sábado, 16 de enero de 2016

Calle Mayor

  Las carcajadas que varios amigos se procuran en la ociosidad de la noche, nunca antes sonaron tan sacrílegas como en Calle Mayor. Cuantas más veces vemos reírse a los compañeros de Juan (José Suárez) en esta película de 1956, dan unas ganas irreprimibles de dejarlos de ver en los sucesivos fotogramas, porque con sus gracias solo van a disfrutar ellos, pues a los espectadores maldita la gracia que nos hacen sus burlas a cuenta de otras personas. El argumento basado libremente en la obra de Arniches, La señorita de Trévelez, plantea una apuesta para combatir el aburrimiento. Un grupo de amigos quiere que Juan haga creer a Isabel (Batsy Blair), una solterona de 35 años -ni fea ni guapa, sino todo lo contrario, además de buena chica-, que está enamorado de ella. Cuando la relación se afianza a través de visitas al cine,  innumerables paseos por la Calle Mayor y está en vías de fructificar en boda, llega el momento de desvelar la patraña, pero Juan ya no se ve con coraje de decirle la verdad y huye, siendo un amigo de Juan quien se encarga de desengañarla. El amigo le propone huir de la ciudad que probablemente se mofará de ella, e iniciar una nueva vida en otro lugar, pero Isabel prefiere sacrificarse volviendo a la anodina vida de antes, aunque sea para siempre una mujer marcada.

  Esta cinta muestra un puzle sórdido y constreñido por una doble moral que imperaba en la España de los años 50. Encuadrada en el denominado Realismo Crítico, su director pretendía a través de ella examinar la mediocridad de la vida en una pequeña ciudad de provincias, algo natural en un cineasta tan comprometido como él. El rodaje que se inició en noviembre de 1955 en las ciudades de Cuenca y Palencia, tuvo que interrumpirse el 11 de febrero de 1956 al ser detenido Bardem por la Brigada Político Social en pleno rodaje. El rodaje se reinició en abril, pero no en Palencia y sí en Logroño, tratando de huir de la mala suerte. Al respecto de su detención durante 15 días, hay que decir que el mismo Chaplin intercedió para que lo dejaran libre.

  Juan Antonio Bardem y Betsy Blair se conocieron en Cannes. El director había sido premiado por Muerte de un ciclista y la actriz por Marty. Bardem le propuso hacer el papel protagonista de la película a lo cual accedió, pues la americana, que también tenía problemas en su país desde que apareciera en la lista de actores sospechosos de ideas izquierdistas, prefirió durante un tiempo el refugio de Europa para seguir trabajando.

  Estrenada en el cine Gran Vía de Madrid el 26 de enero de 1957, "acudió a él todo el rojerío", en palabras risueñas del director, afiliado durante más de 30 años al PCE. El coste del rodaje no superó los 3 millones de las antiguas pesetas.

   A punto de ganar el Oso de Oro, quedando desierto finalmente, ganó el FIPRESCI en el mismo Festival de Venecia. El Círculo de Escritores Cinematográficos premió a Betsy Blair por su interpretación, y Triunfo se lo dio a José Suárez como actor principal. En Bruselas fue elegida entre las 50 mejores películas de las historia del cine europeo. Para el recuerdo imborrable queda esa escena final donde Isabel, con rostro apenado, mira a través del cristal mojado por la lluvia.

  Esta, junto a Muerte de un ciclista y Nunca pasa nada, sean quizás las tres mejores películas del madrileno fallecido en 2002.

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