viernes, 21 de febrero de 2020

Un templo de la música

       Alguien dijo alguna vez, no recuerdo quién, que la Filarmónica de Berlín no se entendería sin la existencia de Von Karajan, León sin su catedral o la música sin The Beatles. Yo añadiría que el grupo originario de Liverpool no se podría entender sin la existencia de Abbey Road, seguramente el estudio de grabación más famoso del mundo y que se ubica en la calle homónima de la capital británica. Hoy es monumento nacional por orden del gobierno del entonces presidente de turno, al cual no le quedó otra alternativa ante la contestación masiva de la sociedad, que se movilizó tras conocer la noticia de su puesta en venta el 17/02/2010, y por la cual pensaban conseguir en torno a los 30 millones de libras.



           Con casi toda seguridad, son más las personas en el mundo que conocen este famoso paso de cebra de la calle Abbey Road que el propio estudio de grabación. Por casualidades de la vida, The Beatles lo convirtieron en, probablemente, la portada más famosa para un disco musical, al ser fotografiados por Iain McMillan mientras lo cruzaban. Paul McCartney va descalzo, con un cigarrillo en la mano y con el paso cambiado, lo cual dio pie a muchas especulaciones en cuanto a su persona. Lo más llamativo, al margen del anecdotario, es que no estaba prevista esa portada para el último disco grabado por la banda (por circunstancias salió publicado antes de Let it be); aunque, sin proponérselo, terminara por convertir a los estudios EMI (hasta 1970 se denominó así) en los más célebres y fáciles de ubicar, a pesar de estar hablando de una ciudad tan grande como Londres. El disco Abbey Road, que en la portada original no hacía mención alguna al título ni al grupo, provocó que solo un año después, los estudios de grabación dejaran de llamarse EMI para ser rebautizados como hoy son conocidos. 




       Abbey Road abrió sus puertas en 1931 en un edificio originario de la primera mitad del siglo XIX. Durante sus primeros años de vida se grabaron discos de variados estilos. Es a partir del inicio de la década de los sesenta cuando el estudio adquiere su mayoría de edad gracias a los trabajos de Cliff Richard y The Shadows, pasando a convertirse en referencia mundial durante el resto de la década con la grabación de casi todos los álbumes de The Beatles en el afamado estudio nº 2. El reconocimiento mundial, por si aún quedaban algunas reticencias, llegó al grabar Pink Floyd su disco más celebrado, The dark side of the moon en 1973. Para entonces, cuando Roger Waters, David Gilmour, Rick Wright y Nick Mason llevaban tiempo intentando perfeccionar el sonido cuadrafónico, Abbey Road había sido pionero en la creación del sonido estereofónico muchos años antes.



        En los estudios, que desde 2010 son propiedad de Universal Records, han grabado infinidad de artistas y grupos musicales, como The Hollies, The Pretty Things, Syd Barret, Alan Parsons Project, Al Stewart, Kate Bush, Camel, Rush, Iron Maiden, Radiohead, Roxette, Depeche Mode, Oasis, Alanis Morissette, U2, Mike Oldfield, Sting, Amy Winehouse, Lady Gaga, Enya, Stevie Wonder, Freddie Mercury, Michael Jackson, Adele y por supuesto los cuatro genios de Liverpool para sus trabajos en solitario. 



   El estudio, que cumplirá 90 años de vida en 2021, guarda una ingente cantidad de material vintage, además de instrumentos varios, como, por ejemplo, el piano Steinway utilizado por Paul para Lady Madonna; pero yo reseñaría, por encima de cualquier otra particularidad, que los estudios Abbey Road -indicado fundamentalmente para aquellos seguidores incondicionales o curiosos amantes de la nostalgia- ostenta la mayor colección de micrófonos del mundo, y esta puede ser visitada, como buena parte de sus dependencias, completamente gratis.


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