el sentido común dicta reparar las tejas afectadas, aunque ello suponga hacer un desembolso. Si uno no acomete el arreglo, es fácil que el techo termine hundiéndose.

  Esta Europa de los mercaderes, la regida por la peor generación de políticos desde su nacimiento, a tenor de las reflexiones de algunos analistas, anda más ocupada en el éxito financiero y económico de la Macro, del éxito en el control deficitario, de la austeridad a toda costa -¿Qué fue de aquellos 300.000 millones de euros que se iban a poner en circulación en unos meses para estimular la alicaída economía de la Eurozona que los economistas más escépticos vaticinan recuperada al final de esta década?-, de complacer a los mercados, reducir la deuda global a pesar de los datos tozudos diciendo lo contrario, o al menos así es en España, que de invertir en donde es urgente: en África. El Planeta no es una casa con compartimentos estancos, lo cual facilita que cualquier nativo de allá puede ser un foco de contaminación. La OMS cree que en diciembre el número de contagios por Ébola puede alcanzar los 10.000 semanales si no se toman medidas drásticas. Si se confirman los malos augurios esto puede convertirse en arma de destrucción masiva, con todos los respetos para los pobres afectados. Y mientras, la Europa que ha reducido sistemáticamente la ayuda a la cooperación y al desarrollo -España casi la que más, por encima del 70%-, sólo se preocupa ahora de los protocolos sin ir a la raíz del mal.

  Es llamativo, por no decir lamentable, que el FMI -quien diseñara junto a la Comisión Europea y el BCE la política de austeridad de los últimos 6 años, (la Troika)- en boca de su directora gerente, la sra. Lagarde, advierta ahora a Europa con que si no se toman medidas de estímulo económico tal vez estemos abocados a una crisis a la japonesa con más de 10 años de estancamiento. De verdad que es de aurora boreal lo de esta señora que gana más de 300.000 € anuales. Creo que la ocasión es pintiparada para soltar lastre y revertir los millones que antes se gastaban en cooperación y desarrollo, enviando allí a personal cualificado, junto con material sanitario y alimentos adecuados, además de reservar una partida importante en I+D+i para indagar en el terreno médico, un dinero por otra parte bien invertido. Mirar hacia otro lado como se está haciendo con el problema migratorio o el cambio climático es tirar piedras sobre el propio tejado, al menos así lo ven muchos organismos y voluntarios que trabajan sobre el terreno. Acaso nos terminemos muriendo de éxito.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Sostenella y no enmendalla

  Con los políticos y sus mayorías suele ocurrir lo mismo que entre los mayores y nuestros hijos pequeños al ver la tele; o sea, que apelando a nuestra mayoría de edad nos sintamos en posesión del derecho absoluto y dejemos a los vástagos sin su programa por coincidir con el derby futbolero o la serie favorita de la tarde. Es una comparación un poco cogida con alfileres pero quizás valga. Sin afán de desautorizar el valor intrínseco de una mayoría absoluta, que a veces puede ser conveniente en circunstancias especiales, por lo general convierte a quienes la ostentan en personas contumaces y hasta soberbias, llegándose a creer adalides supremos de quienes les han votado. Uno, que va cumpliendo años y cada vez le asaltan más las incertidumbres y las canas, piensa que todos, pero particularmente nuestros representantes políticos, debieran de ser más modestos y respetuosos con todos los credos y orientaciones, pero por encima de cualquier otra consideración, escuchar atentamente el pálpito de la ciudadanía, vamos, lo que se cuece en la calle.

  Viene a cuento la introducción -perdón pues tal vez me haya excedido adornándola- por todo el caos que desde el curso pasado se está generando en las escuelas y colegios de Baleares con la implantación del TIL (Tratamiento Integral de Lenguas) que plantea grosso modo dar las asignaturas en catalán, castellano e inglés con proporcionalidad. El conflicto es de tal aspereza que casi todos se han posicionado en contra del Govern, o sea: partidos de la oposición, sindicatos del ramo, Universidad, federaciones de padres y madres, docentes; y lo que debería de hacer reflexionar mucho más en el Consolat de Mar ante el rechazo casi unánime, la negación del TSJIB, que en una segunda sentencia, la del martes pasado, reitera y declara improcedente la implementación del polémico TIL tal y como se ha llevado a cabo.

  Estando en la Oposición, el sr. Bauzá, hoy presidente de Baleares, alardeaba y promovía para cuando ganase las elecciones, hacer de la rama formativa una autopista de la educación. Vamos, que las Islas iban a convertirse en algo así como el paraíso del conocimiento y la sabiduría, abandonando el pelotón de los torpes en los venideros informes Pisa. En cuanto al ambicioso proyecto de que los niños se defendieran en tres lenguas distintas, nada que objetar, hasta parecía sensato y atractivo; no obstante, al Presidente -como ha ocurrido otras muchas veces y seguirá ocurriendo con otros muchos mandamases- se le olvidó que para hacer una autopista se necesitan medios humanos y dinero, además de unos conocimientos adecuados. No se percató, o sí, vete tú a saber, que para dar una clase de sociales en inglés, por decir una asignatura, se requiere de maestros capacitados, niños con una formación constante, empezando por los de más tierna edad de Primero, que se presume tienen el poder de la absorción de las esponjas, y no ordenando la ejecución antojadiza para los cursos impares el año pasado y el resto éste; además de aulas con ratios reducidos a fin de evitar el desconcierto cuando los alumnos no se enteran de la materia dada en inglés. En resumidas cuentas, el sr. Bauzá y la Consellera del ramo, sra. Camps, sin antes haber dialogado con quienes saben de verdad -¡dichosas mayorías!-, ordenaron a los funcionarios encargados de instruir a los más jóvenes, conducir el autobús escolar sin cerciorarse antes de si tenían el permiso pertinente o sólo el B para turismos, y dirigirlo a través de una presunta autopista que de momento sigue siendo carretera secundaria. El Govern no ha puesto los cimientos indispensables para mejora tan sustancial, muy al contrario no ha dejado de promover recortes que se traducen en menos maestros, mayor ratio de niños por aula, menor ayuda para la compra de libros de texto, mermas presupuestarias en comedores escolares, por no hablar de carencias en algunos centros que provocan la falta de liquidez para compra de material, cuando no ausencia total de dinero en algunos casos para llenar el depósito de la calefacción.

  Uno de los errores de partida si se hace caso del argumentario del sr. Bauzá, estriba en creer una rémora la utilización constante del catalán para impartir las diversas asignaturas hasta el punto de llevar al Archipiélago a la cola en los mencionados informes Pisa. Por esa regla de tres, Cataluña también debiera de competir con los insulares por ese dudoso honor, y sin embargo, la autonomía del Noreste está en torno a la media de la OCDE en comprensión lectora y de matemáticas a pesar del nexo común del idioma. Las clases se pueden impartir en cualquier lengua, mandarín, ruso, finlandés y hasta en esperanto si me apuran, siempre y cuando se den como es debido y con unas mínimas garantías. ¿Entonces? Bajo mi punto de vista influye definitivamente el abandono escolar vinculado en los últimos años al boom inmobiliario y a la singularidad del turismo como primera actividad generadora de riqueza. Y por otro lado, Baleares es una de las comunidades autónomas donde más se ha recortado en educación desde el inicio de la crisis, lo cual incide negativamente en los resultados finales.

  Vuelvo a repetir que la idea del trilingüismo es muy interesante siempre que se distraiga el dinero suficiente de otras partidas. Ahora bien, si sólo se trata de una triquiñuela con tintes de identidad nacional, ya lo rechazo. Me parece detestable que a personas nacidas en un determinado lugar y con una lengua propia mamada desde la niñez y que hablan con la naturalidad que lo hace en gallego un nativo de Galicia, se le pongan impedimentos para ello. Me inclino a pensar que es más el afán del conocimiento lo que impulsa al President a elegir la alternativa del TIL, pero con los medios adecuados y cuando haya acuerdo, pacto, diálogo y más diálogo.

  La ruptura o enfrentamiento es evidente desde el año pasado. La postura de intransigencia por parte de la Conselleria d'Educació ha dado al traste con cualquier atisbo de acercamiento, mucho menos al deseado acuerdo. No conforme con ninguna de las propuestas de la comunidad educativa, sin hacer caso de los expertos, que también le han hecho ver la formidable equivocación por la que transitan y transmiten en forma de confusión a los diversos centros docentes, traduciéndose en la no aprobación del proyecto en muchos de ellos, en el cese de 9 inspectores, amén de la inhabilitación temporal de 3 directores de centro; para acallar las voces discrepantes han sacado una Ley de Símbolos que recuerda a viejas épocas ya superadas.

  No conforme con esa intransigencia propia de alguien pagado de sí mismo, de quien no pisa la calle, de quien no escucha las cuitas ciudadanas, parece dispuesto a no ceder un ápice ante el varapalo judicial que ya hace un año le impedía llevar a término el TIL tal y como estaba planteado, aunque entonces Él, el sr. Bauzá, en unas horas improvisara una ley ad hoc para ignorar el requerimiento de los magistrados. De nuevo, el martes pasado, el TSJIB tumbaba por unanimidad su puesta en marcha, y no por considerarlo negativo, sino por la forma, modos y medios de acometerlo. Han transcurrido 3 días y la sensación es de desgobierno, de un rompecabezas con resolución incierta. La sra. Camps, a la sazón consellera del ramo, ha sido cesada. Mientras, su hasta ahora jefe, no ha dicho esta boca es mía, aunque tal vez lo haga en las próximas horas para hablar de algo más relevante que las evasivas y obviedades. Entretanto, una mayoría de centros por boca de sus respectivos directores-as, pregunta y pregunta, sin obtener respuesta de momento en cuanto a  la hoja de ruta a seguir, es decir, si obedecer al Tribunal Superior y renunciar al TIL, o por el contrario tirar para adelante. Por su parte, un buen puñado de inspectores aboga por cumplir la resolución judicial, y la UIB que nunca ha sido consultada, trata de mediar a fin de reanudar el complicado diálogo entre las partes en conflicto. El sr. Bauzá, obstinado hasta el desespero, con un más que dudoso aprecio por el Tercer Poder, confía ahora en la revocación por parte del Supremo al cual piensa recurrir. ¡Lastima que no ponga el mismo coraje y determinación para defendernos de las prospecciones petrolíferas! A lo que se ve prefiere no disgustar a su jefe el sr. Rajoy.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Pucherazo

  De unas semanas para acá se viene insistiendo en la imperiosa necesidad de modificar la actual Ley Electoral a fin de que sean los ciudadanos quienes elijan directamente al alcalde en los próximos comicios de mayo. Parece razonable, pero veamos.

  Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga, Alicante, Córdoba, etc., en estas y otras muchas ciudades está el quid de la cuestión para activarse la reforma, pues a tenor de los sondeos que son públicos y notorios, además de los manejados con confidencialidad por el propio PP, éste podría perder la mayoría absoluta que le ha permitido manejar, hasta ahora sin el mínimo contratiempo ni el incordio opositor de turno, los asuntos locales.

  Partiendo de esa premisa que otorgaría la mayoría absoluta a quien obtuviera el 40% del escrutinio, ¿se ha de entender que el resto de grupos electos estarían durante toda la legislatura en minoría e impedidos para plantear el control riguroso de quien manda, y mucho menos presentar una moción de censura, coadyuvando a una placentera gobernación y sin ninguna posibilidad de cumplir con su misión perfectamente clarificada en la Constitución de 1978? Aunque tal vez el PP se decida por las elecciones a dos vueltas, en ese caso sólo habría cabida para los dos partidos más votados en la primera, quedando fuera del consistorio el resto de fuerzas que en justicia representaría a muchos ciudadanos. ¿Sómos capaces de imaginarnos un duelo en Navalmoral de la Mata -por decir el nombre de una localidad- entre los Populares y Podemos? ¿A que no? Pues tal vez estén barajando esta última opción para así evitar en un combate final a la formación del sr. Iglesias, por el momento la tercera en discordia tras PP y PSOE, si bien cada vez más cerca de esta última si hay que hacer caso de la tendencia del voto. Pero estas no dejan de ser conjeturas que con el transcurrir de los meses se volverán certezas o desatinos.

  En febrero de 2013, el sr. Rajoy, tan solemne cuando viste su papel favorito de "hombre predecible", decía que jamás se le ocurriría por su cuenta y riesgo, a pesar de la mayoría absoluta, acometer dicha reforma sin un amplio consenso, afirmación baladí por otra parte que ya no debería de sorprendernos teniendo en cuenta el valor real de la palabra de nuestro Presidente. Pero hace año y medio ni siquiera existía un proyecto de partido nuevo como es Podemos, no habían sufrido la sangría de votos de las europeas pasadas y tampoco se destapaban los cada vez más frecuentes casos de corruptelas políticas, si bien aquí nadie está libre para lanzar la primera piedra.

  En la actualidad el PP gobierna en más de treinta capitales de provincia, en muchos casos con mayoría absoluta. No se puede obviar que detrás hay el vigor inmenso de en torno a 800.000 afiliados -más que el resto de los demás partidos juntos-, y que un revolcón en las próximas municipales podría traer un quebranto enorme para las clases dirigentes que presiden entidades locales, forzaría a muchos políticos al paro y los dineros a ingresar por sus cargos electos sería menor, un serio inconveniente, además del trance que entraña pasar 4 años en la oposición y sin ninguna maniobrabilidad, eso si al final triunfa el plan del pontevedrés.

  Lo que desconcierta más si cabe es que la propuesta se haga a 9 meses de las elecciones municipales y autonómicas, y con el rechazo frontal del resto de partidos. ¿No lo pudieron plantear a los pocos meses de ganar las elecciones por mayoría absoluta? Entonces no podían imaginar la merma de votos y pensaban que a ellos jamás se les iba a pasar la factura de la Crisis. Pese a ese afán inusitado por regenerar la vida política, curiosamente esta posibilidad de la elección directa del regidor por parte de los votantes, no parece ser una de sus demandas más reclamadas y si, por ejemplo, las listas abiertas. Sobre el particular, organismos como la UE, el Consejo de Europa o la OSCE, recomiendan no abordar cambios en la Ley Electoral cuando falte menos de un año para la celebración de unos comicios. Según refleja el Manual de Observación Electoral de la propia UE, cualquier enmienda del régimen electoral deberá acordarse de manera <<consensuada e incluyente>>. Y añade: <<La certidumbre y la transparencia en un proceso electoral se refuerza cuando el marco legal está establecido mucho antes de la fecha para la que ha sido anunciada la elección>>. Siendo así, parece que podemos asistir a un pucherazo en toda regla, y si no lo es, lo parece.

  No obstante, a mí, como observador de la actualidad política, me asombra que si el PP no obtiene la mayoría absoluta, termine con muchas papeletas para irse a la oposición, ¿por qué será? ¿Es posible que los populares no sean capaces de llegar a acuerdos programáticos con el resto de las fuerzas políticas o con alguna de ellas? Entonces, o bien la competencia está compuesta por individuos insensatos que pretenden a toda costa echarlos para ponerse ellos, o por el contrario las clases dirigentes de quien nos gobierna en casi todas las ciudades patrias son incapaces de llegar a consensos a partir de ceder un poquito en sus máximas. El legado del sr. Aznar en su segunda legislatura aún debe de pesar lo suyo, digo yo.

sábado, 16 de agosto de 2014

¡POR FIN!

  Parece que esta vez va en serio. Al fin parece que el culebrón llega a su final. Los miles de seguidores valencianistas podremos dejar de vivir en el sin vivir tras una incertidumbre de más de ocho meses durante los cuales no salía el sol por Antequera, o concretamente por los alrededores de Mestalla, con el concurso de acreedores planeando en el horizonte si no había inyección de dinero para aliviar la falta de liquidez. La representación teatral que casi dura lo que un embarazo, si bien con años de preparación, estuvo en ocasiones al borde de interrumpirse. Y es que desde el comienzo se volvió mediocre por culpa de algunos actores principales. No obstante, y sin conocer del percal al 100%, yo me decantaría por dar el premio Razzie de peor actor a Bankia. Los mandatarios del Banco se han propuesto dar la nota allá donde sea, y como en su momento le dijeron las autoridades comunitarias en 2012 al ministro sr. de Guindos a cuenta de la gestión de la Entidad con sede en Madrid, no se puede hacer peor. Bankia ha bordado el ridículo hasta extremo inaudito, sino no se comprende cómo en la primera quincena de junio pasado, tras arduas negociaciones, anunciaba el acuerdo final a bombo y platillo de la venta accionarial en poder de la Fundación, calificándolo de bueno para el Banco, magnífico para el comprador, sr. Peter Lim, y extraordinario para el Valencia. ¿Era sólo una broma anticipada del 28 de diciembre, o es que sus sesudos dirigentes no están para muchos trotes y son incapaces de devanarse los sesos a tenor de sus sueldos de escándalo?

  Hay por descontado otros actores que no han estado a la altura. Uno de ellos es el Consell, si bien trató finalmente de arrimarse al sol que más calienta y que procede de Singapur, el que teóricamente ha de hacer brillar de nuevo la nave Che. Pero antes, no tantos años atrás, cuando se sucedían los días de vino y rosas al rebufo de la maldita burbuja inmobiliaria, tuvo un papel determinante poniendo al mando del Club al sr. Soler, un constructor con delirios de grandeza y escasa materia gris. A lo largo de un mandato de 3,5 años, don Juan se puso manos a la obra y comenzó a fichar medianías a precio de caviar, empezó a edificar un estadio cinco estrellas sin tener vendido el viejo solar de la Avenida de Suecia, aduciendo que Mestalla lo vendería cuando él quisiera y no por menos de 350 millones de euros; o el pelotazo urbanístico como él mismo lo calificaba, ese de hacer la nueva ciudad deportiva en Porxinos, y que sin nada edificado, sólo suelo para recalificar, le reportó 100 millones de euros pagados por los promotores,  fundidos por otra parte con la misma celeridad que los había recibido. Del infausto mandato vienen en gran medida las penurias del Valencia en los últimos años, además de las amenazas judiciales por proyectos aprobados y sin ejecutar. Esos años se pueden resumir muy bien diciendo que el sr. Soler dejó al Club como un solar. Desgraciadamente el estadio a medio hacer es el símbolo de los años locos de la construcción desaforada en Levante, actividad por la que en más de una ocasión recibió el tirón de orejas de Europa.

  Del Presidente, el sr. Salvo, es digna de estudio su capacidad de persuasión, la de ganarse a la afición con su facilidad para conectar. Recuerda a los presidentes populistas al estilo del desaparecido sr. Gil, si bien sin la necesidad de recurrir a los exabruptos, salvo para atacar a Bankia. Y a pesar de la extrañeza de tanto baño de multitudes, el sr. Salvo en su primer año al mando ha dejado al Valencia fuera de puestos europeos, algo que no ocurría en los últimos tiempos. En su haber está el que no cobra un solo euro por su cargo.

  Del sr. Peter Lim sólo se puede decir que tiene mucho dinero, que la música de su proyecto suena bien y que ha protagonizado un verdadero tour de force, con intentos de tirar la toalla vistas las dificultades de llegar a buen puerto. El destino lo ha puesto a comandar la Nave, y se ha de ver si saldrá rana, como Piterman (Racing y Alavés), Al-Thani (Málaga), Ali Syed (Racing), o por el contrario será del estilo de Abramovich (Chelsea), Al Nahyan (City), o Al-Khelaifi (PSG).

  Ahora sólo queda esperar acontecimientos y ver si se plasma con rúbricas el dichoso documento de transacción accionarial. Si es así, los valencianistas nos relajaremos, al menos temporalmente, tras una batalla cruenta en la que nadie ha dicho la verdad de todo el proceso, hablándose únicamente del asunto extradeportivo. Un día, si se apaciguan las aguas, alguien debería de contarnos con pelos y señales esta historia tan disparatada, pues el mundo del balón se merece el respeto, y particularmente quienes nos consideramos ches.

sábado, 2 de agosto de 2014

Un chute de fluido rosa

  La fascinación regresó dos años después a la sala multifuncional del Canal Salat. Como ocurriera el 29 de junio del 2012, The Other Side tributo a Pink Floyd volvieron a conquistar los corazones de quienes somos fieles seguidores del grupo británico. Durante casi tres horas de concierto, la banda que capitanea Shanti Gordi hizo un recorrido exhaustivo a través de varias de las piezas musicales más representativas del cuarteto -hoy ya dúo tras la fuga de Roger Waters y posterior fallecimiento de Richard Wright. Antes de nada quiero recalcar que la banda integrada por menorquines persigue el mimetismo con su modelo británico, y a fe que le falta muy poquito para lograrlo, algo por otra parte imposible teniendo en cuenta que la perfección no existe, y por añadidura, Pink Floyd no es ni mucho menos proyecto sencillo de imitar. Por poner algún pero a la extraordinaria interpretación de ayer noche, yo sólo diría que tal vez debieran de vigilar los músicos y el controlador de sonido una nota recurrente por encima del volumen general proveniente de los teclados que lastra parcialmente la armonía en su conjunto de una canción en concreto; como en otra el ritmo propuesto por el bajo y que en la original es más diluido, desvaneciendo por momentos ese parecido tan deseado. Por lo demás y en lo referente al sonido, The Other Side ha mejorado aún más con respecto al recital de hace dos años, al igual que en lo concerniente a la tramoya lumínica de los múltiples focos diseminados en torno al escenario, espacio coronado con la mítica pantalla redonda, obviamente a escala más reducida.

  El concierto, como ocurriera en el Tour de 2012, está claramente diferenciado en dos partes. En la primera la banda interpreta las obras más reconocidas sin correlación entre ellas, dejando para la segunda la ejecución íntegra de The dark side of the moon -dos años atrás sucedía a la inversa-. La sala del Canal Salat, a rebosar como entonces, estaba dispuesta a propiciar el universo sonoro y lumínico de una de las agrupaciones más grandes de la historia del Rock.

  Como no podía ser de otra manera, a imagen y semejanza de muchos de los shows de los británicos, comenzaron con Shine on you crazy diamond, una de esas cumbres en la búsqueda casi enfermiza, a fin de dominar la perfección sonora y por añadidura el goce extrasensorial de su multitud de seguidores, incapaces por  otra parte de descifrar con exactitud el mensaje de la letra. El personal exultante -nativos, peninsulares como yo, y guiris- no cabía de gozo ante la brillante interpretación, así que de inmediato cayó rendida a la sabiduría de los menorquines, que a renglón seguido atacaron los compases inconfundibles de Astronomy Domine, pieza de The piper at the gates of dawn (1967) y también registrada en vivo en el Ummagumma (1969), tal vez la más recordada de Syd Barret, fundador del grupo y víctima prematura por los excesos del ácido lisérgico. A continuación maniobraron con What do you want from me, obra incluida en su álbum Division Bells (1994), seguramente más conocida por la cercanía en el tiempo, es un decir. Y así se sucedieron Pigs on the wing y Dogs, ambas integradas en Animals (1977), Echoes, que ocupa íntegra la cara B de Meddle (1971), The show must go on, Hey You, Another brink in the wall, part 2 -con el consabido coro de niños gritando el celebérrimo estribillo we don't need no education-, todas pertenecientes a The wall (1979). Concluia la primera parte del recital y la peña parecía deseosa de que corrieran veloces los diez minutos de descanso para recuperar la comunión con los talentosos intérpretes que lúcidos y en connivencia con el encargado de sonido, dejaron sonar en ese lapso el pálpito familiar e inquietante de un corazón, preludiando la segunda parte, íntegramente ocupada por la ejecución de The dark side of the moon (1973), álbum conceptual y cenit en la carrera de Pink Floyd. A lo largo de la interpretación continuada se aprecia el dominio absoluto y la pericia de cada miembro, 11 en total, además de una mejoría con respecto a la ejecución de junio de 2012. Hay, que duda cabe, horas y horas de ensayos, además de la búsqueda incesante por un ensamblaje armonioso del Conjunto. Y cuando uno se da cuenta de que en los tres primeros minutos queda resumido a modo de obertura el contenido íntegro de la obra, los deslumbrados oyentes transitamos por el viaje alucinante del protagonismo instrumental de On the run, antes de sumergirnos a golpe de despertadores en la enorme pieza que es Time. Así hasta aterrizar en un aeropuerto que levita llamado The great gig in the sky -monumento a mayor gloria del malogrado Richard Wright-, en cuya pista de aterrizaje tienen su momento sublime las tres princesas del coro. A renglón seguido otra de las piezas fundamentales: Money, y así hasta finalizar con Eclipse, título barajado en principio para el disco.

  El gentío gozoso no estaba dispuesto a abandonar la Sala así por las buenas y pedía a gritos el regreso de los músicos. Así que no se hicieron esperar y regalaron a la concurrencia bises impagables como el clásico Wish you were here (dedicado a Syd Barret, el padre de la criatura), Comfortably numb -incluido su celebérrimo sólo, uno de los más emocionantes y estremecedores de la historia rock, concluyendo con Run like hell, pieza sencilla y convincente con aire disco.

  Era la una de la madrugada cuando el personal abandonaba incrédulo la Sala tras el disfrute único de un acontecimiento parido por menorquines y que ya ha visitado muchas ciudades de la Península con reconocimientos, tanto de la crítica como de los asistentes al espectáculo. Y es que si es harto difícil por las circunstancias presentes asistir a un concierto de Pink Floyd, nada mejor que disfrutar con quienes mejor han captado el universo floydiano, The Other Side, el grupo dirigido con sabiduría por Shanti Gordi. Como dice la canción, el espectáculo debe continuar, pero es digno de verse una y otra vez.

  Desde estas páginas les lanzo un desafío más teniendo en cuenta que no parece existir obstáculo alguno para su capacidad interpretativa, y es que de cara al deseado Tour15 -si al final lo hay- se atrevan con algo de The final cut, además de otras instrumentaciones de Division Bells, como Marooned o la pegadiza Coming Back to life, donde el papel de la guitarra solista recobra el papel preponderante. Por cierto, y al hilo de todo esto, la esposa de David Gilmour acaba de anunciar la próxima salida al mercado de un nuevo disco en otoño desde la factoría Rosa. Albricias si se confirma la noticia y mi enhorabuena más sincera para Shanti Gordi y sus compañeros, se lo han currado de veras.

miércoles, 16 de julio de 2014

Se ve el plumero

  Parece que al Gobierno le han entrado las prisas para acometer en profundidad la tan cacareada "regeneración política", y está dispuesto a poner en marcha, solo o en compañía de otros -más bien me inclino a pensar en lo primero merced a su abrumadora mayoría-, transformaciones de calado tanto tiempo demandadas por la sociedad, o esa es a bote pronto la percepción que ellos deben tener. Claro que llama mucho la atención esa súbita urgencia por poner en marcha acciones tendentes a preservar un cierto dominio de los gobiernos municipales, me refiero, claro está, a que el alcalde electo sea el más votado en los comicios locales.

  Es llamativo todo cuanto viene sucediendo desde las pasadas elecciones europeas de mayo, ese temor próximo al paroxismo cuando un partido con vocación de gobierno recela de sus auténticas posibilidades en la próxima cita electoral del venidero mayo. Y ahí están, dándole de lo lindo al grupo sorpresa de Podemos, mientras se visten ahora con la piel de cordero para ensalzar hasta no hace tanto al "maquiavélico" sr. Rubalcaba que ha decidido retirarse.

  Cabría reflexionar en cuanto a la propuesta de los Populares. Al primer vistazo no parece descabellado optar por el aspirante más votado si no hay una mayoría suficiente; suena hasta sensato. Ahora bien, si eso es así, ¿deberíamos de prescindir para siempre de algo tan legítimo como son los pactos entre distintas fuerzas políticas? A mí me parece tan lícita una opción como la otra. Sí cabe recalcar a modo de recordatorio que, nuestro sistema de escrutinio se rige por la Ley D'Hondt, aceptable fórmula que ya favorece a la lista más votada y sucesivas; es decir, que grosso modo, un partido con algo más de un 42% de las papeletas, es fácil que le den para sacar más de la mitad de los cargos elegidos, y sin embargo no haber llegado a la mitad de las validadas, previamente introducidas en las urnas. Ahí estaría el resto de las formaciones que juntas rondarían el 58% de los votos. Llegados a este punto de optar por la lista más votada, ¿qué hacemos, una segunda vuelta donde sólo pujen las dos fuerzas más votadas y dejamos fuera al resto de contendientes -representantes legítimos de los ciudadanos-, acaso alguno de ellos con un porcentaje por encima del 20%? ¿Si optamos por la lista más votada renunciando a la segunda vuelta, prescindimos de la Ley D'Hondt y aplicamos un nuevo reparto?

  A mi modo de entender, el PP tiene un serio problema de credibilidad fuera de su espacio de influencia, de ahí -y es ahí donde está el meollo del empeño para sacar adelante su propuesta- que le resulte tan complicado llegar a acuerdos de gobierno con otras fuerzas. Existe la percepción de que a sus competidores les resulta más sencillo alcanzar acuerdos programáticos para asumir la gobernabilidad de turno, mientras que los primeros, cuando no obtienen la mayoría absoluta, estuvieran casi siempre condenados al desalojo de los gabinetes en disputa. Si esto es como digo, tal vez deberían de reflexionar en profundidad y llegar a conclusiones con más enjundia que la socorrida del mero quitarnos a nosostros para ponerse ellos, aunque ellos a veces sean más del 50%. Claro que uno de los motivos para la desconfianza sea quizá esa idea de apostar por la transparencia y regeneración política, colisionando, día sí y día también con su manera de proceder, al menos en la esfera del Ejecutivo del sr. Rajoy. Sin ir más lejos y como muestra el ejemplo, ahí tenemos la reciente convalidación en solitario por parte del PP de la Ley Ómnibus de medidas para el crecimiento, competitividad y eficiencia. Un Proyecto de Ley que iba a ser Decreto Ley con 47 artículos que afectan a 26 leyes de distinto pelaje y a nada menos que 9 ministerios. Una Oposición unida e indignada le echó en cara a la bancada azul su negación a la dialéctica parlamentaria con la excusa de las urgencias del momento. La protesta fue tan airada que el PP optó por renunciar al Decreto Ley -es revelador que sea el actual Consejo de Ministros el que en promedio más ha utilizado este recurso desde la reinstauración democrática, lo que evidencia la alergia del sr. Rajoy al debate parlamentario-.

  Si esto es regeneración y mano tendida, yo no entiendo nada. Y que conste que algunas de las medidas que se pretenden poner en marcha son interesantes. No así el conglomerado de acciones a acometer, todas en el mismo saco, como la privatización del Registro Civil, la regulación de los drones, la transformación de faros en locales de restauración, la privatización parcial de AENA o las bajadas del IRPF a autónomos. ¿Qué tienen que ver unas cosas con otras y las urgencias impidiendo al resto de grupos un análisis más exhaustivo? Lo que no es admisible es la argumentación de la sra. Sáenz de Santamaría aludiendo a las prisas para poner en marcha este Ómnibus, pues los parados no pueden esperar más tiempo. ¿Si han tenido paciencia los últimos años con los recortes, no la iban a tener un par de semanas más una vez se hubiera valorado cabalmente todo este conglomerado de complicada coherencia?

  Acciones y discursos como éstos son los que generan el rechazo generalizado hacia los políticos y la duda constante en cuanto a las pretendidas regeneración y transparencia. No deberían extrañarse en absoluto de que una parte importante de los votantes hayan optado por Podemos; y ya se verá si no surgen nuevas formaciones. Me parece que se les ve mucho el plumero.

sábado, 5 de julio de 2014

La meta: un Consejo de Administración

  Parece ser que en Canarias andan soliviantados con su paisano el sr. Soria, a la sazón ministro para Industria, Energía y Turismo -vaya paradoja esta de las tres ramas juntas-; bueno, al menos una parte estimable de la población, pues los votantes del PP, o para ser más preciso, los dirigentes populares, sí parecen estar a partir un piñón con el presidente del Partido desde 1999 en aquellos lares, quien se muestra alborozado con el dictamen aprobatorio de la Justicia para abordar las famosas prospecciones en aguas atlánticas de la costa insular. Por su parte, una abrumadora mayoría de canarios muestran su enfado y estupor ante el inminente desembarco de Repsol, la emblemática sociedad encargada de buscar en medio del océano Atlántico un filón de oro negro. Con el sentido común por bandera, quienes repudian el proyecto, estiman que sólo los sondeos ocasionarían un serio daño a su principal fuente de ingresos, el turismo; no digamos si las perforaciones dieran con el hallazgo de petróleo a escasos kilómetros de la costa, entonces podrían desbaratar completamente el negocio de acoger a millones de visitantes a lo largo del año.

  El sr. Soria afirmaba el invierno pasado que el asunto de las prospecciones venía de atrás, vamos, que la autorización la había dado el gobierno del sr. Zapatero, y que ellos, los miembros del actual gobierno, se limitaban a cumplir escrupulosamente con la legalidad. A lo que se ve, con la llegada canicular, al Ministro le ha dado el arrebato de la sinceridad y ya no esconde sus deseos ardientes de dar con el preciado tesoro. Habría que precisar llegado el éxito final que, salvo error -se admiten correcciones-, los ciudadanos de a pie seguiremos pagando un precio parejo al actual para hacernos con el combustible, por la sencilla razón de que Repsol es empresa privada y trataría de sacar el máximo rendimiento a su inversión millonaria, además de que el Estado no iba a renunciar a impuestos tan suculentos.

  En Baleares el panorama no es exactamente el mismo que en las Canarias, pues aquí, el sentir unánime es de rechazo frontal a las hipotéticas prospecciones pendientes de autorización, incluyendo a los mandatarios populares que ya han advertido al sr. Rajoy de tamaño disparate, si bien con la boca pequeña por aquello de no incomodar en demasía -tal vez quien preside el Govern abriga una pequeña esperanza de ser ministro, ¿y por qué no en sustitución del de Industria, Energía y Turismo?

  Quien ha hecho un daño colosal a las cuencas mineras del Bierzo y de rebote tal vez esté poniendo punto y final a la Ciuden, proyecto  emblemático de I+D+i, se decanta sin miramientos por la otra alternativa fundamental de origen fósil cual es el petróleo. El isleño es incapaz de ver más allá del tremendo daño que se le podría ocasionar al turismo y al medio ambiente, y sigue empecinado en el cortoplacismo patrio -vaya con la palabreja-, sin explorar otras alternativas más limpias y de futuro como las energías renovables, aunque las investigaciones y material sean caros en principio -en su momento también lo fueron los primeros ordenadores, móviles e incluso las televisiones, y ahora se venden a precios razonables-. El petróleo es finito y su precio baila al son que bailan los jeques árabes, las guerras, los magos de las finanzas y los lobbies o grupos de presión, desvirtuando a su antojo los precios del carburante. Pero, además, hay vigente una directiva que de aquí a pocos años habrá de cumplirse a rajatabla en lo referente a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, y aquí sin enterarnos, a pesar, en opinión de expertos en materia, que vaticinan un filón de miles de puestos de trabajo si se apuesta por las energías limpias.

  Claro que hay una hipótesis con visos de convertirse en real bajo mi punto de vista: al sr. Soria, una vez fuera del Gobierno, será difícil que lo veamos formando plantilla de una de las empresas eléctricas de referencia por obvias razones de confrontación y trifulcas mil. Pero, ¿por qué no podemos imaginárnoslo sentado en algún consejo de administración de una petrolera, acaso Repsol? El canario -se admiten apuestas- tiene todos los números de la tómbola para ser uno más de los que se aprovechen de la puerta giratoria en cuanto pasen los meses pertinentes, aunque tal vez esté equivocado. En fin, el tiempo lo dirá.

sábado, 28 de junio de 2014

Hasta siempre Ana María

   El pasado día 25 fallecía a los 88 años Ana María Matute, una de las más insignes escritoras de la literatura española de posguerra, y probablemente la más conocida de las nacidas antes del 36 aún con vida. De Matute se pueden decir muchas cosas, pero ante todo que era una persona con una humanidad fuera de lo corriente; tal vez haber vivido una guerra de los 10 a los 13 años le orientó hacia un carácter afable y de comprensión por sus semejantes. No obstante, a pesar de una apariencia de fragilidad engañosa, acrecentada por su voz inconfundible, como de niña dócil, Ana María siempre fue una mujer fuerte, aunque sin la necesidad de aspavientos. De su faceta como escritora sólo se puede decir que estuvo casi toda su vida conviviendo con el éxito, tanto de los lectores como de la crítica, rozando incluso la gloria por haber estado nominada al Premio Nobel. Finalmente no lo consiguió, pero a cambio, en 2010, se convertía en la tercera mujer en lograr el Premio Cervantes.

  La académica aborda en sus novelas lo más característico del periodo de posguerra, así nos orienta en terrenos como el social, político, la moralidad, examinando con minuciosidad inusual la condición humana que nos atenaza impidiéndonos la plenitud. De las miserias y anhelos de aquel tiempo que ha marcado su vida y escritura, da buena muestra en sus novelas. ¿Quién no recuerda la gratísima lectura de obras como Los hijos muertos o Primera memoria? Eran los postreros años cincuenta y España comenzaba a entrar en la denominada etapa del desarrollismo, algo que chocaba frontalmente con una represión desmedida imbricándose en una sociedad domeñada y conformista ante el sino de los tiempos. Matute no tardaría mucho más en separarse de su esposo, y con ese hecho entonces anómalo, se le prohibía ver a su hijo único, ya que la sociedad patriarcal del momento le despojaba a la mujer de casi todas sus funciones, entre ellas la de tutora. Fueron momentos muy duros que le marcaron, dejando la impronta de una cierta desesperanza o pesimismo en posteriores obras de relieve, como Algunos muchachos o Los soldados lloran de noche.

  Matute, que fue escritora precoz, pues a la edad de 17 ya había terminado la novela Pequeño teatro, publicada  varios años más tarde, en 1954, tuvo un prolongado periodo de inactividad en cuanto a creación literaria, un lapso de más de veinte años en lo concerniente al género de la novela que se rompió con la publicación  en 1996 de la trilogía Olvidado rey Gudú -en 1993 había reeditado Luciérnagas, obra conocida al principio como En esta tierra, de 1955, y que había tenido serios problemas con la Censura-. En Olvidado rey Gudú, la autora crea un mundo imaginado en el Medievo, de guerras, estirpes imperiales y geografías inhóspitas que entroncan con la obra cumbre de Tolkien El señor de los anillos, si bien con su toque personalísimo e inconfundible.

  No obstante y a pesar de su reconocida vena narrativa, Ana María destaca con igual destreza e inventiva en el negocio de la cuentística para niños. Son infinidad de obras las escritas para infantes y adolescentes. Y no es de extrañar esa facultad tan suya para captar el interés de los más pequeños; a la postre, y aún siendo como fue una mujer de un profundo pensamiento humanista, de ideas muy claras, la barcelonesa jamás dejó de ser una niña grande, a pesar de que la Guerra Civil le robara vertiginosa la infancia, o tal vez por la estupidez de ver a los españoles batallando renunciara a hacerse mayor.

  El estío es un tiempo propicio para releer a esta dama de las letras, ¿y por qué no empezar con Primera memoria? Ganadora en 1959 del Premio Nadal, la primera de las novelas de la trilogía Los mercaderes, aborda la vida de guerra y posguerra en la isla de Mallorca. A través de sus personajes se percibe el engranaje existencial de la sociedad del momento. Ana María, que volvió a tener serias dificultades con la Censura, se inspiró para redactarla tras su estancia en la casa de Cela en el barrio palmesano de Son Armadans, huyendo de una vida marital que hacía aguas.

  Ana María se ha ido, pero nos deja un legado formidable. Hasta siempre maestra.


domingo, 15 de junio de 2014

El futuro del PSOE

   <<¿Por qué no escribes algo a propósito de lo que está ocurriendo en el PSOE y de las primarias?>>, me decían dos amigos afiliados al Partido hace unos días. Mi intención era la de rechazar tal sugerencia por no considerarme el más indicado para inmiscuirme en las interioridades partidistas; que otra cosa bien distinta es trazar algunas reflexiones a vuelapluma y sanseacabó. Jamás se me ocurrió plasmar sobre un papel los consejos o sugerencias que debiera de tomar en consideración tal o cual partido político en su funcionamiento interno como agrupación de militantes, hasta ahí podía llegar sin haber estado jamás en alguno de ellos, algo que por fuerza ha de convertirse en un inconveniente para hablar con cierto conocimiento de causa. Bien opuesto es cuando un partido, el que sea, tiene la responsabilidad del gobierno municipal, regional, de nuestro país o de la UE, entonces sí que me ocupo de escribir sobre su enorme responsabilidad, una opinión personal y subjetiva por descontado, y denuncio -como haría el contrapoder inherente a los medios de comunicación serios, y también millones de ciudadanos- las medidas equivocadas, injustas, cuando no desmanes o atropellos de nuestros representantes. Por lo demás y si estoy dando la matraca, es que efectivamente hago una excepción teniendo en cuenta la excepcionalidad o grado de efervescencia en la olla a presión que es ahora mismo el principal partido de la Oposición.

  De unos meses a hoy parece existir una disyuntiva en cuanto a qué es lo primero, si el huevo o la gallina, es decir: si aglutinar a la militancia en torno a un acuerdo programático de máximos acorde al perfil socialdemócrata de la formación, o por el contrario dar prioridad a la elección de un guía que conduzca al Partido a recuperar el terreno perdido. Bajo mi discutible punto de vista lo esencial es perfilar un hilo argumental a través del rearme ideológico que entronque con las legítimas aspiraciones de muchos españoles, hasta volver a hacer de la política el arte de lo posible. Si a pesar de todas las buenas intenciones el Partido no es capaz de conectar de nuevo con la sociedad, de sentir y padecer los males que asolan a una parte importante de ella a partir de un programa creíble pero atrevido a un tiempo, es poco probable que el nuevo Secretario General por si solo sea lo suficientemente avezado para enderezar la actual situación de desconcierto y debilidad. No hay que salir de nuestras fronteras para comprobarlo. El sr. Rajoy, actual líder de su partido gobernante y jefe del último ejecutivo, no sólo es el presidente peor valorado de la Democracia, sino que antes de ganar las elecciones su valoración ni tan siquiera llegaba a 5. Tan baja ha sido siempre su estimación, que más del 60% de la población desconfiaba de él cuando ejercía como jefe de la Oposición, y a pesar de ello, las encuestas daban al PP como claro favorito para ganar las elecciones. A diferencia del PSOE, los populares tenían un programa claro y definido en consonancia con su predicamento político, otra cosa es que a las primeras de cambio lo incumplieran de pe a pa, lo cual puede ocasionarles un serio revés en las legislativas del año que viene, aunque eso está por ver.

  Siendo fundamental una oposición fuerte y constructiva en lo que queda de legislación, lo trascendental  de cara a poco más de año y medio, es saber por ejemplo si tras una hipotética victoria en noviembre de 2015 o antes en función de unas elecciones anticipadas, estarían dispuestos a regular como parece ahora la dación de la vivienda en pago. Si cumplirían con la derogación de algo tan nocivo e injusto como la última reforma laboral del 2012 -todos deberíamos de leerla, no tiene desperdicio-, que ha roto el equilibrio existente entre la clase obrera y la empresarial. O si de verdad están decididos a frenar la externalización creciente de muchos hospitales (privatización encubierta) y a acabar con las miserias de los pacientes en algunas comunidades autónomas muy concretas. Si de verdad están dispuestos a recuperar tantos derechos adquiridos a lo largo de muchos años y que se han perdido en los dos últimos, atreviéndose con la derogación de las tasas judiciales o el otorgamiento de becas más justas para competir en igualdad de condiciones con estudiantes de familias pudientes, así como tasas universitarias más razonables y acordes al poder adquisitivo de la generalidad. Además de acometer una reforma en profundidad de la Constitución que llevaría aparejada otra reforma del Senado para convertirse en cámara representativa o bien su eliminación. Y por supuesto, acometer en serio una modificación de la Ley de Transparencia que ataque en profundidad este mal endémico llamado corrupción. Si todo esto que los dirigentes socialistas dicen que van a llevar a cabo no lo hacen cuando vuelvan al gobierno -ahora mismo parece una utopía-, quizás caven su fosa definitivamente, pues a su izquierda e incluso a la derecha, hay formaciones preparadas para comerle la tostada.

  Sin embargo hay un inconveniente enorme, y es que vivimos en un mundo globalizado donde el dinero circula a velocidad de vértigo y los ciudadanos no nos podemos mover con tanta premura. Quiero decir que a pesar de un propósito de enmienda por parte de los socialistas españoles, para cambiar la sociedad, globalizada, repito, no será suficiente. Si el PSOE que va a venir no trata con todo el empeño de fraguar con el resto de socialistas europeos una unidad de acción a fin de combatir al pensamiento neoliberal que domina el Continente, más pronto que tarde esa Socialdemocracia pujante que todos conocimos algún día, terminará fagocitada por sus dos extremos. Un ejemplo ilustrativo es el de la facilidad que tienen los grandes poderes financieros, económicos, las fortunas personales o las empresas del Ibex-35 para maniobrar o gestionar su dinero sin apenas oposición -¡qué tiempos aquellos cuando el movimiento de capitales se penalizaba con una tasa! ¿Por qué no una tasa para los movimientos especulativos de los grandes capitales?-. Enormes empresas que pagan una cantidad ridícula por sus rendimientos, adinerados que se juntan para crear Sicavs, Multinacionales que crean infinidad de empresas pantalla para despistar el itinerario de su dinero que habitualmente desembarca en un paraíso fiscal, amén de los lobbies o grupos de presión en los mercados que campan a sus anchas y hasta amedrentan al poder polìtico, etc. Todo esto es únicamente combatible con la unidad de acción para acabar con la dichosa desregulación actual.

  No hay que ser un lince para percatarse de que la crisis ha propiciado el descrédito generalizado de la Socialdemocracia, particularmente en los países pobres del Sur, que ante las penurias brutales del último lustro, sus ciudadanos no entendían cómo dirigentes denominados de izquierda podían girar repentinamente para hacer una política opuesta. Si algo se espera en un escenario de máxima dificultad es que los representantes, al menos los de centro izquierda y por descontado los de izquierda, den respuesta a sus múltiples problemas -en España, como en otros países del entorno, aumenta preocupantemente el número de pobres, advirtiendo nuestro CES del riesgo de cronificación de la miseria entre muchos españoles-, de lo contrario terminarán por darles la espalda como ocurre en la actualidad. Para políticas de ese tenor, más laxas a la hora del control, ya hay otros partidos que es casi seguro lo harán mejor. Suerte que tras 6 años de crisis, el Banco Central Europeo parece haber caído del guindo de que únicamente con la política de restricción no se sale del pozo y mucho menos recuperar a los millones de nuevos pobres que ha generado su inacción. Al fin se atreve y aunque sea tímidamente, está dispuesto a poner en circulación 400.000 millones de € para estimular la economía. ¡A buenas horas mangas verdes! También el sr. Rajoy ha anunciado una millonaria cantidad de euros para lo mismo al socaire de los nuevos aires del Central. Parece que por fin alguien como el sr. Draghi se atreve a llevarle la contraria a la sra. Merkel.

  Me voy por los cerros de Úbeda sin concretar. Existe otra forma de hacer política, también más cercana, sin pantallas de plasma o ruedas de prensa sin preguntas, más espontánea que la encorsetada de hoy día por culpa de los mil y un asesores; y hay otras muchas políticas económicas que se pueden implementar. Las deudas se pagan, se deben pagar, pero cuando eso sea posible. Igual que un individuo trata de refinanciar su deuda a largo plazo cuando llegan las dificultades, así debieran hacer los países deudores. Alemania por cierto, aún está liquidando o lo acaba de hacer, su deuda millonaria con USA a cuenta de las ayudas tras la Segunda Guerra Mundial, porque, y eso deberían de tenerlo en cuenta nuestros representantes, lo primero son las personas, lo primero. A lo que parece sigo en Úbeda. Desgraciadamente no la conozco.

  Si el PSOE que salga vuelve a ser fiel a sus principios estará en disposición de liberarse de ese ente de los mercados que es quien marca el tempo, y si finalmente elige un líder de verdad, que no se parezca a los tecnócratas al uso y que pueda ilusionar y más tarde llevar a término el ideario programático, habrá ganado mucho terreno; pero lo difícil será lograr la convergencia europea de toda la Socialdemocracia para luchar contra el otro poder. Eso son palabras mayores.