viernes, 14 de marzo de 2014

OUTSIDE

  No es reciente; concretamente corresponde a 1984, pero sin duda se trata, en mi modesta opinión, de una obra muy recomendable. No es una novela, ¿un libro de artículos periodísticos? A primera vista lo es y como tal se acredita, aunque yo matizaría esa única acepción, atreviéndome a considerarlo también la crónica de una espectadora de lujo. La escritora nacida en Saigón, aunque de sangre y crianza francesas, propone una sucesión de escritos que conforma a grandes rasgos el acontecer de su país tras la finalización de la Gran Guerra. La obra incluye 59 piezas escritas entre 1957 y 1979 que vienen a diseccionar la vida parisina de aquel tiempo, pero también -en menor medida- de otros territorios menos cosmopolitas, incluyendo los rurales. La que fuera militante comunista posteriormente expulsada del partido, pretende con este ramillete de escritos breves, no tanto verter sobre sus lectores la cruda realidad de las clases más desfavorecidas -inmigrantes, vagabundos, madres solteras, delincuentes, etc., sino los grandes conflictos que a primera vista pudieran considerarse exclusivos de las capas más oprimidas, pero vemos que no es así cuando leemos las entrevistas -también las hay- a celebridades del cine, teatro, baile u ópera. Entonces nos podemos dar cuenta de que Marguerite Duras, con su sabio recorrido a través de diversas preguntas y reflexiones -hay bastantes entre cada respuesta del entrevistado- desvela el acontecer vital del más encumbrado lejos de los focos y escenarios.

  A lo largo de sus 288 páginas, la autora de Moderato Contabile o El amante, entre líneas, nos va dando pistas en cuanto a su auténtica personalidad y a la complejidad como ser humano que es. La polifacética Duras: -autora de novelas, teatro, guionista, directora de cine, periodista, además de especie de portavoz de los "outsiders", nunca sopesó la oportunidad de escoger entre sus muchos artículos para publicarlos en un libro como es este Outside, siendo el empeño de la editorial quien obtuvo la aceptación de la autora.

  La parisina de Saigón dice al introducir la obra: <<No hay periodismo sin moral. Todo periodista es un moralista. Es absolutamente inevitable>>. Me pregunto si es esto así hoy día. Viendo algunos escándalos propagados por concretos grupos periodísticos, cadenas de radio o televisión, que apenas les importa la veracidad y ulteriores consecuencias de sus patrañas con tal de ganar dinero a espuertas, me temo que no. Más adelante dice: <<No puede llevar a cabo ese trabajo -el periodista- y a la vez no juzgar lo que ve. Es imposible. En otras palabras, la información objetiva es una añagaza total>>. ¿Es contradictorio cuanto dice? Tal vez, aunque las aseveraciones sí puedan congraciarse.

  Siendo como fue una mujer de izquierdas y comprometida, con preocupación constante por los derechos humanos y civiles de la clase trabajadora, también por la liberación de la mujer, jamás renegó de sus amistades más encumbradas, con una vida contrapuesta a la de sus defendidos. ¿Nueva contradicción? Quizás. No obstante, el título Outside es revelador: fuera, salir fuera, desde el exterior. Ella abandonó la comodidad y abundancia de su casa para entrar en una prisión y entrevistarse con un condenado, o para visitar un barrio marginal y ver como vivían sus moradores, o a observar la desgracia de un inmigrante maltratado por la policía que le impide vender sus flores. 

  <<Es domingo por la mañana, las diez, en el cruce de las calles Jacob y Bonaparte, en el barrio de Saint-Germain-des-Prés, hace diez días. Un joven que viene del mercado de Buci avanza hacia este cruce. Tiene veinte años, viste muy miserablemente, y empuja una carretilla llena de flores...> Prodigio de concisión y de cómo acometer el artículo o crónica. Las flores del argelino, dos páginas, fechado en 1957, da inicio a esta obra. Verdaderamente es interesante su lectura. Yo la estoy disfrutando.

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