martes, 23 de diciembre de 2014

Feliz Navidad

  El año está a punto de concluir y como cada diciembre casi todos nos proponemos ser un poco más buenos, ser mejores personas, también cuidarnos algo más. El propósito de enmienda es sincero, acorde a fechas tan señaladas; pero en cuanto se retiran belenes, árboles y las luces que adornan las calles más comerciales de nuestros pueblos y ciudades, una vez los Reyes han tomado el camino de regreso a Oriente, esa especie de acuerdo tácito se diluye vertiginoso como lo haría un azucarillo en el café de la sobremesa. Así que no voy a ser original y me limitaré a desearos a todas y a todos paz, salud, trabajo y prosperidad en el nuevo año a punto de comenzar, además de que disfrutéis de una fiesta tan entrañable y familiar como es la Nochebuena. (Para leer el relato entrar en la palabra coloreada).

sábado, 20 de diciembre de 2014

El lago de Carucedo

  La había leído hacía la eternidad y ya no retenía con claridad la historia narrada. El título me evocaba la cercanía de la tierra, una novela sombría y a un tiempo mágica; pero, nada en cuanto a la desdichada existencia de María y Salvador, ni al más tenue recuerdo de un trasfondo religioso, sólo la rotundidad postrera del agua conformando un nuevo lago.

  A mí me parece una novela que trasciende más allá del fin último que es el de complacer al lector. Y si bien pudieran llevar razón aquellos que la consideran obra menor y hasta un mero ejercicio de adiestramiento literario previo a la redacción de El señor de Bembibre, su obra cumbre, a través de sus casi 60 páginas subyace el combate interno entre la espiritualidad y la pasión, entre el deber de fidelidad a un hábito y el enamoramiento de una mujer.

  Quienes firman algunas de las lecturas críticas que acompañan a la obra dicen que le falta unidad narrativa. Es posible, pero, ¿cómo se habría podido subsanar el teórico defecto? Me parece a mí que esta novela breve perdería parte de su encanto si el villafranquino hubiera optado por otro planteamiento o esquema. Ciertamente la parte II. La flor sin hojas, puede considerarse como una historia contada al margen del meollo, que es la relación entre Salvador y María, una aparente digresión; mas, ¿alguien se atrevería a plantear una alternativa diferente? En beneficio del autor está su corta edad de 25 años cuando escribió la novela.

  Por lo demás, Gil se muestra de nuevo como maestro insuperable para las descripciones paisajísticas, se reivindica  en claro exponente del romanticismo (El lago de Carucedo lo rezuma a borbotones) y por supuesto es un extraordinario fabulador, sin olvidar que esta novela es precursora de las leyendas que popularizaría Bécquer poco tiempo después.

  La Novela, en una muy buena y cuidada edición, integra lo que se ha venido en llamar Biblioteca Gil y Carrasco, colección de 11 libros que abarca la obra completa del escritor, y que viene a conmemorar el bicentenario de su nacimiento para 2015. El lago de Carucedo es una obra verdaderamente recomendable, en especial para quienes hemos nacido en el Bierzo.

  Mi más sincera enhorabuena a quienes han colaborado en la ardua tarea de poner en valor toda la obra del escritor villafranquino, y especialmente a Valentín Carrera, alma máter de tan ambicioso proyecto. 

viernes, 12 de diciembre de 2014

Magical girl

  Ciertamente no es de esas películas comerciales al uso. Incluso, a lo largo de los primeros 20 ó 25 minutos cuesta entrar en la historia, sin saber muy bien si te han embaucado o es que uno empieza a estar muy mayor para según qué tipo de narrativa cinematográfica se plantee. Pero tras el momento de desconcierto todo comienza a tener sentido, a pesar de que se fuerce la credibilidad a partir de que un hombre en paro deba de conseguir 7.000 € que no tiene, para comprarle un vestido a su hija Alicia, enferma de leucemia. Si uno acepta el sacrificio por el capricho de su hija, entonces puede ocurrir cualquier cosa, y así se plasma a lo largo de dos horas de metraje. Fotograma a fotograma, en una sucesión de golpes de efecto contenidos, se evidencia el gran trabajo tras la cámara de su director Carlos Vermut. Antológica es en mi opinión una de las escenas finales, cuando Damián (José Sacristán) entra en la casa de Luis (Luis Bermejo), al que acaba de matar en un bar vecino, y al encender la luz por la noche se encuentra con Alicia (Lucía Pollán), la hija de Luis, con el vestido de Magical girl puesto para dar la sorpresa a su padre cuando llegara a casa, y no en la cama. Tras un intercambio de miradas y sin que Damián logre que la niña se vuelva de espaldas, termina pegándole un tiro, no se sabe muy bien si por compasión o para evitar testigos.

  Las caracterizaciones sobrias de todo el elenco en general, medidas hasta el desespero, determinan una puesta en escena fría, pero conveniente al hilo argumental. Destacar por encima de todas la de José Sacristán, que vuelve a darnos una lección interpretativa de nivel. Y también la de Bárbara Lennie, huyendo de histrionismos propios de alguien que interpreta el papel de una mujer con trastornos mentales, no dejando en momento alguno de hipnotizar al espectador.

  Este 2014 a punto de acabar, ha puesto de manifiesto que el cine español sigue haciendo algunas buenas películas -a pesar del escaso apoyo público y de la desproporcionada subida del IVA hasta el 21%, creo recordar que el mas alto impuesto cultural en Europa. En Francia es del 5%, y el apoyo institucional es 20 veces mayor que aquí, lo cual se traduce en la industria cinematográfica más floreciente de todos los países de la UE, posiblemente sea la de mayor calidad en el Viejo Continente y su cuota de pantalla está muy por encima del 30%, superando algunos años a la todopoderosa norteamericana-, y sin dudarlo entre ellas está Magical girl, una buena razón para acercarse al cine.