miércoles, 6 de noviembre de 2013

La última del Señor Wert

  Cada vez que se toma alguna decisión de calado en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, asisto anonadado y sorprendido ante la capacidad de su titular para hacer la pirueta un poco más complicada cada día. Ahora, no satisfecho con tener soliviantada a una mayoría apreciable de españoles (padres, alumnos, educadores y ciudadanos de a pie), al tapadillo hace publicar en el BOE, el cambio de condiciones para acceder a las becas Erasmus, de manera que muchos de los alumnos con el curso comenzado en el Extranjero, se quedarían sin la ayuda del Estado. El Ministro, amparado o creyéndose a cubierto por la mayoría aplastante del partido gobernante, sin la necesidad del enojoso debate político con las otras fuerzas en minoría, pretendía convertir la modificación de condiciones en algo intrascendente, que pasara completamente desapercibido para la opinión pública y el resto de españoles. Gracias a un alumno Erasmus se destapó el pastel, armando un cisco de no te menees (también entre las propias filas populares).
  ¿En qué cabeza puede caber que con el curso iniciado se alteren las circunstancias según la pecunia de los becarios? Si esa era la pretensión del Ministerio, se hace y anuncia en verano. ¿No tienen unos presupuestos cerrados para este año? Pues si es como digo, se supone que el dinero para las ayudas sólo debería llegar hasta la finalización del curso pasado, no hasta octubre o primeros de noviembre. Vamos, digo yo.
  Lo que todavía me deja más en fuera de juego es la extrema osadía del Sr. Ministro, e incluso del gobierno que lo sustenta. ¿Es posible que el Sr. Wert hubiera actuado por su cuenta y riesgo sin haber consultado antes con alguno de los asesores jurídicos? No concibo que entre los casi 600 de que dispone el Ejecutivo -83 el Sr. Rajoy-, no hubiera alguno ducho en cuestiones judiciales, dispuesto a hacerle entrar en razón y advertirle que si el asunto trascendía al ámbito jurídico, sin la menor duda, el organismo facultado para dictar sentencia, revocaría por unanimidad "su apaño" atendiendo a una inseguridad jurídica de libro, si nos remitimos a las reconvenciones de los expertos en jurisprudencia.
  Ha tenido que ser el Presidente quien desautorizara a su subordinado visto el enésimo incendio de éste, al colegir el malestar de casi todo el mundo, incluida la Comisión Europea. Y es que cuando los organismos comunitarios muestran su enfado, el Sr. Rajoy sí comienza a recular y cuanto haga falta con tal de apaciguar sus ánimos.
  Yo aguardo expectante a la próxima ocurrencia del Sr. Wert; la cual, vistos los antecedentes, creo que no se hará de rogar.  

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