viernes, 23 de febrero de 2024

CRÍA CUERVOS (22)

 

Cuando Carlos Saura estrena, Cría cuervos (1976), España acaba de dejar atrás una dictadura de casi cuarenta años. Pero entonces, el presidente de gobierno aún era Carlos Arias Navarro, y los españoles ignorábamos que ocurriría en los próximos meses. Cría cuervos retrata de manera indirecta los últimos años del franquismo, y una suerte de inquietud por cuanto pudiera ocurrir. Fuera una cosa u otra, el aragonés acababa de filmar su mejor película hasta entonces, si no la más brillante de su dilatada carrera. 


  La cinta estrenada en enero de aquel año, es una suerte de mirada retrospectiva sobre la infancia, cuando esta no transcurre en un ambiente feliz, si no todo lo contrario. Ana Torrent da lo mejor de sí misma para componer su mejor papel junto al interpretado en, El espíritu de la colmena, de tres años antes. Mientras Geraldine Chaplin (pareja sentimental por aquel momento del cineasta), se atreve con un doble papel: como María, la madre de la niña Ana, y Como Ana, ya adulta. 


El largometraje de 112 minutos de duración, no deja de ser un flashback, donde pasado y presente son la cara y la cruz de una misma moneda, entremezclándose a cada momento. Para reforzar esta idea, Saura da espacio a momentos de desenfado, pocos, en beneficio de otros escabrosos, situándonos ante escenas la mayor de las veces intimistas, casi siempre a partir de las dos interpretaciones femeninas.


 Ana es una niña reservada que vive en un mundo aparte: su mundo. Cree tener un poder especial para  comunicarse con su madre, y a veces hasta fundirse con ella. La hecha mucho de menos, culpando al padre de su muerte. Decide acabar con él y ultima los preparativos del envenenamiento. Su padre es un militar inflexible que engaña a la esposa de continuo, y eso Ana no lo puede permitir. 

                

 A reseñar entre otras muchas virtudes de esta destacable película de Saura, la banda sonora, capaz de subrayar y dar el tono pesaroso que la caracteriza, a partir de la Danza nº6 de Federico Mompou y también de la popular en su momento, Porque te vas, original de José Luis Perales y cantada por Jeannette. Como también un guión preciso y contenido -el primero escrito en solitario por el cineasta-, que permite el avance fluido de la historia sin que en momento alguno se vuelva tediosa. 


  De entre los reconocimientos, abundantes y merecidos, sobresalen: Premio especial del Jurado del Festival de Cannes. Mejor película, director y actriz por parte de los cronistas de espectáculos de Nueva York. Premio de la Crítica Francesa. Mejor Director para el Círculo de Escritores Cinematográficos. Además de haber estado nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera y a los Globos de Oro. 


  Este, como algunos otros trabajos de Carlos Saura, merecen más de un visionado. Hoy, a casi medio siglo de su estreno en la gran pantalla, Cría cuervos ocupa un lugar de honor en la historia del cine español, pareciendo tan vigente ahora como entonces.



          

                                    

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