viernes, 29 de enero de 2016

Frampton Comes Alive!

   El pasado día 6 se cumplían 40 años de la publicación del doble disco del británico Peter Frampton. Grabado en vivo entre marzo y noviembre de 1975 en California y NY, fue considerado -con permiso del Hotel California de Eagles- el disco del año según la revista Rolling Stones en medio de la efemérides del bicentenario de la independencia USA, y por méritos propios se ha colocado junto al de Bruce Springsteen y la E Street Band de 10 años más tarde, a la cabeza de los álbumes en directo más vendidos de la historia, sin que hasta la fecha haya abandonado la condición de uno de los más grandes en vivo de siempre. Temas como Baby i love your way o Lines on my face en una línea melódica, pero también otros más cañeros, como el stoniano Jumping Jack Flash, el monumental Do you feel like we do, o I wanna go to the sun terminaron por conformar un disco redondo que, después de tantos años, sigue presente en quienes tenemos cierta edad, tal vez por rezumar un insultante aroma nostálgico de aquella alegría desbordante de punteos de guitarra, con  carreras adrenalínicas saludables. Además, ¿quién no tiene en su casa este ramillete de canciones o no las ha escuchado en alguna ocasión?

  ¿Por qué con una colección de 14 canciones en directo que no llegan a los 80 m. dio de lleno en la diana? A día de hoy sigue siendo un misterio, pues la mayoría de ellas habían salido en discos anteriores y jamás llegaron a tener la repercusión de aquel momento. La clave pudiera ser la formación que acompañaba al antiguo miembro de Herd y Humble Pie, con Bob Mayo (guitarra, teclado y coros), Stanley Sheldon (bajo y coros) y John Siomos (batería), los tres fallecidos, y que conformaron un grupo perfectamente compenetrado y en profunda comunión con el público asistente a aquellos conciertos; además de la autenticidad en las interpretaciones de Peter Frampton y su solvencia con la Les Paul de 3 micrófonos que, al menos en la presente grabación suena única.

  A pesar de no pisar el olimpo de los dioses de la guitarra, Peter Frampton fue siempre un reputado instrumentista. La revista Rolling Stones lo coloca en el puesto 83, por tanto no estamos ante un cualquiera. Sin embargo sí es cierto que tras el éxito apoteósico del disco, Peter Frampton no volvió a disfrutar de él, al menos en la misma medida; así que en los años 80 se puede decir que había acabado la fiebre framptoniana, o como se diga. Ese fenómeno lo calificaron algunos como overnight sensation, literalmente sensación de una noche, una especie de globo que se infló muy rápido y terminó por estallar a los dos o tres años. En cierto modo fue la transformación espectacular de un artista de 2ª en un fenómeno de masas perecedero.

  El mejor homenaje que se le puede hacer a esta especie de Guadiana de la interpretación, es escuchar con atención su álbum 40 años después, una colección de muy buenos temas que se mantuvo en el nº 1 de la lista Billboard durante 10 semanas alternas y sin desaparecer de ella a lo largo de 2 años.



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