lunes, 28 de mayo de 2018

Beggards banquet

  Venían de 2 años atroces. Mick Jagger y Keith Richards habían sido detenidos en la casa del guitarrista y llevados a juicio. Brian Jones, el otrora líder y cofundador de la banda, atrapado por las drogas y reiterados arrestos, se había convertido en una sombra del gran músico que había sido, falleciendo en 1969, apenas unas semanas después de ser despedido de los Rolling Stones. Por si no eran pocas las adversidades, su anterior álbum, Their satanic majesty´s request, un engendro que buceaba en la psicodelia imperante, había sido un fracaso, un trabajo poco alentador para sus incondicionales, que esperaban algo más cercano a lo que habían hecho casi siempre. Con Beggards banquet los británicos retomaron sus raíces blues, rhythm man blues y la moderada dosis de country, dando inicio, probablemente, a la etapa más oscura, pero también al periodo más creativo y brillante de su carrera, el que va de 1968 a 1972.


  Shympathy for the Devil, abre el disco. Irreverente e hipnótico, medio siglo después sigue siendo uno de los hits más celebrados de la Banda. Con su base rítmica a medio camino entre la samba y el inconfundible toque stoniano, no hace otra cosa que provocar sacudidas y un desmedido entusiasmo a quien la escucha, aunque la escuche mil veces. El tercer corte del disco, Dear doctor, no tiene desperdicio. Con la armónica de Brian Jones discurriendo en cada surco, nos evoca aquellas tierras del Medio Oeste americano con reminiscencias country. Pero sin duda el tema estrella junto al Sympathy..., es otro clásico imperecedero que lleva por título Street fighting man, una especie de alegato social en tiempos convulsos: Mayo francés, la guerra del Vietnam; una ácida crítica que orienta a la revolución, una revolución que ellos sí hicieron con este banquete de los mendigos. Para enriquecer el trabajo, ahí están cortes como Parachute woman, Stray cat blues, Salt of the earth, o el No expectations, la última buena contribución de Brian Jones antes de su expulsión.


  Indudablemente apenas quedan resquicios para suponer que Brian Jones participa en esta obra clásica de los británicos. Para entonces Keith Richards había asumido el liderazgo, firmando junto a Jagger uno de los trabajos más sólidos de hace medio siglo (el próximo 5 de diciembre se cumplen los 50 años de su salida al mercado). Jumpin Jack flash había sido lanzado en mayo de 1968 como single para promocionar el trabajo; sin embargo, y aunque parezca contradictorio, nunca integró el disco. La portada original, con las paredes de un retrete desbordadas de graffitis, fue censurada, cambiada por la simple invitación al banquete sobre fondo blanco, algo que indudablemente hacía recordar a la carátula del White album de los Beatles, obra publicada unos meses antes.


  El trabajo, uno de los 4 ó 5 mejores de su carrera, y situado por la revista homónima Rolling Stone en el puesto 58 entre los 500 mejores discos de la historia del rock, se vendió como las rosquillas a un lado y otro del Océano, inaugurando, reitero, el periodo más creativo de la Banda, que continuaría con el indispensable Let it bled. Sin dudarlo, un buen momento para volver a disfrutar con la audición de esta obra próxima a cumplir el medio siglo de vida.

   

domingo, 13 de mayo de 2018

Presentación de mi libro Teórica del fuego

  El próximo viernes 18 de mayo a las 20:00 horas en la Biblioteca pública de Maó, presento mi libro de relatos, Teórica del fuego. A la finalización del acto procederé a la habitual firma de ejemplares. Tod@s estáis invitados.