viernes, 27 de enero de 2017

Rumours de Fleetwood Mac

  El próximo día 4 se cumplen 40 años de la salida al mercado de uno de los discos más brillantes de la historia, de hecho ganó el Grammy al mejor álbum de aquel 1977.  Los británicos, fundadores y que dan nombre a la banda: Mike Fleetwood y John McVie, junto a Christine McVie, además de los americanos Lindsey Buckingham y Stevie Nicks, formaban desde 1975 la que se ha convertido con el transcurso de los años en su formación más exitosa. Con cortes como el imponente The Chain que da inicio a la cara B del disco, el más pop Second hand news con que se abre el álbum, o el acústico Never going back again, conquistan los corazones de críticos y fans, concitando la unanimidad en los elogios para este trabajo AOR.

  En 1976 se encierran en los estudios de Sausalito para iniciar las sesiones de grabación de lo que sería su nuevo álbum. Las aguas de la convivencia entre sus miembros bajan turbias, ya que el bajista John McVie y su compañera sentimental, la teclista y voz Christine, han roto, lo mismo que Lindsey (guitarrista y voz) y su novia Stevie (voz). Sin olvidar que el gigante Mike, el baterista de la banda, está en trámites de divorcio de su esposa Jenny. Las mujeres de la formación pernoctan en lugares diferentes a los de sus compañeros, incluso los dos primeros no se hablaban, como no fuera para tratar asuntos de la grabación. A las rupturas sentimentales  añadía el quinteto su empeño en los excesos de las drogas y el trasnoche. Así que, desde cualquier punto de vista sensato, no parecía el momento más propicio para parir un disco de cierta entidad. Incluso la prensa especializada especula constantemente con la ruptura definitiva del grupo, de ahí el título de la obra: Rumours. A pesar de todos los inconvenientes el grupo es muy profesional y se sumerge en la creación de su obra maestra.

    Para la ocasión llaman a los productores Ken Caillat y Richard Dashut, dos minuciosos e incansables buscadores de la mejor sonoridad, que con la inestimable ayuda de un perfeccionista como Buckingham, dan sentido a través de cortes impecables, al sinsentido de aquellos meses azarosos. Las letras que hablan de las difíciles relaciones de pareja, de los chismorreos y todo lo que ello conlleva, encajan como muñecas rusas en unas músicas hipnóticas que se  quedan para siempre atrapadas en el cerebro. Las armonías vocales son difíciles de superar, como lo es el impagable trabajo de Lindsey con la guitarra o el de la base rítmica de su dúo de fundadores. El ensamblaje es perfecto y hace que cortes como Don't stop, o Go your own way tengas que escucharlos una y otra vez; "es como si cien ángeles estuvieran besándote en las mejillas constantemente" que decía algún encumbrado crítico musical de la época.

   Pero Rumours también tiene piezas más calmadas que huyen del pop. Dedicada a Mike Fleetwood por ser un poco el padre de todos y aglutinador del grupo, Oh daddy es una de ellas, como lo es la oscura Gold dust woman o la intimista Songbird, piezas que terminan de enriquecer el conjunto de la obra, una obra que 40 años después se ha convertido en el 6º disco de la historia más vendido en USA y el 12º en UK. La revista Rolling Stone lo coloca en el puesto 25 entre los 500 mejores álbumes de la historia. La revista Q lo eleva al 3º puesto de los mejores discos en los años 70, tras London Calling de The Clash y The dark side of the moon de Pink Floyd. The Guardian en 1997 lo situaba en el 78º entre los 100 primeros.

   En la carátula aparecen Mike Fleetwood y Stevie Nicks. Disco redondo y jamás superado por posteriores obras del grupo. Un disco para disfrutar y empaparse de todo lo bueno que transmite.

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