martes, 21 de abril de 2020

Diario de Ana Frank (1947)

LOS LIBROS DEL CONFINAMIENTO (4)

    

     <<Ya te he contado alguna vez que mi alma está dividida en dos, como si dijéramos. En una de esas dos partes reside mi alegría extrovertida, mis bromas y risas, mi alegría de vivir y sobre todo el no tomarme las cosas a la tremenda. Eso también incluye el no ver nada malo en las coqueterías, en un beso, un abrazo, una broma indecente. Ese lado está generalmente al acecho y desplaza al otro, mucho más bonito, más puro y más profundo. ¿Verdad que nadie conoce el lado bonito de Ana, y que por eso a muchos no les caigo bien? Es cierto que soy un payaso divertido por una tarde, y luego durante un mes todos están de mí hasta las narices. En realidad soy lo mismo que una película de amor para los intelectuales: simplemente una distracción, una diversión por una vez, algo para olvidar rápidamente, algo que no está mal pero que menos aún está bien. Es muy desagradable para mí tener que contártelo, pero ¿por qué no habría de hacerlo, si sé que es la pura verdad? Mi lado más ligero y superficial siempre le ganará al más profundo, y por eso siempre vencerá. No te puedes hacer una idea de cuántas veces he intentado empujar a esta Ana, que sólo es la mitad de todo lo que lleva ese nombre, de golpearla, de esconderla, pero no lo logro y yo misma sé por qué no puede ser.>>

                 Traducción de Diego Puls


      Esto lo escribía Ana Frank el martes, 1 de agosto de 1944, y corresponde a uno de los párrafos anotados en su última anotación, sin saber que solo 3 días más tarde, entre las 10 y 10:30 de la mañana del 4 de agosto, la Gestapo iba a detener a la familia Frank. Ana y su hermana Margot serían enviadas a finales de octubre a Bergen-Belsen, donde ambas encontrarían la muerte muy poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial. En la presente edición de Círculo de Lectores de los primeros años noventa se dice: "Ana Frank, que poco antes de entrar en el refugio había cumplido 13 años, recoge en su diario los avatares de la vida cotidiana de estas ocho personas, y a través de sus observaciones, anhelos e inquietudes, su propio paso por la pubertad hacia una maduración acelerada por su peculiar circunstancia. Pero su voz narrativa, llena de inteligencia y ternura ofrece además el encanto de otro proceso paralelo, el de la propia evolución como escritora, que en su corta vida, truncada por el holocausto nazi, alcanza una fuerza y un genio indudable".



     ¿Quién no ha leído -probablemente el diario más celebre de la literatura contemporánea-, o cuando menos ha oído hablar de él? En el transcurso de poco más de dos años, la adolescente Ana plasma en su diario todo cuanto ocurre a la familia en un contexto de dificultad extrema que les obliga a un confinamiento atroz, y sin embargo, la niña alemana -judía para su desgracia-, emigrada a Amsterdam en 1933, vive llena de esperanza, plasmando sus ganas de vivir sin que por momentos se sienta ese estado claustrofóbico y la amenaza permanente de ser descubiertos y enviados finalmente a algún campo de exterminio. En 1947, el único superviviente, su padre, Otto Frank, consiguió que el Diario fuera publicado, un testimonio impagable del holocausto judío, con más de un millón de niños exterminados. ¿Qué mejor homenaje, en una situación como la actual, que leer su diario completo y entender el significado de un confinamiento extremo como el de la familia Frank?

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