viernes, 10 de enero de 2014

MODELO PRODUCTIVO EQUIVOCADO=PAIS FALLIDO

  De un tiempo a esta parte, miembros del Gobierno y del Partido que lo sustenta, aseveran a la mínima oportunidad que se les brinda, la tendencia positiva de la economía española, algo que se va a intensificar en el presente año hasta el punto de vaticinarnos creación de empleo por vez primera desde el comienzo de la crisis. Ciertamente no les falta razón a la hora de predecir la recuperación de la Macroeconomía (bajada de la prima de riesgo, subida de la bolsa, amplios beneficios de las grandes empresas, en particular las del Ibex-35, exportaciones razonables, etc.); sin embargo, soy de la misma opinión que la mayoría de ciudadanos de a pie, y es que en contraposición a aquélla, la Microeconomía, la de cada uno de los españolitos, seguirá en situación apurada. Creo que el Gobierno y los que puedan venir en el futuro, debieran de sincerarse y admitir de una puñetera vez que esta nación no tiene futuro, al menos en el medio plazo. A la gente, que es perspicaz -aunque muchos de nuestros gobernantes no lo crean así-, no se le puede escamotear la verdad. Tenemos que admitir que España tiene un gravísimo problema desde tiempo inmemorial, y no es otro que un fracasado MODELO PRODUCTIVO. Mientras el gobierno de turno no admita esta cruda realidad, el País estará abocado al sufrimiento, el cual se acrecentará con la irrupción de nuevas crisis económicas. El Ejecutivo podrá llevar a término cuantas reformas considere oportunas, y algunas de ellas hasta mitigarán la enfermedad crónica del paciente, lo admito, pero jamás podrán curarlo. Si el actual gobierno y venideros se empeñan en no diagnosticar el mal de raiz, desde luego no habrá nada que hacer. El MODELO PRODUCTIVO español se sustenta fundamentalmente en la temporalidad de algunos sectores: Construcción, Turismo, Agricultura (se ha puesto de manifiesto el mes pasado con la bajada de paro en Andalucía por la recogida de la aceituna), y en el sector servicios-comercio, enfocado ante todo al consumo interno que ahora mismo, a pesar de una tímida recuperación, está bajo mínimos por motivos obvios. Por el contrario, un sector tan importante como lo fue en otro tiempo el de la Industria, ahora representa apenas el 6 ó 7% del PIB, muy lejos de la media europea. Si a esto se añade la escasísima inversión en I+D+i,  además de los recortes brutales en educación, está claro que a esta nación llamada España sólo le quedará el recurso de la resignación. Para hacer un país fuerte (aunque llevará mucho dinero, años y sufrimiento) únicamente le queda la opción de cambiar radicalmente el MODELO PRODUCTIVO. Será tarea titánica, no hay duda, pero merecerá la pena. De otro modo, de seguir con el remiendo de estas políticas impuestas desde Bruselas para disimular las carencias patrias, no habrá nada que hacer.

  El Ejecutivo dice que se va a crear empleo. Crear empleo no es reducir el paro, sino que aumenta la afiliación a la Seguridad Social. Antes de la crisis había 20 millones de afiliados, en su mayoría a tiempo completo y muchos de ellos indefinidos. Esos afiliados eran suficientes para mantener el superávit del Organismo y también para cubrir a través del IRPF e IVA las necesidades tributarias del Estado, si bien sustentadas en una economía nociva e insostenible como la del ladrillo. Si no se llegan a alcanzar de nuevo esas cifras (ahora en torno a los 16.400.000 afiliados), la Seguridad Social será inviable en el medio plazo (se hagan las reformas que se hagan) y tampoco llegarán a cubrirse las necesidades tributarias del Estado, de manera que, a pesar de todos los esfuerzos, el déficit seguirá creciendo.

  La Controvertida Reforma Laboral lleva año y medio en vigor. Pues bien, cuando el PP llegó al Gobierno había un millón más de cotizantes a la Seguridad Social. Cuando menos parece que en el corto plazo no ha surtido los efectos deseados. Yo me atrevería a decir que, muy al contrario, ha golpeado con furor a la clase trabajadora (bajada de salarios, temporalidad extrema, infinidad de contratos a tiempo parcial, movilidad funcional, etc.), el caldo de cultivo perfecto para la destrucción del individuo y de la familia. Algunos de los representantes de la Patronal abogan por trabajadores dispuestos a todo esto, y yo les digo que si prolifera este nuevo modelo neoliberal, no deberán de extrañarse, tampoco el Gobierno, de que los ciudadanos no inviertan en inmuebles, no se casen, no tengan hijos, emigren como en tiempos pretéritos, etc. ante la incertidumbre de la vida profesional, hoy aquí y mañana Dios sabe; no les quedará otra que la de vivir el día a día. Así que no nos sorprendamos porque España empiece ya a perder población y que también impere el decrecimiento vegetativo (más defunciones que nacimientos). Esa va a ser la tendencia para los próximos años según los entendidos, si alguien no lo remedia.

  A día de hoy hay cerca de seis millones de parados, un 28% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social, la diferencia entre salarios más altos y más bajos ha aumentado varias veces desde el estallido de la crisis, siendo uno de los mayores en la UE; algunos de los servicios que tenemos, como electricidad o teléfono, son de los más caros de Europa. Y mientras todo esto ocurre, contamos con uno de los salarios mínimos más bajos del Continente. Además se pretende penalizar a toda costa el consumo farmacéutico de los enfermos y se va irremisiblemente hacia una sanidad privada o algo muy parecido. Por si no fueran suficientes penurias, se avecina una subida generalizada del IVA de productos que ahora están al 10% hasta alcanzar el 21%, como los propios medicamentos.

  Reitero: Si no se acomete un cambio radical en el MODELO PRODUCTIVO no hay remedio. Y cuando "las cosas vayan mejor", así y todo seguirá habiendo dos o tres millones de desocupados (paro estructural) que jamás serán absorbidos por el mercado laboral. Vamos, que parafraseando la célebre película americana, este ya no será país para viejos. 

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