viernes, 29 de noviembre de 2013

Dimitir no se conjuga

  Hasta hace bien poco sólo existían asomos de dinero despilfarrado, por no utilizar el término malversación, por parte del sindicato UGT en Andalucía. A la luz de los últimos datos aportados por el diario El Mundo, ese ovillo con supuestas insidias se empieza a convertir en otro de fundadas sospechas de, cuando menos, inaceptables anomalías en el uso del dinero público, algo que a día de hoy no se ha explicado con claridad. Y es que la federación del sindicato en Andalucía, además de mostrarse casi muda ante la información de la prensa, la investigación judicial, y por otra parte la demanda de la Junta para que retorne el dinero (hasta el momento ronda los dos millones de euros pero podría llegar a reclamar unos siete), anuncia que no habrá ningún movimiento antes del próximo día 9 de enero.

  El supuesto modus operandi de la UGT andaluza consistía en engordar montantes, a veces en emitir facturas falsas, y endosarlas para su cobro al gobierno de la Junta. Lo más sangrante de todo es que, a tenor de las pistas esclarecedoras de los últimos tiempos, mucho del dinero obtenido a través de subvenciones para impartir cursos o talleres a desocupados, se lo quedara los mandos del Sindicato en aquella comunidad. Así que en la última semana nos hemos desayunado con novedades tan burdas como la del presunto gasto, indecente a todas luces, de alrededor de 80.000€ para la compra de 700 bolsos de imitación y variados obsequios a repartir entre los sindicalistas asistentes a algún acto, dinero que debería ir destinado a la formación de parados.

  El secretario general del Sindicato, el señor Cándido Méndez, a pesar de pedir explicaciones a sus subordinados del Sur, no deja de alegar que se trata de una campaña ruidosa y bien orquestada para tapar el escándalo Bárcenas, y a lo mejor, matizando la afirmación, ésta tenga su lógica (no obstante esa campaña se circunscribiría a mi modo de entender a dos periódicos de Madrid que seguramente todos conocemos), pero el asunto no debiera ser óbice para que se depuren responsabilidades, y reclame, por la autoridad que le confiere ser el máximo mandatario, las dimisiones pertinentes si no se aclara el escándalo con premura. Dilatar en el tiempo la toma de resoluciones jugará en contra de la credibilidad y menoscabo del sindicato centenario. Por tanto, el señor Cándido Méndez no se puede escudar en la independencia de cada federación autonómica, y mucho menos tras comunicar la andaluza, que hasta pasadas las Navidades, no habrá novedad alguna. Es una tomadura de pelo en toda regla.

  A los sindicatos (que son esas asociaciones encargadas de velar por los derechos laborales de los trabajadores), como a los partidos políticos o a la Patronal, se les debe exigir una conducta intachable y coherencia, pero si me apuran, a los primeros más que a nadie, pues siendo como son el único apoyo del que dispone la clase trabajadora, ante conductas tan poco edificantes como la que me ocupa, se irá distanciando poco a poco hasta hacer que el movimiento sindical se extinga por inapetencia y descreimiento de compromiso.

  Con toda seguridad, si todo esto es cierto, en cualquier otro país de nuestro entorno, los responsables del desaguisado ya hubieran dimitido, pero esto es España, y el verbo dimitir ignora al verbo conjugar.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El héroe discreto

  La primera novela de Mario Vargas Llosa tras la obtención del Premio Nobel en 2010, supone, en cierta manera, una grata sorpresa para quienes nos consideramos seguidores suyos. Lo racional hubiera sido una novela sin más tras la conquista del supremo galardón, teniendo en cuenta que el libro se vendería sin ningún esfuerzo, pero el Autor no ha querido defraudar la espera impaciente de sus lectores y se ha esmerado.

  Lejos quedan sus primeras obras, como La ciudad y los perros o La casa verde, donde la ambición estilística del autor peruano se hace patente, hasta el punto de convertirse en pocos años en un renovador preclaro de la novela contemporánea y con ello en uno de los escritores que contribuyan decisoriamente al apogeo de la literatura sudamericana; si bien el merecimiento no se sustenta en el realismo mágico imperante, sino a partir de un tratamiento narrativo tan novedoso como peculiar, sin apenas precedentes. Consagrado al fin como impulsor de las nuevas vías narrativas, Vargas Llosa deja de modo definitivo el recorrido intrínseco en el procedimiento de redactar y, a partir de Pantaleón y las visitadoras se asienta en una composición menos elaborada y por tanto directa, sin por ello renunciar a su extraordinaria capacidad para desarrollar historias a veces de dudoso recorrido que, en manos menos sabias podrían desembocar en fracaso. La novela El héroe discreto pudiera acogerse a esa categoría, aunque seguramente me esté excediendo.

  La Novela consta de dos historias paralelas que un poco antes del final convergerán, si bien de modo liviano. A través de las páginas del libro se desgrana la vida y milagros de dos empresarios peruanos ya mayores, hechos así mismo. Uno de ellos, de nombre Felícito Yanaqué, sufre extorsión para que pague dinero a la mafia local a cambio de protección. El otro, Ismael Carrera, es viudo octogenario y está a punto de contraer matrimonio con su empleada de hogar, que tiene la mitad de años. Lo que comienza teniendo un fondo tirando a predecible y trasfondo de tintes graves en ambos casos, ira trocando por momentos en algo así como un melodrama, si bien esos cambios puedan parecer imperceptibles y hasta naturales según se avanza en la lectura. Ese es uno de los grandes logros de la Novela. El otro, sin duda, es la sapiencia del autor para saber dónde debe de poner punto y final a cada capítulo. Ese dominio de carpintería, además de unos diálogos ágiles y creíbles, hace que el retorno del autor de Arequipa se haya convertido en feliz acontecimiento, como también lo será la conclusión de la historia para quien la lea. Por poner un pequeño pero, yo me atrevo a decir que, posiblemente, la resolución del "embrollo" en que va evolucionando esa historia paralela (despachada en pocas páginas), sea un poco facilona tras tantas vicisitudes, cuando menos, fastidiosas, pero no deja de ser una apreciación personal.

  La lectura de la Novela es muy recomendable no obstante, lo que confirma la plenitud y vigencia del autor. Y especialmente recomentable en estos tiempos de inusual frío. Mucho mejor que perder el tiempo mirando y remirando el iPhone de turno. Pero bueno, esta es otra opinión personal.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Sicum dixit don Luis de Guindos...

... España abordará una segunda ronda de la reforma laboral para cuadrar las cuentas del año próximo, a pesar de haber dicho una y otra vez que los presupuestos estaban cerrados. Ante la Comisión y el Eurogrupo, nuestro país se ha comprometido a un nuevo recorte de 2.500 millones de euros, y por lo dicho, lo harán repercutir hasta profundizar un poco más en la mencionada reforma del año pasado. Si una vuelta de tuerca sobre la ley supone una reducción en el gasto de esa elevada cantidad, entonces no cabe la menor duda de que quien va a pagar el pato es el asalariado medio. Ahora se debe de hacer todo cuanto sea necesario para complacer a las autoridades europeas que sólo vislumbran un único sendero para dejar la crisis atrás: neoliberalismo a todo trapo para el poder financiero y constreñimiento sin disimulos al capital humano.

  Me llama poderosamente la atención que quien fuera hasta el 2004 Secretario de Estado de Economía con el señor Rodrigo Rato como su superior, haya sido desde el 2011 el ideólogo y principal impulsor de la política económica del gobierno popular junto al ínclito señor Montoro. No debiera de extrañarnos sus convicciones estrictamente liberales en lo que atañe a su parcela, sino más bien en la paradoja que ello mismo conlleva. Verán.

  Cuando el PP perdió las elecciones del 2004, don Luis de Guindos encontró acomodo como un miembro más del banco de inversión Lehman Brothers, esa entidad crediticia que todo el mundo especializado en materia califica como el germen mismo de la crisis financiera que posteriormente degeneraría en  otra más profunda de carácter político y económico. Al igual que otros bancos, Lehman Brothers fundamentaba la razón de su existir en una financiación claramente especulativa y virtual, al socaire de la brutal desregularización del sector financiero (una de las máximas de los gobiernos USA, y en particular del de George Bush y sus neocom a partir del 11-S), para así obtener suculentos y rápidos beneficios, aun a costa de poner en muy serio riesgo el equilibrio y músculo de todo el sector financiero. Así que, como aquí y en Europa, sin supervisión alguna, el banco americano daba créditos hipotecarios a diestro y siniestro, además de comerciar con las subprime o hipotecas basura de clientes con dudosa capacidad crematística, y todo al albur de los bajísimos tipos de interés. A todo esto, en el 2006, don Luis de Guindos era ya el director de una de las filiales de Lehman Brothers en España y Portugal.

  Con todo este razonamiento vengo a caer en la cuenta de que el ahora ministro de Economía y Competitividad, es un decir, debía de tener un perfecto conocimiento de todo cuanto se venía cocinando en la matriz americana. Si antes no dijo nada al respecto para advertir a los hombres fuertes del otro lado del Atlántico con respecto a los condimentos inapropiados para el plato, es que estaba completamente de acuerdo con el proceder de riesgo extremo; y si no era consciente de ello, a mí me parece que nunca debió de aceptar el puesto. Aunque yo me inclino por la primera hipotesis.

  El reverenciado desde Bruselas señor de Guindos, siendo parte integrante del ministerio dirigido por el señor Rato, en el otoño de 2003 decía en ABC lo siguiente: "No hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se van a ir moderando con más viviendas de alquiler y más transparencia en los procedimientos urbanísticos". ¿A que es para reírse? Lo más llamativo de todo este drama con final incierto, es que quienes han tenido una mayor responsabilidad en la crisis actual (las personas que dirigían las entidades crediticias), sean muchas de ellas las que tienen encomendada ahora mismo la imposición del sacrificio a las capas medias y bajas. O sea, que un número importante de personal bancario que apostaba entonces con los ojos cerrados por la expansión ilimitada, es ahora el ejecutor de los recortes y el empobrecimiento del ciudadano medio de a pie, a fin de preservar la supremacía del sector financiero.

  No sé en qué va a consistir esta segunda fase de la reforma laboral, pero intuyo alguna nueva barrabasada para quebrantar otro poquito más nuestra maltrecha Constitución en lo concerniente al artículado que recoge los derechos de los trabajadores.

  Para terminar, justo hace un año, el reputado diario inglés The Financial Times, valoraba a nuestro ministro como el peor de los responsables de economía en la zona euro, acreditando casi como único merito su soltura al hablar inglés. No me sorprende un ápice que las autoridades de la eurozona y muy en particular las germanas, no quepan de gozo ante la docilidad de nuestro gobierno para implementar las políticas económicas trazadas desde Bruselas. Por el contrario, si me pasma el contrasentido de que los bancos alemanes prestaran dinero a los países del Sur de Europa, y nadie allí, por lo visto, mantuviera un control exhaustivo en lo que atañe a lo razonable de tamaño dispendio, y si esos países prestatarios serían solventes o se convertirían en morosos ante el mínimo contratiempo. Ahora sí: a toda costa Alemania pretende que el dinero se les retorne a los bancos, esos organismos que legítimamente reclaman lo que es suyo, pero que en su momento tampoco supieron o quisieron ver el riesgo a tenor del descontrol generalizado. Ver para creer. 

  

jueves, 21 de noviembre de 2013

Una heroína

  Una niña que había puesto todo su afán en acudir a la escuela para sentirse más a gusto consigo misma y realizarse como ser humano, veía comprometida su integridad física por la intransigencia ideológica de una horda de hombres desalmados, la cual nunca admitió ni admitirá el derecho de las mujeres a la educación. A pesar de las amenazas y de saberse en el punto de mira si seguía asistiendo a la escuela, la joven no renunció jamás a su derecho a saber un poco más cada día. Estaba convencida de que la justicia estaba de su parte; y por tanto, si no transigía ante la intolerancia e integrismo, estaría colaborando con un pequeño granito a que otras niñas siguieran su camino.

  Un malhadado día del pasado año, mientras viajaba en el autobús escolar junto a otros niños, la joven fue tiroteada por un miliciano del TTP vinculado a los talibanes, poniendo en riesgo su vida por algo tan necesario como la educación universal. Esa joven que ahora cuenta dieciséis años no es otra que Malala Yousafcai.

  Ese acto de coraje por parte de la pakistaní sirvió para despertar las conciencias de muchos ciudadanos. Muy pocos hasta entonces nos habíamos dado cuenta de las penalidades de muchas mujeres que viviendo en países con fuertes raíces islámicas, no tienen los mismos derechos que los hombres. Malala es hoy, sin dudarlo, una referencia y un ejemplo a seguir por quienes aún creemos en los principios de equidad.

  La joven pakistaní ya atesora varios premios en reconocimiento a sus méritos personales. El último, el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2013. Ante la Eurocámara arranco los primeros aplausos con su intervención al citar la célebre frase de Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo". Desde luego no es nada descabellado conjeturar dentro de unos años con que Malala sea galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

  No quiero acabar sin antes reconocer el valioso ejemplo de Malala para los docentes de nuestro país. Se me ocurre que con estudiantes como ella, la labor de los maestros y profesores sería mucho más sencilla y gratificante. El sacrificio de Malala hace que el común de los mortales pueda al fin congraciarse con el mundo, pues la educación como necesidad ineludible es la que nos convierte en personas. Y si de verdad hemos adquirido una educación profunda, ésta nos llevará a desear la cultura.

  Felicidades Malala, te lo mereces.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Los desaparecidos en el limbo

En los últimos días, una resolución de la ONU (que apenas ha trascendido entre la opinión pública, tal vez por la actualidad de la huelga de limpieza en Madrid, o porque apenas preocupe en los mentideros patrios), insta al gobierno de España a tomar medidas correctoras en el plazo de un año para subsanar la pasividad y desdén en cuanto a los desaparecidos.

  Los pasados días 5 y 6, España era examinada por el Comité contra la Desaparición Forzada perteneciente a la ONU. Tras recabar información, escuchar a expertos y testigos, y analizar la famosa Ley de Amnistía del Gobierno Suárez, dicho comité ha resuelto que antes del 15 de noviembre del próximo año, nuestro país debe informar en cuanto a:

  - Si ha tomado decisiones para dejar sin efecto la Ley de Amnistía del año 1977, y para investigar las desapariciones forzosas cometidas durante todo el periodo franquista.

  - Si va a eliminar de la futura reforma de enjuiciamiento criminal la detención incomunicada.

  - Si va a dotar de recursos económicos, técnicos y de personal para la tarea de búsqueda de los desaparecidos.

  A día de hoy, creo que nadie ha escuchado una sola palabra de algún representante gubernativo en torno al asunto. Y eso que España es uno más de los 40 países que en su momento firmó a favor de la Convención Internacional contra Desapariciones Forzosas. En algún punto del articulado, el Comité indica que "el delito por desaparición no prescribe hasta cesar la desaparición forzada, es decir, que la persona aparezca con vida, se encuentren sus restos, o se restituya su identidad". Algún experto del Comité va mas lejos y dice: "La ley de amnistía española fue una legislación "pacificadora", pero más de 30 años después no puede constituir un obstáculo para la justicia. La justicia está vinculada necesariamente a la verdad, y la verdad es hija del tiempo".

  La Ley de Memoria Histórica del año 2007 vino a ser más bien un acto de buena voluntad que la solución al reclamo de tantísimos familiares de víctimas que desde mucho tiempo atrás pedían la intervención del Estado, pues contrariamente a las exigencias de ahora por parte del Comité, sólo venía a reconocer el dolor de las víctimas y al derecho de éstas a sacar a sus muertos de las cunetas o fosas comunes y a enterrarlos debidamente, pero con sus propios medios.

  Sinceramente, la resolución del organismo con sede en Ginebra, puede dar pie a discusiones acaloradas en cuanto a la conveniencia o no de hacer tabla rasa de la famosa ley de amnistía (imprescindible entonces para que la transición despegara), sin duda; no obstante, en lo concerniente a poner los medios económicos, técnicos y humanos para rescatar los cuerpos sepultados anómalamente, y que son reclamados por sus familias, creo que es un acto de justicia social. Ningún país democrático de nuestro entorno mantiene desaparecidos tras un conflicto (150.000 en nuestra querida España, según algunos estudiosos del conflicto bélico).

  Para terminar digo tajantemente que una guerra debe ser una de las cosas más estúpidas y horrorosas que puedan ocurrir. La nuestra, la Guerra Civil, fue el resultado del odio atroz entre dos bando enconados, irreconciliables. Por entonces, como en Europa, no había término medio: o azul o rojo, o estabas con la extrema derecha o con la extrema izquierda, no existía el espacio para la mesura. En cierta manera, nuestra contienda supuso el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial, y nuestro espacio geográfico pasó a convertirse en un terreno abonado para la probatura de nuevo armamento y tácticas militares por parte de las potencias que participarían poco después en la lucha por unas ideologías inadmisibles hoy día.


  Apostilla: ¿Quieren saber que hará España? Probablemente nada, aunque yo abrigo una pequeñita esperanza de que el Sr. Rajoy tome cartas en el asunto. Nuestro presidente, con casi toda seguridad, sólo asumirá la responsabilidad con la Historia cuando esa misma resolución se la imponga la UE a través de algún organismo jurídico, como el ahora famoso Tribunal de Estrasburgo; entonces sí, ese día correrá para celebrar un consejo de ministros extraordinario en el cual ordene una dotación presupuestaria extra, además de conminar al ministro o ministros implicados para que remuevan los anquilosados resortes del Estado, y así restituir la honorabilidad de las víctimas y hasta su reconocimiento, como sí han tenido los asesinados en el bando llamado nacional; todo cuanto haga falta con tal de contentar a las autoridades europeas que son quienes deciden si comeremos más o menos. ¡Bendito dinero!

viernes, 15 de noviembre de 2013

¿Presión o buena praxis?

  El caso Nóos parece tener muchas ramas que hasta más adelante no sabremos si se quedan deshojadas o se volverán perennes. Una de estas, y no la menor, teniendo en cuenta la singularidad de la interfecta, es la que alcanza a Doña Cristina de Borbón. Por un lado está el juez José Castro que lleva la invertigación, y por el otro el fiscal anticorrupción Pedro Horrach. Este último, a tenor del escrito presentado a aquél, pide la no imputación de la Infanta por no existir pruebas o cuando menos indicios racionales de delito, a pesar de que el Juez aún deba recibir una exposición concluyente de Hacienda en lo que respecta al modo de proceder de la aludida, y así redactar el informe pertinente. Parece que el Fiscal Anticorrupción de Baleares le ha enviado lo que se viene en llamar escrito preventivo, algo infrecuente entre las  instancias judiciales.

  La pregunta que nos hacemos una mayoría de españoles, es si el Fiscal hubiera sido tan diligente llamándose la protagonista, es un decir, Ana Fernández. ¿Se trata pues de una afrenta hacia quien debe decidir, o por el contrario es la profunda convicción del Fiscal en la inocencia de la Infanta?

  Se admiten cábalas. Por ejemplo: ¿Hay presiones desde la Fiscalía General del Estado para aminorar la maniobrabilidad del juez Castro? ¿Hay indicaciones desde las esferas más altas del porder político -vía titular de aquélla- para presionar al Juez de Palma, por el temor a que una imputación de Doña Cristina pueda convertir a la institución de la Corona -con un descrédito apreciable en los últimos tiempos-, en una entidad impostada de la cual termine renegando un buen número de españoles?

  Vamos a suponer que esos no sean los propósitos y efectivamente no haya motivos que justifiquen la imputación. Siendo así, no obstante, el señor Pedro Horrach, me temo esté haciendo un flaco favor a la Corona, pues con su modo de proceder tan insólito, no hace otra cosa que alimentar las suspicacias del común de los mortales. Aunque, efectivamente, deba prevalecer la presunción de inocencia.

jueves, 14 de noviembre de 2013

La última indicación de la CEOE

  La CEOE ha indicado hace unos días la importancia de que los asalariados paguen una cuota mayor a la S.S., aligerando así el esfuerzo de las empresas. La Patronal argumenta a tal fin la seguridad de dinamizar la economía española si los empresarios pagasen un porcentaje menor (hoy en torno al 80% frente al 20% restante que recae en los trabajadores), de esa manera dispondrían de más dinero para competir en igualdad de condiciones con sus colegas de la zona euro. Y pienso yo, siendo lego en asunto de tanta enjundia como el económico, si en la sede, además de sesudos, esforzados y muy bien remunerados patronos, no habrá economistas a los cuales consultar de vez en cuando en lo referente a la trascendencia o no de las propuestas mercantiles.

  Veamos. Hay en torno a 6 millones de parados, una merma generalizada de los sueldos (pero sólo de la clase obrera, porque la de los grandes ejecutivos no parece haber sufrido un quebranto parecido), ERES con indemnizaciones ridículas, pensionistas en constante aumento, inmigrantes probando suerte como en los años sesenta. Si además tenemos la constatación de que el consumo interno (viene a suponer del 60 al 65 por ciento del PIB), ha caído en picado desde el inicio de la crisis, yo no sé a ciencia cierta quién va a gastar los euros en otras cosas que no sean la vivienda, los alimentos y resto de primeras necesidades, si se da otra vuelta de tuerca hasta reducir un poco más el poder adquisitivo del ciudadano.
  
  A estos señores que teóricamente deben de representar a todo el tejio empresarial y no sólo al más encumbrado, los economistas que de verdad saben por donde pisan, deberían advertirles que de la crisis se saldrá cuando se recupere el consumo interno, cuando la clase media en vías de ser un ente residual, vuelva a consumir; si así fuera, las empresas venderían más y eso debiera propiciar la creación de nuevos puestos de trabajo. Arriesgar la recuperación únicamente a las exportaciones y al buen comportamiento del turismo es una temeridad, por no decir el suicidio.

  Que no traten de engañarnos con las mil y una reformas. El gran drama de España, aunque los políticos no se atrevan a decirlo con claridad, es el modelo productivo. El milagro económico español de la pasada década se sostenía sobre la insostenible economía del ladrillo. Una vez esfumado el monstruoso boom financiero-inmobiliario (llegamos a ser en torno a 20 millones de afiliados a la S.S., frente a los poco más de 16 de la actualidad), sin alternativa viable para vertebrar otro tipo de actividades sostenibles, cuando de verdad dejemos atrás la crisis, no hay más alternativa que la de estimular la demanda interna y no al contrario.

  Muchas veces me he preguntado adónde deben ir las ganancias de las grandes empresas (Ibex-35, y otras que no lo integran). Cuando escucho que tal sociedad acaba de obtener un beneficio de 3.000 millones de euros en los últimos meses, termino por hacer cábalas: Una parte pequeña para los accionistas, otra para pagar al Consejo de Administración, altos cargos, ejecutivos y asesores. ¿Y el resto? La mayor parte a especular, de manera que la empresa X  se hace con el 10% de las acciones de la empresa Y, y ésta con el 8% de la denominada Z. O a crear SICAVs en compañía de otros especuladores y que les supone pagar un irrisorio 1% de los poco más de dos millones de euros para tal fin. Naturalmente provisionan, creo que en torno al 10% en concepto del Impuesto de Sociedades, un porcentaje, en muchas ocasiones, inferior al que se les retiene a los trabajadores a través del IRPF.

  Y digo yo, ¿por qué no se les obliga a reinvertir una parte sustancial de la plusvalía en crear puestos de trabajo, en I+D+i, en la modernización de maquinaria e instalaciones, en formación de trabajadores, en prevención y seguridad del trabajo, etc.? No todo debiera ser estirar hasta el infinito el margen de beneficios; sin embargo, este es el sino de los tiempos, fruto de la desregularización sin cortapisas. Libre Mercado, sí, pero dentro de unos límites. La crisis actual, en mi opinión, es fruto del neoliberalismo devastador exportado con éxito desde los países anglosajones y abrazado sin disimulo por la UE.

  Si la CEOE cree que el camino a seguir para dejar atrás la crisis es devaluar, empobrecer un poco más a la clase media trabajadora, se equivoca de cabo a rabo, porque, una nación sin una clase media robusta, está abocada al más absoluto de los fracasos, por mucho que a quienes llevan las riendas del país se les llene la boca con la manida marca España.

lunes, 11 de noviembre de 2013

CANAL 9: AVISO PARA NAVEGANTES

 Estos últimos días se ha hablado largo y tendido de la desparición del canal autonómico. Es la primera vez que algo así ocurre en el territorio español. El Consell argumenta esencialmente la incapacidad económica para hacer frente a la readmisión de casi mil trabajadores despedidos a través de un ERE planteado en 2012 que, a tenor de la sentencia de la Sala de lo Social del TSJCV, obliga a readmitir a los damnificados al anularlo por, manifiesta, vulnerar la igualdad entre todos los empleados del Ente.

  ¿Cómo se ha llegado en 18 años de mayorías absolutas populares a generar una deuda de casi 1.200 millones de euros, con cuotas de pantalla ínfimas que rondaban últimamente el 5%? Las conclusiones pueden ser varias y probablemente estén interrelacionadas.

  El canal valenciano, creo que no es ningún secreto a voces, ha sido el paradigma de las televisiones intervenidas, donde se ha manipulado sin disimulo alguno, y donde el rigor ha sido una palabra maldita. Hace algunos años, sin la existencia de las redes sociales, la televisión jugaba un papel fundamental en el seguimiento de la actualidad; hoy día, la gente prefiere la ponderación y honradez, de ahí el auge exponencial de Internet. La moraleja es muy simple: si los políticos de turno -unos más que otros, obviamente- siguen empeñados en controlar los canales de televisión, la impostura y el descrédito terminarán aflorando como sus señas de identidad.

  Todo esto lo digo porque, no sería descabellado pensar en canales, tal vez con menor intromisión de la clase política, pero intromision al fin y al cabo, que siguiesen los pasos del canal levantino: léase particularmente Telemadrid y TV3, con deudas galopantes. Y por último, tampoco estaría de más que la Corporación RTVE tomara nota, pues, si bien por el momento no peligra la supervivencia, entre los asiduos de informativos empiezan a crecer las suspicacias en cuanto al manejo de las noticias. Esta es una apreciación personal sustentada en la caída de audiencia de sus informativos. Si bien es cierto que la televisión pública es líder en audiencia sumando todos los noticiarios y los del fin de semana, no es menos cierto que su supremacía en los de la tarde y noche hasta hace dos años, se ha visto superada por los emitidos en los canales privados Telecinco y Antena 3. Un ejemplo sintomático de por dónde van los tiros lo tenemos en un informativo de tanto predicamento y calidad como Informe Semanal. El programa nocturno de los sábados mantenía aún a principios de año una audiencia media que rondaba a veces los dos millones de televidentes, en septiembre no alcanzaba el millón, y ahora, lo relegan al baúl del olvido, emitiéndolo a medianoche. Muchos de los operarios que hacen posible cada semana el programa decano, se han quejado con amargura por el tratamiento que se le está dando, incluso han hablado de cierta injerencia, o indicaciones. Si ese es el camino a seguir a partir de ahora, será complicado que los noticiarios de TV vuelvan a tener los reconocimientos y premios que hasta hace no mucho, tres o cuatro años, tuvo en tiempos del director de informativos Fran Llorente.

  Para acabar y a modo de reflexión. Hasta hace dos años el Presidente de RTVE era elegido por dos tercios de los parlamentarios; hoy, si no se ha alcanzado ese techo en primera votación, con una mayoría absoluta en la segunda es suficiente. A buen entendedor pocas palabras. Digo yo. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La última del Señor Wert

  Cada vez que se toma alguna decisión de calado en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, asisto anonadado y sorprendido ante la capacidad de su titular para hacer la pirueta un poco más complicada cada día. Ahora, no satisfecho con tener soliviantada a una mayoría apreciable de españoles (padres, alumnos, educadores y ciudadanos de a pie), al tapadillo hace publicar en el BOE, el cambio de condiciones para acceder a las becas Erasmus, de manera que muchos de los alumnos con el curso comenzado en el Extranjero, se quedarían sin la ayuda del Estado. El Ministro, amparado o creyéndose a cubierto por la mayoría aplastante del partido gobernante, sin la necesidad del enojoso debate político con las otras fuerzas en minoría, pretendía convertir la modificación de condiciones en algo intrascendente, que pasara completamente desapercibido para la opinión pública y el resto de españoles. Gracias a un alumno Erasmus se destapó el pastel, armando un cisco de no te menees (también entre las propias filas populares).
  ¿En qué cabeza puede caber que con el curso iniciado se alteren las circunstancias según la pecunia de los becarios? Si esa era la pretensión del Ministerio, se hace y anuncia en verano. ¿No tienen unos presupuestos cerrados para este año? Pues si es como digo, se supone que el dinero para las ayudas sólo debería llegar hasta la finalización del curso pasado, no hasta octubre o primeros de noviembre. Vamos, digo yo.
  Lo que todavía me deja más en fuera de juego es la extrema osadía del Sr. Ministro, e incluso del gobierno que lo sustenta. ¿Es posible que el Sr. Wert hubiera actuado por su cuenta y riesgo sin haber consultado antes con alguno de los asesores jurídicos? No concibo que entre los casi 600 de que dispone el Ejecutivo -83 el Sr. Rajoy-, no hubiera alguno ducho en cuestiones judiciales, dispuesto a hacerle entrar en razón y advertirle que si el asunto trascendía al ámbito jurídico, sin la menor duda, el organismo facultado para dictar sentencia, revocaría por unanimidad "su apaño" atendiendo a una inseguridad jurídica de libro, si nos remitimos a las reconvenciones de los expertos en jurisprudencia.
  Ha tenido que ser el Presidente quien desautorizara a su subordinado visto el enésimo incendio de éste, al colegir el malestar de casi todo el mundo, incluida la Comisión Europea. Y es que cuando los organismos comunitarios muestran su enfado, el Sr. Rajoy sí comienza a recular y cuanto haga falta con tal de apaciguar sus ánimos.
  Yo aguardo expectante a la próxima ocurrencia del Sr. Wert; la cual, vistos los antecedentes, creo que no se hará de rogar.