sábado, 15 de diciembre de 2018

OK Computer, la obra que rompió etiquetas

  Tal vez Karma Police sea el tema más conocido de este álbum imperecedero de 1997 y que marcó un antes y un después, no ya solo en la evolución del grupo británico, también en la forma de abordar la música por parte de nuevas bandas que querían profundizar en diferentes vías rockeras fuera de clichés y fórmulas agotadas. La aparición de Ok Computer, en pleno apogeo del britpop, supuso una bocanada de aire fresco. Sustentada en la belleza sobrecogedora de las melodías que mitigaban en buena medida el pesimismo y tristeza de la mayoría de sus letras, este tercer trabajo del quinteto concitó la adhesión incondicional de buena parte del público y de la crítica especializada, que hasta poco antes lo habían etiquetado como un grupo grunge, aventurándose a calificarlo como heredero de Nirvana o Pixies.


  De principio a fin el álbum está repleto de joyas impagables, como el segundo corte Paranoid Android, inspirada en la jet set embobada por las drogas. O la delicada No surprises, que tiene como telón de fondo el suicido, única salida a una vida controlada por otros. O la no menos estremecedora Climbing up the walls. Junto a temas melancólicos y depresivos conviven otros de menor dramatismo, como Airbag, el corte que abre el trabajo y que habla de la contradicción que supone estar a punto de perder la vida en un accidente, "gracias" a la tecnología que brinda un vehículo, y al propio tiempo salvarla por un artefacto como es un airbag, invención de los nuevos tiempos. También piezas eclécticas como The tourist y Lucky, que destilan un toque cercano al Pink Floyd de los primeros tiempos.


  Ok Computer aborda sin tapujos la alienación de la actual sociedad, el fenómeno de la globalización, el existencialismo o la angustia vital, y por supuesto la tecnología -de ahí el título- que nos puede ayudar, pero también puede convertirse en un instrumento de infelicidad que podría acabar de manera definitiva con la forma de vida más agradable que todos tenemos afianzada en nuestros cerebros. El tercer trabajo del quinteto de Abingdon es un ensayo sobre el desencanto de la sociedad actual, donde los políticos son más un problema que una solución, o donde el consumismo amenaza con destruir la conciencia del género humano. Ok Computer es 21 años después una obra tan fresca y actual como lo fue en su momento, manteniéndose como uno de los discos más trascendentales, sino el más influyente del rock alternativo. Posiblemente a ello contribuyó que la mayor parte de las composiciones fueran grabadas por el grupo al completo, eligiendo la mayoría de las primeras tomas.



   Este trabajo de orfebrería que comenzó a grabarse en 1996 con la inestimable producción de Nigel Godrich, es hoy considerado por algunos críticos el mejor de la década de los 90. En el año 1998 fue galardonado con el Grammy al mejor álbum de música alternativa. Algunos medios como The Guardian lo acreditan como el disco más influyente de finales de siglo, y atendiendo a una votación hecha por críticos especializados y que se publicó en 20 minutos, al álbum lo sitúan en el puesto 22. Al margen de todos los elogios y merecimientos, que son muchos, para alguien que quiera escuchar por primera vez al grupo, yo aconsejaría hacerlo en un día de lluvia, o con cierta melancolía invadiendo el alma; y si puede ser  2 ó 3 veces, mejor, así entenderá la verdadera dimensión de esta obra cumbre que ha influido posteriormente en grupos como Coldplay, por ejemplo.

  

 

  

 

  

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