martes, 22 de junio de 2021

Tras los visillos

 

  


Cuando Mencía Adiosgracia oyó el tañido fúnebre planeando desde las campanas de San Miguel, le faltó tiempo para telefonear a la funeraria reclamando un féretro. En ese instante tanto tiempo anhelado, tuvo la certeza de que Guillermo Oliverio Ayala había pasado a mejor vida. Su amor platónico, aquel mal nacido sin entrañas, tan aficionado a engañar a doncellas como a retozar con mujeres de todo uso; el joven que la iba a hacer tan feliz por el resto de sus días y sin embargo la había convertido en una anciana insociable, desmemoriada y solterona, Dios, para su satisfacción, acababa de llevárselo de este mundo antes que a ella.


  Con rictus de alegría incontenible y con la parsimonia que da el poso de los años, al entrar en la alcoba de la recreación y deleite amorosos en la soledad de infinidad de días y noches, la anciana volvió a rociar todo su cuerpo con perfume de jazmín, a pesar de haberlo hecho sólo dos horas antes, enlutándose de arriba abajo, como había prometido al Santo Cristo, recién acabada la Guerra, si le hacía la gracia de poder asistir al velorio y entierro de aquel sinvergüenza.


  Casi todo lo enjundioso comenzó un domingo de primavera, cuando saliendo de misa de doce, Pacita, su comadre, la desengañó en cuanto a la verdadera traza de su prometido, aludiendo a la fama de putero del apuesto indiano y a los crecientes rumores entre el vecindario sobre la secreta paternidad del crío de Pura la costurera. Luego, por la tarde, en un rincón del jardín, junto a un sauce llorón y los rosales en flor, el veinteañero Guillermo Oliverio Ayala le confirmaría punto por punto la veracidad de los rumores, admitiendo además lo que su parienta no se había atrevido a decirle: que ella, a su vera, de forma esporádica, también había calentado sus huesos y soledad. Y es que el argentino sería un mozo con incontinencia y premura, pero era incapaz de mentir.


Parrafos iniciales de Tras los visillos (2002), novela corta que obtuvo el Premio Hontanar de Narrativa Breve en su primera edición. 


Este trabajo supuso mi primera incursión seria en la escritura de ficción.                                  

miércoles, 9 de junio de 2021

Entrevista a Cristóbal Halffter (y 3ª parte)

      La segunda y última entrega de la entrevista a Cristóbal Halffter, realizada en el Castillo el 4 de enero de 1985, salió publicada en el Semanario Bierzo 7, en su nº 9 del sábado día 9 de febrero de 1985. Esta última entrega está centrada en su actividad profesional como músico, compositor y director de orquesta.

        A lo largo de esta seguna parte (bastante más interesante que la primera, a mi entender) Halffter deja algunas perlas dignas de destacar.


    Cristóbal Halffter, villafranquino por derecho propio, es sobre todo un artista. Su especialidad: la música. Ya conocemos parte de su vida y vivencias. Ahora, su arte, sus sentimientos.

     

    ¿Es usted el primero de la Generación del 51?

     No lo creo. En la Generación del 51 hay encuadradas muchas personalidades. En arte lo importante no es ser el primero, sino ser. Esta es la principal diferencia del arte con una carrera de caballos, donde lo vital es llegar el primero.

  ¿No cree que a la música culta en general le falta una base rítmica más persistente?

     ¿Por qué? No lo creo. El ritmo es lo más elemental de la música. Un ritmo muy continuado, o persistente, significa menos refinamiento. Lo que sucede es que a nivel popular, la gente no congenia con esa música, no porque le falte refinamiento, sino porque les inundan continuamente con otros ritmos muy machacones.

     ¿Cuántas etapas se dan en su evolución musical?

   No sé, quizás dos o tres. Les dejo a los críticos que sean ellos los que clasifiquen.

   Cristóbal Halffter ha utilizado con cierta frecuencia el dodecafonismo. ¿Puede explicarnos qué es?

    Es una técnica compositiva. Desde Pitágoras, la música occidental se venía dividiendo en siete notas. En realidad no son siete sino doce las que hay de Do a Do. Lo que se pretende con el dodecafonismo es democratizar las doce notas y quitar exageración, haciéndolas tan importantes unas como otras, y no usar solamente las tres fundamentales en un tono determinado.

      Preguntado sobre su orquesta ideal nos contestó:

    Para mí hay dos orquestas que destacaría: la Filarmónica de Berlín, que es punto y aparte; y la Orquesta de Basilea, con la que realmente se puede hacer todo lo que se quiera.

   ¿De alguna manera ha influido en usted la música contemporánea, por ejemplo el Jazz?

      Poco, por no decir nada. Creo que son más interesantes algunas formas del flamenco puro. El Jazz como producto americano se ha comercializado mucho. Si el Jazz se hiciese en Valladolid, nadie lo conocería.

       ¿Tiene un especial cariño por alguna de sus obras?

       La última siempre. La última que he hecho. Bueno, también las primeras, En realidad no sé. Las obras son como los hijos, no podría prescindir de ninguna de ellas.

        ¿La música debe ser inteligente o emocional?

        Ambas cosas. 

 

         En un periodo de su etapa compositiva, bautizó sus obras con títulos tan sugestivos como Requiem por la libertad imaginada o Planto por las víctimas de la violencia. ¿De algún modo esto significa que usted se ha comprometido políticamente?

        Políticamente no; sí humanamente. Nunca he pertenecido ni pertenezco a ningún partido político. Soy demasiado liberal.
          
      ¿Es usted de algún modo el precursor del desarrollo vocal hasta alcanzar cotas instrumentales?

       No. Ni mucho menos. En el extranjero ya había gente que lo hacía. En España lo hacía gente de mi generación, como Luis de Pablo.

    ¿Puede llegar el momento en que la música electrónica sustituya a las grandes orquestas?

     No. La música electrónica tiene sus características. Evidentemente podría interpretar la Quinta Sinfonía de Beethoven íntegramente con una serie de máquinas, pero sería erróneo, vulgarizaría la Obra. La enorme equivocación de la música electrónica consiste en imitar o sustituir a los instrumentos clásicos.

        ¿Le ha sucedido alguna vez el no estar de acuerdo con la ejecución de algunas de sus obras?

    Sí. Me ha sucedido muchas veces. Lógicamente hay buenos y malos intérpretes.

     ¿Hasta qué punto han influido sus tíos Rodolfo y Ernesto en su creatividad musical?

           Han tenido una influencia lejana. Francamente ha sido muy poca.

           Strawinsky aflora de algún modo en sus composiciones. ¿Lo llegó a conocer?

         Sí. Es cierto. Strawinsky aparece en alguna de mis obras. Lo llegué a conocer. La verdad es que no lo traté mucho, pero me alegró que se interesase por mi obra cuando yo empezaba y él era ya un extraordinario compositor consumado.

            ¿Por qué el Gaudium et Spes-Beunza no se ha vuelto a tocar en tantos años? ¿Por qué el preestreno en Villafranca?

            Lo cierto es que desde el estreno de la obra hasta el año 1977 tuvo muchos problemas de censura; además, en España, no es que se toquen muy a menudo mis obras. De todos modos en el extranjero se ha venido tocando con cierta frecuencia.

            Luis Núñez, el Presidente de la Sociedad Filarmónica quería conmemorar el concierto número cien que daba ésta, y se dirigió a mí. Por otro lado, estábamos preparando el estreno de la Obra en Madrid; de este modo sirvió como ensayo general para el Coro Universitario de León.

viernes, 4 de junio de 2021

Entrevista a Cristóbal Halffter (2ª parte)

     El pasado día 26 de mayo escribía la primera parte de una entrevista que yo hice al Maestro el 4 de enero de 1984. En realidad, en esa primera parte me limité a explicar la gestación de la entrevista y cómo se llevó a cabo en una de las salitas del Castillo.


     Lo cierto es que prometí transcribir el texto íntegro en posteriores entregas y así lo hago hoy, muy a mi pesar. Porque releída ahora (si bien lo transcrito no abarca ni mucho menos todas las preguntas con sus respuestas, y por tanto tampoco ayuda a su cohesión), me parece en algunos aspectos ingenua, de una bobería que puede sorprender. Desde luego, hoy, de tener la oportunidad de volver a repetir la entrevista, la habría enfocado de manera muy diferente. Ruego por tanto un mínimo de comprensión hacia el principiante dando sus primeros pasos como corresponsal de Villafranca.


    Como dejé escrito el pasado 26 de mayo, la entrevista salió publicada en el desaparecido semanario Bierzo 7 en dos entregas.


        Sábado 2 de febrero de 1985 (1ª entrega)

         Aún se recuerda, a mes y medio visto, el arrollador éxito que tuvo aquí el "Gaudim et spes-Beunza" de Cristóbal Halffter. Creo que era obligado mantener una entrevista con el compositor, no ya sólo por lo que pudo significar el preestreno de la obra, sino más bien por lo que Halffter representa para la Villa.

           El marco de la entrevista fue el castillo-residencia donde vive el matrimonio Halffter durante algunas temporadas.

         Sin duda, lo que más sorprende de Halffter es que al mismo tiempo que habla, se permite el lujo de filosofar complementando sus respuestas, destacando el hecho de que trata de instruir entre tanto. Creo que posee un poder de absorción, de cautivación, que, a mi modo de entender, desarrolla inconscientemente.

             Con él charlamos bastante tiempo. Es obvio que se trata de una transcripción sucinta, ya que la conversación fue mucho más extensa.


       Su esposa, Mª Manuela Caro, nació en Villafranca. ¿A quién conoció primero, a su señora o a Villafranca? 

          A mi esposa.

          En Villafranca vive muya menudo, cuando su actividad se lo permite. ¿Se encuentra a gusto en Villafranca?

          Sí. Francamente me encuentro a gusto en Villafranca.

          Villafranca tiene el orgullo de acoger en su seno el monumental castillo, que hace algunas centurias fue la sede del Marquesado de la Villa, hoy perteneciente a la señora Halffter. ¿Puede un particular visitarlo si es su deseo?

      Antes esta casa estaba abierta a todo el mundo, pero desde el robo, en el que nos llevaron objetos de un gran valor sentimental, ya tienen que ser personas muy concretas que nos merezcan una gran confianza.

        ¿Tiene algún vicio, como pueda ser fumar, beber, ver la televisión, etc.?

        No. No tengo vicios. No me gusta estar atado a nada. Por ejemplo no fumo porque me da verdadero terror el querer comprar tabaco y encontrar el local cerrado o que no tuviera.

         Descríbase personalmente.

         Soy una persona normal y corriente que en vez de dedicarse a una función de carácter administrativo, he decidido dedicarme a la música.

         Ahora sabemos que se encuentra cómodo en la Villa. ¿El entorno de Villafranca ha influido o influye en su creatividad compositiva?

            No creo. Bueno, no lo sé. Es cierto que la tranquilidad de Villafranca invita al recogimiento, a pensar.

            Es posible, que mucha gente no sepa a ciencia cierta dónde compone Halffter sus obras. ¿Alguna la ha compuesto en parte o íntegramente aquí?

             La mayor parte de mi obra la he compuesto aquí, en esta casa.

             Hay muchas personas que en concreto no saben qué pretende o qué busca Halffter a través de su música ¿Cómo definiría en líneas generales su música?

 

      Mi música primordialmente es comunicativa. Busco entablar una comunicación, sin renunciar a unos planteamientos estéticos.

              Se dice que la familia es el ente básico sobre el que descansa el equilibrio físico y psíquico de una persona madura y menos madura. ¿Hasta qué punto el entorno familiar ha generado una mayor y mejor creatividad?

             Para mí el entorno familiar ha sido fundamental. Cuando le dije a mi padre que quería ser músico, no recibí ni un solo tortazo. Todo lo contrario. Obtuve un apoyo muy grande. Posteriormente, ya casado con mi mujer, obtuve el apoyo incondicional, sin importar los triunfos inmediatos.

                Al margen de la música, ¿qué otas actividades desarrolla, digamos como hobby?

                Me gusta el deporte, leer, me gusta vivir, enterarme de todo lo que sucede en el mundo.

                ¿Desearía que sus hijos destacasen en la música, igual que usted?

             Naturalmente que sí. Tengo una hija, María, que se dedica de lleno a la música. Toca la flauta y lo hace muy bien. Yo he compuesto cosas para ella. Alonso, el mayor, ya es muy difícil, tiene ahora 27 años y su vida la tiene encauzada en la vida de la aviación. Pedro, el pequeño, todavía es prematuro saber si se dedicará a la música, tiene ahora 14 años.

                 Califique a estos personajes:

                 Bach: la música.

                 Beethoven: el luchador.

                 Schoenberg: el intelectual.

                 Leonard Berstein: típico americano.

                 H. Von Karajan: la tradición.

                 Strawinsky: Rey Midas.

                 C. Halffter: el asalmonado, siempre nado a contracorriente.

               No ha nacido en Villafranca, pero es visto por los villafranquinos como un paisano más. Aquí trabaja y aquí vive. Villafranca es para él.

                Un lugar con una gran tradición heredada o vivida, en donde cualquiera de sus habitantes rezuma tradición y, con una amplia cultura.

                 Para el Bierzo tiene también definida su idea. Estas son sus palabras:

                El Bierzo es un ecosistema geográficamente entre León, Galicia y Asturias, que ha creado una personalidad muy especial y posee una tradición mágica. La benignidad del clima y paisaje, ha perjudicado, perjudica a los habitantes, al no darse unas exigencias mayores. Por ejemplo, si durante tres meses hiciese una temperatura de 20 grados bajo cero, la gente se vería obligada a instalar calefacción u otro sistema calorífico, pero como no se dan esas circnunstancias de frialdad, la gente se va conformando para ir tranpeando y en concreto vivir mejor.


                  En la próxima entrada, y última, transcribiré la segunda entrega de la entrevista, completamente enfocada a la música, y me parece a mí más interesante. En esta primera predomina más el aspecto personal del artista.