jueves, 15 de marzo de 2018

SE TRASPASA

  Luis Soler, locutor de radio en la Cadena Ser, es uno de los referentes de las ondas en la Isla. Con un amplio currículo a su espalda y el profundo conocimiento que atesora en lo referente a la sociedad y cultura menorquinas, fue en 2014 cuando se atrevió por vez primera a sumergirse en el complejo y en ocasiones esquivo universo literario. Y a fe que lo bordó, saliendo más que airoso de una empresa tan comprometida como es la de amagar con dar y no dar, prometer el cielo y con ello aparejar su condena al infierno. Finalmente, Pedro, el hombre dispuesto a saborear las mieles de la juventud prometida, y que acepta el sacrificio de perderlo todo, al fin es redimido por el autor en un alarde de maestría, de dominio del oficio, algo impensable en un escritor sin trabajos previos.


  La obra -se puede intuir por su portada- es erótica, no cabe la menor duda; sin embargo, no es una novela erótica al uso, donde el abuso de situaciones e imágenes explícitas son lo más recurrente, provocando en el lector la sensación de estar leyendo y con ello degustando una sobredosis de obviedades anodinas; ni mucho menos. Para la ocasión, Luis ha tejido una historia cuyo centro neurálgico es La tienda de muñecas, una boutique propiedad de Pedro, hombre en torno a los cuarenta, con una capacidad innata para adivinar los gustos y necesidades de sus clientes, y con una crisis matrimonial que es incapaz de revertir, acrecentada cuando la tentación con nombre de Cloe se pasea por la tienda, a fin de seducirlo, aunque bien es cierto que sus apariciones suelen ser esporádicas y el comportamiento errático. Esta forma de actuar le impide saber con certeza a qué juega su admiradora, mermando al tiempo su olfato de vendedor innato. La adolescente termina por encandilar a Pedro, hasta el extremo de caer rendido a sus encantos, a punto de sucumbir si no es por la repentina presencia de su esposa en la tienda, cuando encuentra a Pedro en una situación realmente comprometedora y a Cloe junto a él. Llegados a este episodio, nadie daría un euro por la salvación del matrimonio, pero, ¿qué pasó realmente? Mejor que los lectores indaguen.


   En resumidas cuentas, se trata de una obra más que estimable y digna de ser leída. Yo la considero una novela refrescante y primaveral; un ejercicio de equilibrio y sugerencias, un ejercicio a través del cual el autor nos deja un enorme espacio para imaginar qué podría haber ocurrido en cualquier momento si hubiera sondeado en el fácil descaro. Se traspasa es la historia que casi todo el mundo sospecha que le gustaría haber experimentado en algún momento de su vida, una narración agridulce -para qué nos vamos a engañar-, porque -qué morbosos somos-, a todos nos hubiera satisfecho el engaño; pero, al mismo tiempo, agradecemos que el sentido común, esa cordura que da la veteranía, se impusiera al fin para recuperar su matrimonio maltrecho.

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