martes, 18 de noviembre de 2014

PARAISO FISCAL


  El pasado día 5 los medios de prensa, radio y televisión de todo el mundo, se hacían eco de la noticia referida a que 340 empresas, multinacionales en su mayoría, se habrían beneficiado fiscalmente. Los medios de comunicación explicaban que entre los años 2002 y 2010, el Gran Ducado de Luxemburgo habría facilitado a todas ellas un trato de favor en el momento de tributar los impuestos. Justo una semana después, el pasado día 12, el sr. Jean Claude Juncker comparecía en la Eurocámara para dar las explicaciones pertinentes en su condición de ex primer ministro luxemburgués. El actual presidente de la Comisión Europea debió ser muy convincente en sus explicaciones a tenor del respaldo unánime de populares y socialistas tras media hora ante los medios y las respuestas a los parlamentarios. ¿Muy convincente o sólo se trató de un paripé para calmar a la opinión pública?

  No ha transcurrido el mes y de aquella información con tanta polvareda apenas ya se habla, encargándose entre todos de bajar el suflé a la mínima expresión. De todo el escándalo apenas queda el propósito de investigar su veracidad o no. Lo más razonable es pensar que nada va a ocurrir, y lo mismo que las escuchas a políticos y líderes mundiales pronto pasaron a segundo plano, con lo de la fiscalidad luxemburguesa ocurrirá algo parecido: una asunción de responsabilidades, al menos para mí, sería una sorpresa inenarrable. ¿Y por qué esta inacción? Porque todos los líderes políticos lo sabían. Luxemburgo es un paraíso fiscal encubierto desde hace muchos años, además de miembro fundador del antiguo Mercado Común Europeo, germen de la actual UE. Estando integrado en la zona euro (un despropósito a todas luces), comparte con países como Holanda e Irlanda idéntica moneda, además de una fiscalidad peculiar que le permite, como a los otros dos países del Norte, ciertas ventajas con respecto al resto de naciones de la Eurozona al procurarse resortes sui generis y bastante opacidad, algo así como facilitar su competencia desleal.

  En el caso del Gran Ducado, la práctica legal denominada tax ruling, confidencial por otra parte, permite a las empresas interesadas solicitar por adelantado a la Administración conocer qué tratamiento fiscal se les va a aplicar individualmente, obteniendo por otra parte las garantías jurídicas indispensables. Multinacionales como AIG, Ikea, Deutsche Bank, Heinz o Pepsi se han beneficiado de una fiscalidad irrisoria, en torno al 5% de media sobre los beneficios declarados. Estas sociedades de dimensiones colosales se pueden permitir así el gasto en los mejores asesores fiscales, hacer negocio en multitud de países y finalmente tributar escasamente al mejor postor -¡bendita globalización!-, mientras a mileuristas con trabajo todo el año se les retiene más dinero a través del IRPF. Supongo que cuando en un arrebato de sinceridad el sr. Sarkozy adujo la necesidad de refundar el Capitalismo se debía referir a la desaparición de los paraísos fiscales entre otras anomalías. Por lo visto hasta ahora parece improbable algo así, muy al contrario se sigue desregulando -¡que viva el neoliberalismo imperante!- para complacer a los grupos de presión, lobbies y de más fauna especuladora.

  Yo siempre digo lo mismo: hemos pasado de la Dictadura del Proletariado a la Tiranía del Capitalismo sin término medio y, añado: o los políticos se ponen manos a la obra para encauzar esta economía de mercado distorsionada que avanza desbocada y amenaza con engullirlo todo, o es muy razonable pensar que sus representados, los ciudadanos, tomen cartas en el asunto, y ya se verá como acaba. Es indecente, incomprensible, absurdo, inadmisible, que durante el último año el número de españoles millonarios haya crecido en 47.000, un 13% más hasta alcanzar los 402.000, siendo el 8º país del mundo con más acaudalados; mientras, España es ahora mismo el 3º europeo con más pobreza laboral sólo superado por Rumanía y Grecia. El 12,3% de empleados está ahora mismo por debajo del umbral de la pobreza, siendo España la 2ª nación de Europa en desigualdad sólo superada por Letonia. Y ojo que se avecina otra buena para el año próximo si finalmente prospera y se firma el TTIP (Área de Libre Comercio Trasatlántico) entre USA y la UE. Muchos entendidos tienen dudas razonables en cuanto a su benignidad/malignidad. El tiempo lo dirá.

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