jueves, 24 de marzo de 2016

El 14: fútbol hecho arte

  Esta jugada que da inicio a la final del mundial 74 entre Alemania Federal y Holanda (2m y 20s), resume a las mil maravillas el juego deslumbrante de Cruyff y anticipa en muchos años el fútbol desarrollado por el Barcelona actual. Por entonces, a aquel planteamiento por el cual un defensa podía atacar, un centrocampista irse al lateral defensivo o un delantero jugar de libre, sin que el puesto originario del jugador fuera de su espacio natural quedara desasistido, se le dio en llamar fútbol total. El partido comienza con 16 toques consecutivos por parte de los jugadores naranja sin que Alemania la oliera, incluso vemos cómo el central Rijsbergen y el líbero Krol se quedan por un momento más adelantados que Cruyff, el cual había bajado al medio para iniciar la jugada que culmina con el penalty a favor, tras una carrera con cambios de ritmo desquiciantes.

  Johan, que nos acaba de dejar, es la primera gran figura mundial que yo recuerdo haber visto jugando. Hasta entonces disfrutaba con los Amancio, Valdez, Claramunt, Rexach, Velázquez, Solsona o Gárate, y también con los foráneos Rivera, Beckenbauer, Netzer, Rivelinho o Houseman, porque allá por 1973, el hasta hacía poco O Rei Pelé, iniciaba su lento declive. Así que cuando Cruyff aterrizó en Barcelona, el fútbol que se me hacía agradable cuando los ejecutantes eran los anteriormente mencionados, se convirtió definitivamente en poesía pura. El flaco tenía magia, duende, como algunos otros, pero además poseía un cambio de ritmo endiablado, facilidad insultante para el regate, dominio para el pase, una visión de juego como ningún otro, la inteligencia natural del mayor de los alquimistas, idilio con el gol, y todos esos atributos adornados con la elegancia innata de un jugador de apariencia tan frágil.

  Como jugador convirtió al Ajax en el mejor equipo de Europa, y posteriormente a Holanda en la selección con más juego y vencedora moral del mundial 74, que finalmente conquistó la RFA. A partir de 1973 el Barcelona vive un antes y un después con la llegada de Johan. En su primera temporada con los azulgranas, la 1973-74, triunfa por todo lo alto, pues cuando comienza a jugar en octubre, el Barcelona va penúltimo en la clasificación y hace 14 años que no gana la liga. Cruyff devuelve el orgullo de un histórico en horas bajas y lo que es más importante: sienta las raíces de lo que ya después como entrenador eclosionará en el fútbol de toque, ofensivo cien por cien, y donde la máxima es el control del balón imprimiéndole la máxima velocidad (al esférico). Las siguientes temporadas en Barcelona no brilló por varios motivos, pero la huella de ese primer año es indeleble.

   Cuando en 1988 regresa en calidad de entrenador, Johan cambia de modo definitivo la historia del Barcelona. Gana ligas, la Copa de Europa, pero por encima de todo plasma sobre el terreno algo muy parecido al fútbol total, donde el balón es el protagonista de verdad y los jugadores, puros instrumentos de su idea de juego. A Cruyff le sucedieron algunos compatriotas en el banquillo que, con mayor o menor fortuna, jamás abandonaron su concepción futbolística, algo inventado por el genial Rinus Michels y perfeccionado por el 14. Van Gaal, Rijkaard prolongaron esa manera de jugar a través del toque y el pressing, un logro elevado a la máxima potencia más tarde por Guardiola y parece que por Luis Enrique. Unas señas de identidad que tienen su origen con la llegada del ex Ajax al Barcelona en 1973. Hace unos años, cuando Guardiola se estaba sacando el título de entrenador, dijo que Cruyff había pintado algo así como la Capilla Sixtina del Barcelona, palabras mayores ¿verdad?

  Para los gourmets futboleros quedan muchas imágenes del holandés volador, aunque yo me quedo sin duda con el mundial de Alemania-74. De verdad que merece la pena visualizar la película oficial del evento. Johan estaba en estado de gracia, y bien se podía verlo arrancando desde muy atrás, jugando como un extremo en la banda, filtrando pases con el exterior, marcando goles, galopando con amagos y driblings e incluso corrigiendo posiciones a sus compañeros; algo que le valió ser reconocido como el mejor de aquel mundial.

  Con Él se va una manera de ver el fútbol más estética, alejada del juego donde predomina lo físico. El Barcelona y la Selección Española le deben mucho, pero por encima de todo el fútbol mundial, ese que apuesta por la belleza y el trato de balón exquisito. Descanse en paz el mejor jugador europeo del siglo XX y uno de los 6 mejores del fútbol mundial, descanse en paz don Johan Cruyff.

1 comentario:

  1. http://www.marca.com/2015/10/22/futbol/equipos/barcelona/1445505413.html

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