jueves, 19 de enero de 2017

El Sur (14)

En 2017 publicaba esta entrada sobre una de las 10 ó 12 mejores películas españolas de los últimos sesenta años. El Sur se emite hoy en Classics en el Canal Trece a las 22:00 horas, y en mi opinión, ningún cinéfilo debería de perdérsela si aún no la ha visto.


La secuencia inicial de la Película marca sin titubeos la atmósfera intimista y contenida que impregna los 93 minutos de metraje, a la vez de enfrentar al espectador ante unos sucesos conmovedores y al margen de los límites del tiempo, a pesar de que la historia tenga su punto de partida en el otoño de 1957. El Sur es un prodigio desde cualquier punto de vista, a pesar de tratarse de una obra inacabada en opinión de su director Víctor Erice. La voz en off (ya de adolescente) de Estrella, la niña protagonista de la historia, es un acierto clamoroso, como lo es también la fotografía desvaída, tímida, por parte de José Luis Alcaine, que nos invita a disfrutar de cada plano desde la compasión y el recogimiento. Sin olvidar otro de los grandes hallazgos narrativos: la quietud y silencios clamorosos que impregnan al film de un definitorio tono de amargura no exento de una esperanza que puede traer la redención: El Sur.


  Porque El Sur no es otra cosa sino un flashback a partir del suicidio de Agustín, el padre de Estrella. Desde el inicio hasta bien pasada la primera parte de la cinta, las escenas solo son fruto de la memoria de una niña y un tiempo, que no siempre coinciden con las explicaciones en off de la niña ya adolescente. Y esa niña, a través de su memoria selectiva, nos acerca secuencias prodigiosas para compartir con los cinéfilos, de gran intensidad evocadora, como la de su escondite debajo de la cama, o el pasodoble del Gran Hotel siendo ya adolescente. Aunque tal vez estas imágenes pierdan parte de su impacto al visualizarlas por separado.


  En cierto modo El Sur aborda la relación paterno-filial desde la perspectiva de una hija, cuando al padre se le adora con la misma intensidad que a un ídolo, y todavía no se tiene la edad suficiente para valorar esa relación con la distancia y sensatez que dejan el poso de los años. De ahí que la película destile magia desde el primer minuto. Y El Sur es ese territorio apenas intuido, una ilusión o metáfora en donde podría desbocarse la alegría, una esquina en los confines donde no hay espacio para la tristeza.


   La segunda película del vasco tras su clamoroso éxito con El espíritu de la Colmena, tenía previsto un rodaje de 83 días siguiendo un guión extenso a partir de la novela homónima de Adelaida García Morales (su pareja de aquel entonces). Por problemas de financiación (costó 83 millones de pesetas en 1983) la cinta se acabó en menos de 50 días. La decisión adoptada por el imprescindible Elías Kerejeta, se convirtió finalmente en un acierto, pues estaba prevista una segunda parte a partir del viaje de Estrella a Carmona con el propósito de descubrir El Sur y todo cuanto escondía con respecto a su padre. El acierto viene avalado por los premios en los festivales de Sao Paulo, de Chicago, de Burdeos, o de Cannes, donde no llegó a ganar aunque estuvo nominada; de la revista Fotogramas, Guía del Ocio que también le dio el premio al mejor director, etc.


  El Sur, es, sin ninguna duda, una de las películas imperecederas de nuestro cine que merece más de un visionado, al menos por parte de quienes gozan/padecen de una extrema sensibilidad. 




                                                                                       

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